24 de Abril, 2017
Mistissini es el nombre de este puente que, ubicado al noreste en la ciudad de Quebec, ha fomentado la expansión residencial y el aumento de las oportunidades económicas para la localidad, posicionándose como uno de los más importantes de Canadá.
Terminado en 2014, el puente mide 160 metros de largo y un poco más de 9 metros de ancho y fue construido por la empresa de diseño y arquitectura Stantec, con vigas de madera laminada y una serie de arcos semi continuos.
Uno de los desafíos que este puente debió considerar fue que, además de concebirse como una construcción amigable con el medioambiente –con huella de carbono negativa─, también debía enfrentar condiciones climáticas adversas, donde las temperaturas pueden alcanzar los -25º C. Por esa razón, y considerando una mayor rentabilidad en comparación con el hormigón, por ejemplo, la madera laminada se levantó como la solución.
Por otro lado, desde el punto de vista de la durabilidad de la construcción, el uso de vigas de madera laminada hace posible eliminar las juntas de dilatación. A esto se suma que todos los rodamientos del puente son fijos, lo cual distribuye los efectos sísmicos sobre todas las unidades de la construcción.
Pero además se utilizaron barandas y una plaza de acero que cubren la pasarela. Y para hacer frente a los posibles daños del agua se introdujo un revestimiento bituminoso y 20 mm de madera contrachapada.
Pero además de constituirse como una solución constructiva efectiva, este puente tiene una carga simbólica mucho mayor para la comunidad, quienes han podido percibir el desarrollo local que la construcción ha generado.
Sumado a esto, está presente el beneficio medioambiental, debido a la disminución de las emisiones de CO2 en comparación con el acero, y el atractivo estético que, sin duda, se logra a partir de la madera.
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