23 de Enero, 2018

¿Cómo lograr que hitos arquitectónicos en madera perduren en el tiempo?

A través del tratamiento con ceras y aceites vegetales, una serie de edificios patrimoniales y contemporáneos en Chile han sido restaurados y mantenidos con el objetivo de que sus pisos, puertas y ventanas permanezcan intactos por décadas.

En octubre de 2016 el primer Templo Bahá’í de Sudamérica abrió sus puertas por primera vez. Se trata de un proyecto desarrollado por Hariri Pontarini Architects, donde más de 1.000 m2 de piso de madera de nogal fueron tratados con productos que permitieran la alta afluencia de público.

Un año antes, en 2015, otro hito arquitectónico, pero esta vez de principios del siglo XX también reabrió su entrada al público: El Palacio Las Majadas de Pirque, que tuvo una restauración total con el objetivo de adecuarlo a programas de reuniones. Así sus pisos de madera fueron recuperados, pudiendo recibir miles de visitas.

En esa misma línea, cerca de 4.000 m2 de piso de madera de Nogal serán restaurados en lo que será uno de los proyectos de arquitectura más destacados de este 2018. Se trata del Palacio Pereira que a cargo de la Cecilia Puga también rehabilitará sus puertas y ventanas en madera.

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Sin embargo, no solo grandes monumentos tienen el cuidado de la madera en sus filas. Por ejemplo, es posible encontrar el proyecto Hotel VIK, ubicado en el Valle de Millahue, VI Región, donde algunos pisos de sus habitaciones también han sido protegidos para que este material perdure en el tiempo.

Y a esta lista también podría sumarse la Catedral de Santiago, el Palacio Rioja de Valparaíso o el reconocido café del Ópera. Y es que todos ellos tienen algo en común: la madera es parte fundamental de sus construcciones y ha sido tratada y cuidada con los mismos productos: ceras y aceites vegetales.

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Protección para maderas en interior y exterior

Todos estos edificios son parte de los hitos arquitectónicos que en Chile han utilizado Osmo, una marca alemana que desarrolla diversos productos para tratar y mantener la madera con el fin de que perdure por más tiempo.

Dependiendo del resultado que se quiera conseguir, es posible encontrar productos que dejan un acabado incoloro con un leve satinado para interiores, por ejemplo, u otros que son de un color más intenso protegiendo el material de los rayos UV en algún exterior.

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“A partir de estos productos, el aceite satura los poros de la madera y la cera forma una película”, explica Jean Pierre Célèry, Gerente Comercial de Nüprotec, empresa representante de Osmo en Chile y Sudamérica.

El experto además asegura que con estas ceras-aceites se busca tratar la madera pero de una manera menos invasiva y más natural. “Tratamos de no sellar la madera. Siempre dejamos que respire para darle más durabilidad”, agrega. Algo que no exime, sin embargo, de la obligatoriedad de usar productos de impregnación para la madera de uso estructural (ver más aquí).

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