5 de Agosto, 2019

Seguro por dentro y por fuera: así se protegió la madera del edificio CMPC

Como está casi íntegramente construido con pino radiata, el edificio ubicado en la Región del Biobío pasó por un proceso de preservación de todo lo que tenía madera: vigas, paredes, techos. La protección de la materia prima fue trabajada en dos momentos, antes de la construcción y una vez ya iniciadas las obras, por dos empresas a cargo de los procesos de tratamiento. Los encargados de esa etapa se refirieron al origen, uso y beneficios de los productos utilizados, como también de la relevancia de proteger a un gigante de lo riesgoso que puede ser la intemperie u organismos nocivos.

Cuando algo así ocurre, no se olvida. Son pocas las ocasiones donde la infraestructura de una institución define al mismo tiempo su visión. Eso ocurrió con la CMPC hace dos años, cuando decidieron difundir el uso de la madera también con la construcción de su edificio corporativo, casi íntegramente con este material.

El piso, las vigas, los pilares, el techo. También gran parte del inmobiliario. Cerca de 1600 metros cuadrados que lo catalogan como un referente de la construcción sustentable en Chile. ¿Cómo se trabajó la materia prima de esta construcción? ¿Qué se aplicó sobre el pino radiata para que se conservara sin problemas? Este caso, uno de los edificios más importantes de Latinoamérica en la construcción en madera, ¿tendrá futuras complicaciones por la radiación, los insectos o la humedad?

Dos empresas fueron las encargadas de la protección del edificio ubicado en Los Ángeles, en la Región del Biobío. La primera hizo un trabajo previo a la puesta en marcha de la obra, tratando la madera con una de las cuatro soluciones químicas que tienen en el mercado. La segunda participó ya iniciadas las labores en la avenida Pedro Stark de “la capital forestal del país”, con un producto internacional que incluso le da más valor como recurso.

Preservante de la madera contra hongos y termitas

Desde 1990 que Lonza Quimetal provee de productos para proteger la madera. Estos son preservantes de aplicación industrial, generalmente en autoclaves, que aumentan la durabilidad natural de esta materia prima y que la hacen resistente a hongos, insectos y perforadores marinos.

Dentro de sus lineamientos se encuentran la constante introducción de nuevas soluciones, como también la atención de los requerimientos provenientes de distintos mercados. Como empresa asumen que esto les permite a sus clientes ser más competitivos y obtener un mayor valor agregado de sus productos.

Andrés Ducaud es su gerente de Operaciones y Nuevos Proyectos, cargo desde donde desempeña la incorporación de nuevas estrategias de preservación, además del soporte técnico para los clientes.

Con anterior experiencia en Fundación Chile, donde estuvo a cargo del control de calidad en los productos madereros, en 1999 ingresó a esta empresa para así acumular la suficiente experiencia en proyectos tan ambiciosos como el de la CMPC. Explica que la solución química utilizada en el edificio corporativo fue Vacson Azure, un preservante tipo LOSP (Light Organic Solvent Preservative) formulado para la protección contra hongos de pudrición y un posible ataque de termitas.

“El tratamiento con Vacsol Azure no cambia las dimensiones de los componentes de la madera y, como el solvente se evapora rápidamente, después de la impregnación no es necesario un secado. Este tipo de tratamiento siempre está pensado para situaciones de interior o exterior, protegidos sobre el nivel del suelo y con resultados inmediatos”.

Es llamativo el efecto protector de este tipo de productos químicos. Su fin es volver a la madera verdaderamente “venenosa”, ya que repele completamente a los distintos elementos biológicos que la atacan. Pese a ese punto, es completamente inofensiva tanto para este material como para las personas y el medioambiente.

Otra de sus características es que no resulta corrosiva para los futuros metales que puedan estar en contacto, además de penetrar profundamente en la madera para generar una permanencia en el tiempo.

“El requerimiento para la obra fue de 30 litros por cada metro cúbico de madera tratada, cumpliendo con los requisitos de la Norma Chilena de Preservación de Maderas NCh819”, refiriéndose a la legislación vigente que establece una clasificación de riesgo en el deterioro del pino radiata, uno de los protagonistas de esta obra. La normativa establecida en 2012 exige cumplir con procesos de impregnación industrial como el que realizaron en Los Ángeles.

Ducaud menciona que Lonza Quimetal tiene una larga historia de cooperación con la industria maderera del país, participando en muchas instancias de índole gremial. Una de sus características, que sería una de las grandes diferencias con sus competidores en el mercado, es su apoyo técnico pre y post proyectos. Experiencias como la de CMPC requieren de una atención especial debido a los constantes avances de la industria a nivel mundial.

