La Pérgola Itrofill Zomo, recientemente inaugurada en la Plaza de Armas de Galvarino, es parte del piloto nacional de equipamiento público y busca consolidar un modelo de infraestructura replicable en otras localidades. Diseñada para fortalecer el encuentro comunitario y potenciar el trabajo de mujeres artesanas y hortaliceras, esta estructura en madera busca revitalizar la identidad mapuche y fomentar la equidad de género en el espacio público. Desarrollada por el arquitecto Leonardo Fox y FVA Arquitectos, la obra destaca por su materialidad y su integración con el territorio.
Proporcionar un lugar donde las mujeres puedan reunirse, organizar actividades culturales, educativas y de emprendimiento, fortaleciendo el tejido social y promoviendo la equidad de género a través de la infraestructura urbana, es la finalidad de la Pérgola Itrofill Zomo. Este proyecto, inaugurado el viernes 7 de marzo en la Plaza de Armas de Galvarino es, además, un modelo de infraestructura que promueve el uso de la madera en espacios comunitarios.
Como piloto nacional de equipamiento público pretende consolidar un modelo arquitectónico replicable en distintas localidades, considerando las particularidades socioculturales de cada comunidad, priorizando el uso de materiales locales y técnicas de construcción sustentables, promoviendo una integración armónica entre la arquitectura y el entorno natural.
La Pérgola Itrofill Zomo fue impulsada por el nivel central del Ministerio de Obras Públicas y en la línea de Arquitectura del Programa de Infraestructura para el Buen Vivir, alojado en el Ministerio Secretaría General de la República. Con una inversión de 465 millones de pesos, se promovió esta obra para la revitalización de la identidad mapuche y el encuentro e intercambio cultural en el espacio público más central de la ciudad.
El diseño del proyecto estuvo a cargo del arquitecto Leonardo Fox junto a FVA Arquitectos, quienes plantearon un enfoque basado en la identidad territorial y la funcionalidad del espacio. El arquitecto explicó a Madera21 que el concepto de la pérgola está inspirado en elementos culturales y naturales del territorio, incorporando principios de identidad local en su materialidad y morfología. Su diseño responde a la necesidad de crear un espacio versátil y accesible, que pueda ser utilizado tanto para reuniones comunitarias como para actividades recreativas, educativas y de apoyo social. “El proyecto es muy simple – nos cuenta Leonardo-, ya que en rigor no es un edificio, sino lo entendemos como parte del equipamiento urbano presente en la plaza, como lo eran las antiguas glorietas donde, si recuerdan tocaban las bandas, y se hacían pequeños shows para toda la ciudad, y este proyecto cuenta con la continuación de eso».
Para garantizar que el proyecto respondiera a las necesidades reales de las mujeres de la comunidad, se realizaron múltiples instancias de participación. A través de talleres y mesas de trabajo, las usuarias expresaron sus expectativas y sugerencias sobre la funcionalidad del espacio.”Fue un trabajo muy interesante ya que trabajamos con la agrupación de hortaliceras mapuche que eran las principales mandantes para poner en valor y dignificar su trabajo” -nos cuenta el equipo de arquitectos- . A ello se sumó el nivel central de la dirección de arquitectura MOP con un equipo súper comprometido en la experiencia. Carla Bardi, Rodrigo Vega, Alvaro Hueche, fueron siempre un gran aporte.Y desde el municipio, que dio las facilidades logísticas y de primer acercamiento con la agrupación de hortaliceras y su apoyo constante. Nosotros como oficina no creemos en diseñar para alguien, sino con ellos, solo así se genera esa sinergia de experiencia, oficio y realidad”.
Elección de la madera y su relevancia cultural
La selección de la madera como material principal en la Pérgola Itrofill Zomo responde a su arraigo histórico y cultural en la construcción de espacios comunitarios en el territorio. Leonardo grafica lo anterior sosteniendo que el uso de la madera ha sido un elemento presente en las formas de habitar de los pueblos originarios, “en la construcción de rukas y sitios de significación cultural como los guillatuwes o ramadas en paliwes, así también en los rewes o chemamull. Entonces, pensar en otro material -desde nuestra mirada- es desconocer de dónde venimos”.
En un contexto donde la extracción de madera ha generado debates y conflictos en la región de La Araucanía, Leonardo sostiene que “estos proyectos públicos para comunidades y agrupaciones en territorios mapuche, deben ser correctos. Y de eso estamos muy conscientes y preocupados. Pero creemos que una explotación justa y coherente del material, puede traer beneficios para todos, y de eso hay que hacerse cargo”.
La defensa de la materialidad consistió en demostrar que era posible dotar de infraestructura de madera y de calidad a espacios del ámbito público, contrastando con evidencia la percepción arraigada de que este material es sinónimo de precariedad. Se abrió la discusión con el mandante sobre el lugar en el que se encontraban, para quién se trabajaba y qué legado se deseaba dejar, lo que impulsó al equipo del sector público, a apostar por la madera.
Elementos utilizados en el proyecto
Para la totalidad de la estructura del proyecto se utilizó madera maciza MGP10 y laminada de Arauco, seleccionada por su calidad y fiabilidad. En los revestimientos horizontales y verticales, tanto interiores como exteriores, se empleó madera termotratada de Topwood; Rothoblaas se destacó en el diseño de soluciones específicas para la unión mediante tornillería; Cutek de Woodarch garantizó la durabilidad y resistencia de la madera ante factores climáticos adversos y Budnik aseguró una calidad innegable en sus insumos.
Estas colaboraciones reflejan el compromiso y la especialización de cada aliado, fundamentales para el éxito integral del proyecto, que exigía la adaptación del diseño y la materialidad a las condiciones del lugar.
Para Leonardo Fox y FVA Arquitectos, esta experiencia sienta las bases para replicar la experiencia ya que “aporta una solución concreta a variables locales y a necesidades particulares de las comunidades y territorios, no solo de la Araucanía, sino de todo el país”.