Este proyecto consiste en el diseño de un paradero modular construido principalmente en madera, pensado para zonas en proceso de urbanización, donde la infraestructura pública es escasa o nula. La propuesta responde a una necesidad real: ofrecer un espacio seguro, funcional y digno para usuarios del transporte público en entornos rural-urbanos, a través de una solución eficiente, sustentable y de bajo costo, adaptable a distintos contextos geográficos y sociales.

1. Generación Conceptual

El concepto nace de la observación directa de comunidades ubicadas en zonas de transición entre lo rural y lo urbano, donde la falta de infraestructura básica afecta directamente la calidad de vida de sus habitantes. El paradero se concibe no solo como un punto de espera para el transporte público, sino como un pequeño nodo social y comunitario que dignifica el espacio público. La elección de la madera como material principal es central a la propuesta: su calidez visual y facilidad de trabajo permiten construir un refugio cercano a lo humano, integrado con el paisaje natural y social del territorio.

1. Solución Técnica y Creación de Valor a través del Material

Desde lo técnico, el paradero se basa en un sistema modular, compuesto por piezas estandarizadas de madera tratada, fáciles de montar, trasladar y mantener. Se consideró madera local como pino o eucalipto, tratada con barnices naturales o impregnantes, para garantizar durabilidad sin perder el compromiso medioambiental. El uso de madera otorga valor simbólico y práctico: conecta con oficios tradicionales, reduce la huella de carbono y permite fabricación y reparación a nivel local, fomentando economías circulares en las comunidades.