Código de equipo: ARQ416
Universidad: Universidad San Sebastián
Sede: Patagonia
País: Chile
Ciudad: Puerto Montt
Equipo:
Maríavirginia Roo
Matías Ortega
Profesores guía:
Alvaro Arriagada
DOCUMENTOS ADJUNTOS
© Derechos reservados por sus autores intelectuales.
Descripción general
El proyecto “Refugio Prisma Bifronte”, emplazado en el Parque Nacional Hornopirén, el cual posee alto valor ecológico y turístico, en un territorio de condiciones climáticas hostiles y de características topográficas extremas, emerge como una solución arquitectónica y estructural ante la necesidad de disponer de un espacio compacto y protegido, de fácil traslado y rápido montaje, donde el menor tiempo de montaje garantiza la seguridad de quienes construyen y habitan el refugio, permitiendo pernoctar en contextos de difícil acceso.
Fundamentación del proyecto
El refugio fundamenta su diseño en la necesidad de intervención mínima y eco amigable, que permite habitar condiciones extremas con una pendiente pronunciada, en un territorio de alta montaña. Como respuesta a lo anterior, se concibe una mimetización de su entorno, tanto en su volumetría como en su materialidad, viendo la pendiente como oportunidad para generar una configuración espacial adecuada para un refugio. Uno de los fundamentos clave del proyecto radica en el aprovechamiento de cada metro cúbico del recinto al habitar en desnivel. En cuanto a su estructura, su sistema modular en base a láminas favorece el uso eficiente de la madera, y además responde como envolvente, ya que esta y la estructura representan una sola pieza, optimizando el uso del material, gracias a la forma y dimensión de sus módulos. En este sentido, el traslado mediante helicóptero es la opción más eficiente, debido a la posibilidad de apilamiento y peso con respecto a la altitud del emplazamiento.
Estrategia de localización, emplazamiento y resolución programática y espacial
El refugio se asienta sobre la pendiente sin mayor intervención, respetando la topografía natural, mediante polines de madera, los cuales pueden ser dejados en el sitio o retirados, minimizando el impacto ambiental de la construcción. El refugio se compone de dos volúmenes escalonados con respecto a la pendiente, generando dos instancias programáticas, configurando un espacio común y un espacio privado. El acceso se da a través de una escotilla en su fachada sur, resguardando al usuario de las condiciones climáticas extremas. Los espacios dentro del refugio se ven definidos bajo el control lumínico, mediante una intercalación de láminas opacas y láminas de policarbonato de menor espesor entre el CLT, que permiten definir menor o mayor entrada de luz natural. A partir del uso y estructuración de las láminas en diagonal, vertical o horizontal, se dan múltiples instancias espaciales, que permiten el desarrollo del programa en sus múltiples actos, dando como resultado áreas para circulación, descanso, almacenamiento de pertenencias, y otros. Se busca, además, evitar la pérdida, apuntando a un espacio compacto para el control térmico.
Propuesta arquitectónica desde el material
La estructura nace a partir de la unión de láminas de clt, cuyos bordes son intervenidos para generar uniones machihembradas, generando placas que cumplen la función de cubierta y envolvente a la vez, que pueden repetirse en la horizontal, permitiendo otras combinaciones para ofrecer distintos tipos de espacialidad. Esta tipología constructiva permite añadir nuevos módulos para adaptarse a la pendiente. Bajo este método, el refugio genera espacios habitables compactos y protegidos, aprovechando la pendiente para generar múltiples niveles de actividad.
Innovación de la propuesta
El proyecto destaca por su modularidad constructiva; el uso de láminas de CLT dispuestas en forma de A, trabadas en sus vértices, formando pórticos triangulares, permitiendo múltiples oportunidades de implantación sobre pendientes pronunciadas. Gracias a su modularidad, la intervención en terreno es la mínima, y permite la generación de recintos compactos, térmicamente controlados y protegidos de climas extremos, con baja pérdida de calor, ideales para entornos hostiles, donde la estructura y la envolvente se convierten en una sola unidad, eliminando la necesidad de terminaciones o tareas adicionales para que sea habitable; esta lógica constructiva donde la estructura y la envolvente son lo mismo, reduce el tiempo de montaje, recursos y cantidad de material, sin comprometer el desempeño del refugio.
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