El proyecto está emplazado en el sector Pedro de Valdivia de Temuco, zona con grandes problemáticas urbanas y sociales, el cual con el objetivo de generar un espacio público que reconozca su entorno inmediato e interactúe con la escala barrial, busca generar un espacio multiprograma, a través de un conjunto de edificios y áreas verdes aterrazadas.
El árbol: forma, estructura, abstracción y síntesis conceptual que fundamenta la propuesta arquitectónica. Un conjunto habitacional que hunde sus raíces para contener la pendiente y crece para sostener la estructura que soporta lo habitable. Espacios que se proyectan desde su centro estable y se liberan en una piel de celosías, una copa que remata en una frágil plataforma para contemplar la ciudad a la distancia.
El edificio se propone como un desafío estructural que se asemeja en resolución a los edificios brutalistas metabolistas, siempre desarrollados en hormigón, ahora propuesto en madera, un bloque habitacional suspendido que gradualmente libera cargas para llegar a fundarse en un solo apoyo principal, un núcleo rígido resuelto en el mismo material. Esta idea estructural responde directamente al fundamento del proyecto, que busca liberar la planta noble y regalarla a la ciudad convertida en espacio público.
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El proyecto está emplazado en el sector Pedro de Valdivia de Temuco, zona con grandes problemáticas urbanas y sociales, el cual con el objetivo de generar un espacio público que reconozca su entorno inmediato e interactúe con la escala barrial, busca generar un espacio multiprograma, a través de un conjunto de edificios y áreas verdes aterrazadas.
El árbol: forma, estructura, abstracción y síntesis conceptual que fundamenta la propuesta arquitectónica. Un conjunto habitacional que hunde sus raíces para contener la pendiente y crece para sostener la estructura que soporta lo habitable. Espacios que se proyectan desde su centro estable y se liberan en una piel de celosías, una copa que remata en una frágil plataforma para contemplar la ciudad a la distancia.
El edificio se propone como un desafío estructural que se asemeja en resolución a los edificios brutalistas metabolistas, siempre desarrollados en hormigón, ahora propuesto en madera, un bloque habitacional suspendido que gradualmente libera cargas para llegar a fundarse en un solo apoyo principal, un núcleo rígido resuelto en el mismo material. Esta idea estructural responde directamente al fundamento del proyecto, que busca liberar la planta noble y regalarla a la ciudad convertida en espacio público.