“En Chile existen cuatro plantas de tratamiento de maderas con este tipo de preservantes LOSP, las que tienen a otros países como mercados de destino para sus productos tratados. Son principalmente Estados Unidos, España y Australia. Eso lo sabemos, aunque nosotros como empresa, tal como fue el tratamiento de las maderas para esta obra con Vacson Azure, también entregamos los productos para el mercado nacional”.

Aceite estabilizador para la durabilidad de la madera

WoodArch es una empresa fundada en 2015 para traer soluciones arquitectónicas en madera, ofreciendo valor a los arquitectos, constructores y consumidores finales de una obra. Su objetivo es conciliar este material con tecnología avanzada, siendo una de ellas la aplicada en el edificio CMPC para su protección a la intemperie.

Como su Managing Partner, Andrés de Solminihac y esta empresa estuvieron a cargo de todo el proceso de aplicación de un aceite estabilizador de madera. Su nombre es CUTEK y su efecto es hacerla más estable y duradera. Un producto de origen australiano, “un lugar donde el índice de rayos UV es tan extremo como aquí”, mencionando que lo distribuyen tanto en Chile como en Estados Unidos.

“En el edificio CMPC se usó CUTEK Extreme, un aceite impregnante sintético de color Blondetone, un blanco translúcido que cumplió con las expectativas del arquitecto Luis Izquierdo”, dice para luego introducir la potencia de este producto en el material a tratar.

La madera es higroscópica, menciona, lo que significa que siempre intentará equilibrarse con la humedad del ambiente. “Como la humedad sube por la noche, la madera absorbe eso y se expande. Como de día baja por el aumento de temperatura, se libera el agua y se contrae. El problema está en que ese continuo cambio daña sus células y compromete su vida útil”.

El efecto de CUTEK Extreme penetra profundamente la madera gracias a su composición química, permitiendo una movilidad en su interior por un largo tiempo y, dado que cuenta con características hidrofóbicas que ofrecen resistencia al ingreso del agua, las células no sufrirían con los mencionados cambios climáticos. Aminorando posibles curvas y rajaduras extiende de esta forma la vida útil de la madera.

“El suministro de CUTEK para el edificio CMPC superó los cinco mil litros, utilizando stock que manteníamos en bodega junto a un envío desde Australia que se programó con este cliente. La fábrica apoya activamente todos los proyectos en que participa, por lo que se contó con ayuda permanente incluida la visita del Gerente de Desarrollo Internacional, quien capacitó in situ a los maestros pintores de la constructora antes de iniciar la aplicación de la mano final”.

De Solminihac recuerda que como gran parte de la madera de esta infraestructura proviene del pino radiata, recurso abundante, renovable y de precio accesible, pero que presenta limitantes en uso exterior, su producto también generó una propuesta de valor gracias a su aplicación.

“Con CUTEK hemos podido comprobar que su uso eleva las prestaciones del pino radiata, permitiendo que una madera que cuesta un 1/6 del precio de la madera nativa, pueda alcanzar hasta la mitad de la vida útil de esa misma. No solo hicimos la prueba con este caso y con casas de pino en la costa central y lagos y montañas en el sur, sino que también con revestimiento Decofaz y madera laminada de ARAUCO, dejados a la intemperie por seis meses. Con y sin este producto, los resultados quedan a la vista”.

El Managing Partner de WoodArch menciona que la acción protectora de CUTEK comienza desde las primeras horas de aplicado. De manera muy rápida cura el exterior de lo tratado, por lo que una lluvia no la afectaría en esos primeros momentos. CUTEK ecualiza la humedad al interior de la madera, disminuyendo las tensiones que se dan en la madera laminada por construirse a partir de múltiples piezas de madera de diversos orígenes. Con ello CUTEK aminora la delaminación.

“La mayoría de los protectores en el mercado encapsulan la madera para impedir el intercambio de humedad, rodéandola con una película. Sin embargo, el problema está en que esa película se rompe una vez expuesta a los UV por cierta cantidad de horas, dejando pasar el agua y con ello trayendo deterioro. El característico descascaramiento. Lo anterior no ocurre con CUTEK, por ser un impregnante que provee a la madera de estabilidad dimensional y extensión de su vida útil”.


Escrito por Marcelo Salazar
Fotografías cortesía de WoodArch y Lonza Quimetal.
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