28 de Junio, 2017
La bicicleta es un invento que ya tiene más de dos siglos, pero sigue más vigente que nunca, debido a que es una solución de transporte útil, ecológica y de bajo costo, que tiene un gran valor para las congestionadas ciudades modernas.
Sin embargo, no siempre es posible incluir ciclovías que garanticen un desplazamiento de calidad en cuanto a su eficiencia, seguridad, y atractivo, como por ejemplo en sectores peatonales de gran densidad, autopistas de alta velocidad o entornos naturales particulares.
Buscando aumentar la diversidad de soluciones y permitir la incorporación de un nuevo espacio público en zonas saturadas, un grupo de profesionales de la Universidad del Bío-Bío (UBB) asumió el desafío de desarrollar el primer prototipo en Chile de una ciclovía elevada de madera, cuyo primer tramo de carácter experimental se construirá en el campus universitario de Concepción.
El arquitecto Manuel Suazo, académico de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la UBB, explica: “El objetivo es movilizar el conocimiento y la expertise que tenemos en construcción en madera, lo que se suma a la sostenibilidad asociada al uso de la bicicleta”.
Y agrega: “Si bien el uso como ciclovía va a ser bastante limitado en esta etapa de prototipo, la idea es abrir la posibilidad de que en el futuro se desarrolle algo más complejo, que incorpore una ciclovía en un segundo nivel y que los alumnos, por ejemplo, puedan venir en bicicleta a la biblioteca, o acceder directamente a sus aulas en el segundo nivel”.
Este proyecto, indica Suazo, está abierto a todo tipo de usos. Puede ser usado como parte de la vialidad urbana, puentes urbanos, en que la UBB ha tenido algunos referentes, y ser llevado a las riberas de los ríos o a zonas de alto tráfico. “La idea es utilizar el proyecto para probar soluciones urbanas, aunque también podría ser implementado en áreas rurales como parques naturales, en los cuales hay que tener más cuidado con la construcción e instalación de estructuras”.
¿Cuáles son las ventajas de utilizar madera por sobre otros materiales constructivos como el hormigón armado o el acero? El arquitecto señala que lo principal “es la rapidez del montaje y el bajo impacto desde el punto de vista constructivo, menos peso y en consecuencia menos volumen en cimentaciones e impacto ambiental”.
El proyecto está siendo desarrollado por un equipo de profesionales de la UBB, con un financiamiento interno, a través de un Convenio de Desempeño de Apoyo a la Innovación en Educación Superior, CD InES, logrado por la Universidad del Bío-Bío con el Ministerio de Educación, y que tiene como propósito aumentar significativamente la innovación basada en producción científica de la universidad, con el objetivo de lograr un impacto en ámbitos de la construcción y hábitat sustentable.
A lo anterior se suma el aporte de algunas empresas, entre las cuales destaca CMPC Maderas, que sumó a la propuesta el uso de productos forestales innovadores: madera modificada térmicamente, uso de Eucaliptus nitens, CLT y otros, lo que permitirá evaluar su desempeño físico y mecánico.
Otro de los aportes de este proyecto va por el lado de la innovación en la madera. La estructura principal, pórticos transversales y longitudinales, son piezas compuestas en base a madera aserrada, refuerzos con tornillos y uniones con herrajería metálica.
“Pero también está el uso a nivel estructural para la carpeta de rodado propiamente tal, que es un material de ingeniería de la madera, que reúne dos elementos que son innovaciones no nuestras, sino a nivel internacional: el uso de ‘cross laminated timber’ –CLT─ o contralaminado, y el uso de madera modificada térmicamente, que permite aumentar la durabilidad de la madera”, indica el arquitecto.
Ambos productos tienen importantes ventajas con respecto a otras alternativas. Se trata de madera de eucaliptus nitens, que a través de las placas de contralaminado y de la madera modificada térmicamente, permiten obtener un muy buen rendimiento, tanto desde el punto de vista de su comportamiento mecánico, como de durabilidad al ser expuesta a la intemperie.
José Pablo Jordán, subgerente de calidad y desarrollo de productos CMPC Madera, explica que “tanto las placas de contralaminado CLT como de madera modificada térmicamente los estamos fabricando con eucaliptus nitens y significan un importante desarrollo tecnológico de la empresa. Ambos productos los hemos puesto a disposición de la UBB para que puedan evaluar sus usos en proyectos de alta exigencia estructural”.
El ingeniero Franco Benedetti de la UBB también participa en este proyecto y explica que, aunque aparentemente es simple, este prototipo de ciclovía implica un desarrollo del cálculo de ingeniería de una propuesta arquitectónica que es completamente novedosa: “En esta idea hay complejidades importantes, porque la solución arquitectónica propuesta es bastante original y atractiva. Por eso vamos a construir prototipos y los vamos a ensayar a escala real, para conocer el comportamiento de la estructura propuesta por el arquitecto”.
Añade que este proyecto además busca relevar las ventajas de sustentabilidad de un recurso renovable, amigable con el medio ambiente y arquitectónicamente es muy atractivo.
Benedetti explica que aún no han determinado el costo que podría tener esta ciclovía elevada de madera, pero asegura que es posible afirmar, en forma preliminar, que debería ser muy competitivo “porque con la madera se tiende a la prefabricación, al montaje in situ y a disminuir los tiempos, ya que es una obra seca sin costos altos de montaje”.
Indica que se trata de una “buena idea para instalar esta ciclovía en entornos naturales delicados, como un humedal, una zona de anidación de aves, que sean zonas de atracción turística. Aquí, en vez de instalar una pasarela metálica, resulta menos invasivo y con menor impacto la idea de construir una estructura de madera, que es más armónica con el entorno, que una alternativa en otro material”.
Los otros profesionales UBB que trabajan en el proyecto son Víctor Rosales, ingeniero en maderas, que ha participado en la concepción de la idea, su desarrollo y en la etapa de fabricación del proyecto; Alonso Rebolledo, diseñador industrial del Departamento de Arte y Tecnología del Diseño; Hernán Ascui, arquitecto del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura, que además trabaja en la Oficina Ciudadana de la Bicicleta, OCBI; y los académicos Patricio Álvarez y Alexander Opazo, ingenieros del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad del Bío-Bío.
Publicado originalmente en CormaChile.cl
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