Doctor en Ciencias Forestales, nació en Barcelona pero decidió vivir en Finlandia entre bosques y lagos. Actualmente es el director del Instituto Forestal Europeo (EFI), que promueve la investigación del sector forestal e informar de los resultados tanto a nivel empresarial como político. El organismo trabaja con 29 países europeos y buscan facilitar la mirada desde la comunidad científica europea para impulsar políticas públicas.
El foco de Marc Palahí está en la bioeconomía circular, el uso de los recursos biológicos para sustituir productos derivados de recursos fósiles, a todas luces un motor de cambio de paradigma para atacar el cambio climático y donde la madera juega un rol fundamental, un tema que profundizará en su presentación durante la Semana de la Madera, en agosto de este año.
¿Cuál es el plan para que el objetivo del EFI tome fuerza tanto dentro como fuera de Europa?
El instituto forestal intenta crear conocimiento científico en el área forestal para apoyar a los políticos y su toma de decisiones y que la unión europea cuente con estudios científicos para tomar decisiones. Uno de los temas principales es el papel de los productos forestales en el futuro para aventajar a la economía fósil que estamos viviendo, y que podamos transicionar a una economía basada en los recursos biológicos. Intentamos mostrar cómo los recursos forestales en el futuro podrán reemplazar a productos fósiles.
¿La celulosa podría ser protagonista el sector textil?
En las últimas dos décadas ha comenzado la transición hacia las energías limpias, pero lo que estamos empezando a desarrollar es la transición hacia los materiales renovables y aquí hay sectores clave como el textil, donde por el aumento de la población la demanda crecerá cien por cien en la próxima década. Entonces no podemos continuar con el poliéster porque es un derivado del petróleo. El algodón viene de plantación desde China e India, donde utilizarán más tierra para la producción de alimentos, por lo tanto necesitamos sustitutos. Es ahí donde aparece la celulosa, uno de los más competitivos por venir de una fuente renovable como son los bosques.
¿Y qué pasa con el sector de la construcción?
Pasa lo mismo. La gente está poblando cada día más las ciudades, el 50% vive en ciudades, pero se espera que eso vaya en aumento en la próxima década y cuando suceda necesitaremos más edificios que tendrán que reducir la huella de carbono, por lo tanto la madera se presenta como una alternativa para reemplazar el acero y el hormigón.
¿Cómo recibe la industria este cambio de mentalidad?
La industria forestal de los países nórdicos como Suecia y Finlandia sobre todo, son muy conscientes, han sido muchas veces los pioneros en el desarrollo de estos biomateriales. A los políticos puede que les cueste un poco más, pero es normal porque llevamos una herencia de 200 años de vivir en una economía fósil y hacer un cambio de paradigma tan importante requiere tiempo. Donde ahora estamos haciendo mucho esfuerzo es en convencer a otros sectores industriales, como el textil, construcción, química, para que también sean conscientes del potencial de los recursos biológicos. El reto no es tanto en la industria forestal, sino convencer a otros sectores industriales tradicionales que han tirado los recursos fósiles.
¿Por ejemplo las empresas constructoras?
Exacto, es un tema bastante complicado porque aquí se ha realizado un loby muy fuerte de la industria del acero y del cemento. Entonces el gran desafío es que los políticos tienen que ser valientes en entregar legislación que promocione el uso de la madera. El reto es llegar al sector de la construcción y que la madera sea un material dominante, en relación al acero y al cemento.
¿Cómo difundir sobre bioeconomía a la masa que puede impulsar los cambios?
Ese tema es de vital importancia que en el futuro difundamos el campo de la ciencia con conversaciones directas. De hecho hemos lanzado un programa dirigido a periodistas jóvenes para informarles sobre la industria forestal, el acceso es un paso clave. Otra parte es cómo explicar este proceso a una persona que quiere ser parte del cambio. Lo podemos hacer de la siguiente manera: durante 200 años hemos vivido bajo un modelo económico basado en recursos fósiles, no son renovables, con eso hemos forjado el crecimiento económico, la red social y tecnológica, pero al mismo tiempo hemos generado consecuencias negativas en nuestro medio ambiente. Hemos cambiado el clima por primera vez en nuestra historia, y ahora estamos destrozando la biodiversidad, estamos degradando la tierra.
¿Entonces cómo frenar ese modelo histórico?
Ese no es un modelo económico que prospere dentro de los límites renovables de nuestro planeta, por lo tanto no se trata de una economía que sea intrínsecamente renovable y ahí tenemos dos grandes líneas de trabajo; por un lado el sector energético, que es pasar de energías fósiles a energía renovable. El otro gran ámbito es que cambiemos a materiales renovables. Nosotros postulamos un cambio de paradigma a nivel de material, por ejemplo el plástico es muy dañino para la vida natural, se podría hacer un cambio hacia plásticos de base biológica, los bioplásticos que ya son posibles.
En Chile se está legislando para la eliminación de bolsas plásticas ¿ese un primer paso para el cambio de paradigma?
Sí, son cambios emblemáticos que llaman mucho la atención y por lo tanto son muy importantes también. Al final es volver a una economía más circular, más eficiente y que tenga base biológica, de carácter renovable, por lo tanto si conseguimos que nuestra economía se base en los recursos renovables estaremos operando dentro de los límites de nuestro planeta.
¿Cómo se ve la posición de Chile en la industria forestal?
La percepción que tenemos desde el otro lado del Atlántico es que Chile es un país de referencia en el ámbito forestal, que está liderando los desarrollos más importantes en el ámbito forestal en Sudamérica, especialmente en lo referente a la construcción en madera.
¿Qué tema profundizarás en la Semana de la Madera?
Principalmente plantear al sector forestal como un sector especial para canalizar un nuevo plan de economía del sector de la construcción, textil, etc. Pero en el fondo presentar una visión más paradigmática del papel que pueden jugar los bosques y la industria forestal para resolver problemas con los que nos encontramos hoy en día, para luchar contra el cambio climático y otros problemas ambientales.
¿Es importante democratizar la información técnica y científica?
Es vital, cuando la masa tenga acceso a la información el cambio será posible, porque al final son los consumidores, que a través de sus acciones, hacen posible un cambio de paradigma económico. Al mantener al margen al consumidor no será posible un cambio, que es lo que necesitamos para combatir el cambio climático y otros problemas ambientales. Es muy importante en ese sentido que el sector forestal sepa comunicar y sepa crear un relato con base científica, pero que sea atractivo para la gente de las zonas urbanas.
Imágenes: Vesa Moilanen, Lehtikuva/ Simon Pugh /Ville Kokkola, Salama Visual.
