13 de Diciembre, 2016

La versatilidad de la madera es puesta a prueba por los niños

Silabarios, memorices y hasta un organizador de horario es lo que ofrece Conforma, un emprendimiento de jóvenes diseñadores que busca potenciar el desarrollo infantil.

Un representante de la naturaleza en un mundo artificial. Eso significa la madera para Ricardo Parra, Joaquín Bustos y Pablo Montero, tres jóvenes que tras egresar de diseño industrial, decidieron levantar su propio emprendimiento para explorar este noble material.

“Al principio hacíamos prototipos, algo súper distinto de lo que estamos haciendo ahora. Era más ligado a la ingeniería, a los sistemas electrónicos, al trabajo previo al producto final. Pero siempre tuvimos ganas de hacer algo didáctico, de hacer juguetes”, cuenta Ricardo Parra, director ejecutivo y cofundador de Conforma.

Así, entre proyecto y proyecto, comenzaron a hacer productos para niños. “Las herramientas ya las teníamos y al conversar con nuestro círculo cercano, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y educadores diferenciales, nos dimos cuenta de que todos ellos tenían un problema en común: que las herramientas profesionales para el desarrollo infantil necesitan adaptarse a los diversos niños y no al revés”, explica Parra.

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Por eso, la versatilidad de la madera y su facilidad de producción les pareció la mejor opción. Además de esto, sabían por experiencia que la madera no es nociva ni para el usuario final ni para quien la trabaja, algo que no ocurre así con otros materiales. Pero fundamentalmente destacan las cualidades naturales de la madera: “Para nosotros es como entregar naturaleza al mundo que está un poco alejado de ella”, aseguran.

Llevan apenas seis meses en funcionamiento como empresa y ya cuentan con 12 productos, la mayoría de ellos en madera de pino y raulí. El “Silabario Chin Chan” y “Pandi” son unos de los más exitosos, cuyos nombres fueron puestos por los mismos niños que los testearon en las fases iniciales.

“Aquí encontramos nuestro nicho, porque combina a la perfección nuestra pasión con la retribución de los usuarios finales. Eso es algo que no todo diseñador puede disfrutar, el poder ver en vivo los beneficios de sus diseños”, confiesa Parra. Y aunque los fundadores de Conforma sostienen que el proyecto aún está en pañales, de a poco se van consolidando y afianzando sus redes de contacto.

Los juguetes se pueden personalizar de acuerdo a los requerimientos de los niños, por lo que son ideales como herramientas terapéuticas. Pero también se adaptan a las diferentes metodologías de los profesionales que trabajen con ellos, por lo que son un excelente material didáctico. Esto les permite, dicen, dar soluciones reales, como el proyecto que están desarrollando actualmente: un nuevo material educativo para la enseñanza del mapudungún.

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