Entrevista

“En los países desarrollados todas las viviendas son en madera, pero la gente aquí lo cuestiona porque no sabe el confort que implica”

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Docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad San Sebastián, sede Concepción, Anita Jara comenta que en esta facultad dedican todo un semestre a enseñar sobre los beneficios de la construcción con madera. Además, desde junio de este año tienen también un taller práctico -hecho en madera- para experimentar todo el proceso de construcción con este material, desde el desarrollo del proyecto hasta la interacción con el cliente o los ingenieros.

La académica con Magíster en construcción en madera, explica que dedican un semestre en la Facultad de Arquitectura San Sebastián (sede Concepción) a enseñar sobre la madera para que los alumnos desarrollen proyectos y aprendan los beneficios de construir en este material.

Fue desde 2011 cuando comenzaron a instruir a sus estudiantes en madera, formando este ramo parte del plan de estudios, ya que cada semestre lo dedican a un material diferente, siendo el primero la madera, según cuenta Anita Jara. “La idea es incentivar el buen uso de este material y cambiar la percepción de la ciudadanía”, añade la docente.

En el taller práctico que se realiza con los alumnos de quinto año y que está funcionando desde junio de 2019, donde Tomás Prado es el profesor titular, Anita Jara desempeña acciones de profesora asistente, guiando a los alumnos en un proyecto más serio, ya que intentan que sean proyectos reales los que tengan que construir.

–¿Cómo se les ocurrió enfocarse en la madera y destinar un semestre para la formación de arquitectos con énfasis en este material?

–En el tercer año empiezan los talleres de proyectos, donde cada semestre corresponde a un material. El primer semestre corresponde al trabajo en madera, y se utiliza este material tanto en taller como en el ramo de construcción. Eso es lo interesante, porque es común en las escuelas de arquitectura que uno tiene dos profesores de taller diferenciados, pero acá en los talleres de proyectos 1, 2, 3 y 4 se integra el profesor de construcción. Además, en ambos ramos se dedican para participar del concurso Corma, entonces es súper entretenido el aprendizaje.

–¿Y cuáles son los otros materiales?

–El segundo taller es albañilería, el tercero es acero y el cuarto es hormigón. Entonces todos los estudiantes pasan en ese orden por cada uno de los materiales, siendo el primero la madera.

–¿Por qué la madera como primer elemento?

–Es muy frecuente la construcción en madera y además es urgente aprenderla bien en nuestro país. Yo soy Magíster en construcción en madera, entonces me ha tocado estudiar de cerca la realidad y cuando les dices a los clientes “hagámoslo en madera”, la primera respuesta siempre es que no.

–¿Hay un temor que busca desmitificarse con el ramo?

–Sí, sí. Cuando hice mi tesis, realicé una encuesta en el colegio de mi hija para saber quiénes preferirían la madera. Y no la prefieren porque se ha usado mucho para vivienda social o para casas de emergencia sin haber desarrollado con precisión los detalles constructivos, entonces tiene mal comportamiento. Esa es la imagen que se tiene, desgraciadamente, pero se ha ido mejorando porque tenemos mucha pega.

–Esa sería, a nivel ciudadano, la importancia de enseñar adecuadamente la construcción en madera.

–Sí, y yo creo que somos los únicos que nos hemos dedicado a ver en profundidad la madera. Todos los semestres se hacen exposiciones, se presenta el taller con una exposición, porque es urgente. Imagínate, para nosotros, que estamos en construcciones y vivimos en una zona forestal. Se le podría sacar mucho más, pero mucha gente tiene la madera mal vista, como obras de construcción social o que va a ceder o se puede quemar fácilmente, pero si se trabaja bien puede funcionar perfectamente.

–¿Eso es lo que se enseña durante el semestre, los beneficios de la madera?

–Sí, que funciona perfecto. En los países desarrollados todas las viviendas son en madera y otras construcciones también, pero la gente aquí se lo cuestiona porque no sabe el confort que implica. Por eso es que se hace el ramo y se aborda, como te decía, mediante el desarrollo de ese concurso, pero muy acompañado con el concepto de construcción que les va enseñando: cómo hacer esos detalles para que funcione perfecto, cómo ver las cualidades que tiene la madera.

–También tienen un taller físico, hecho en madera, donde los estudiantes desarrollan sus proyectos

–Sí, en el quinto año tenemos el taller de práctica. Es un espacio de uso exclusivo y allí los estudiantes tienen que estar un horario fijo, igual que una oficina. Y ahí de lo que nos preocupábamos los profesores es de conseguir otros proyectos porque la idea es que sean proyectos reales, por supuesto, y nos interesa que se construyan. Que ellos tengan esa experiencia de que en realidad tienen que coordinar especialidades, tienen que meterse con el cliente en su casa. Ahora entre los proyectos que estamos desarrollando, estamos haciendo la ampliación del sagrario de una iglesia en Concepción.

–¿Cómo decidieron que el taller tuviera estas cualidades?

Manejaron dos alternativas y una de ellas, que fue la que seleccionamos, era en base a placas. Todo se desarrollaba con placas: unas repisas para dejar los trabajos, cajones para dejar sus cosas y que no estuviera todo esto lleno de mochilas. Esto es una oficina, no se puede ver como un taller, se tiene que ver de un nivel más profesional porque allí se reciben los clientes, se recibe al ingeniero, tenemos presentaciones, van autoridades y nos entusiasmamos con el proyecto.

–Y lo construyeron en alianza con una empresa privada

–Sí, fue un proyecto de cuatro estudiantes, pero necesitábamos las placas y no teníamos ese presupuesto como escuela. Entonces les ofrecimos ponerle Taller Arauco al espacio físico y la empresa nos aportó con 130 placas. Las trabajaron todos los estudiantes con los cortes, se preparó todo ese material y después lo montaron en un par de semanas. Ahora tenemos ese espacio con repisas, cajones, y está todo ensamblado: se arman para tener tableros de trabajo, se desarman y se convierten en los tableros donde se exponen las maquetas y si de repente tenemos que recibir más gente desarmamos todo y se guarda en un lugar. Todo eso gracias a que es con madera.

–¿Desde cuándo está habilitado el taller?

–Lo inauguramos ahora, en junio. El proyecto fue el año pasado, pero en toda esta gestión de conseguir las placas, hacer el prototipo, cortarlas y tener todo el material se demoró.

–¿El primer proyecto que tienen es el sagrario que comentaba?

–No, tenemos cuatro proyectos. Son alrededor de doce estudiantes cada semestre y trabajan en equipos. El semestre pasado estaban en el sagrario, pero además hicimos un parque deportivo para una municipalidad. También estamos haciendo un proyecto, que se retoma este segundo semestre, para el desarrollo constructivo de una cancha que a largo plazo sería un estadio para la localidad de Laraquete.

–¿Cuáles son los planes a futuro con el taller?

–Sin duda lo que queremos hacer es crecer. Lo más probable es que no logremos hacerlos todos en madera, pero lo que nos interesa es que este material siga como una de las líneas del proyecto. Estamos comprometidos, estuvimos trabajando en este espacio que es precioso y nos interesa que se trabaje bien la madera. Entonces sin duda que es una de las líneas que tenemos ganas de seguir.


Escrito por Manuel Hernández
Fotografías cortesía de Cristóbal Caro y EA USS Concepción
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