Proyecto Cordillera. Instituto tecnológico.
Desde un punto de vista externo a Chile, se reconoce que uno de los principales motores de la economía del país es la explotación y exportación de minería, además de las industrias de construcción, electrónica y mecánica. Dichos campos laborales son los mismos en los que se especializa el instituto planteado, sin embargo, la capital y otras localidades importantes del país ya cuenta con instituciones de educación superior para estas áreas. El objetivo de este proyecto es impulsar el crecimiento urbano y educacional de sectores rurales que se dedican mayoritariamente a la actividad evitando largos desplazamientos y migraciones para obtener educación.
Para el emplazamiento del proyecto se realizó un mapeo e investigación sobre las localidades de origen minero, mediante este proceso se encontró diversas comunas, entre ellas María Elena, ubicada en la provincia de Tocapilla, región de Antofagasta al norte de Chile. Se definió esta comuna como lugar de interés por los escases de instituciones de educación superior, la dificultad que esto presenta a los jóvenes y adultos interesados, la cercanía a diferentes minas y oficinas salitreras y lugares turístico (Tranque Sloman, Valle de Quillagua), además, se ubica entre rutas de conexión entre las diferentes capitales de la región.
Por medio de un recorrido virtual por las calles de la comunidad se encontró hacia el noroeste, una cancha de futbol en mal estado y un lote disponible para la construcción del proyecto. Se escogió este terreno debido a que el mismo crea discontinuidad en la trama urbana de la zona, por tanto, con la edificación se completa el espacio y, al estar hacia los perímetros de María Elena, incentiva el crecimiento y desarrollo de la economía, movimiento y la población en general.
En cuanto a la organización programática, el proyecto se define en tres barras ubicadas estratégicamente tomando en cuenta la incidencia solar y las condiciones climáticas. Cada una contiene programa zonificado y clasificado como público, semipúblico y privado, conteniendo la barra norte el programa arquitectónico público y el ingreso principal. La ubicación de las barras permite entre ellas un paso de circulación trasversal al proyecto que conecta el espacio público restaurado con las áreas deportivas.
La construcción del instituto está proyectada con madera laminada tipo MLE como material principal, con este se diseña una barra estructural modular que acoge todo el programa dentro de ella. Se escogió este tipo de madera debido a sus grandes ventajas, una de ellas es la proyección en grades luces que permite tener plantas libres, su resistencia al fuego y su soporte a cargar de flexión. Además, con este tipo de madera se puede crear piezas prefabricadas de diversas dimensiones.
La propuesta arquitectónica busca innovar desde la composición estructural mediante la modulación de esta, además de generar una cubierta que acoge todo el proyecto unificando las barras en una sola barra más grande. Esta cubierta unificadora permite generar espacios de estancia externo y cómodos con sombra entre cada una de las barras.
