18 de Octubre, 2017
El objetivo era claro: modernizar y mejorar las instalaciones del Centro de Visitantes de la Abadía de Rievaulx, ubicada en las cercanía de las ciudad de York, Inglaterra. Por esa razón, el estudio británico de arquitectos Simpson y Brown fue contactado para generar una propuesta diferente y la solución constructiva se desarrolló con madera.
A partir de la instalación de un pasillo de pino de abeto revestido con blanco translúcido, este espacio adquirió una atmósfera más renovada y dialoga con la curaduría moderna que se realiza en el espacio.
El acabado que se le dio a la madera cumple una doble función. Por una parte unifica la madera y los acabados interiores pero además permite apreciar el aspecto natural de cada una de las vigas que conforman el pasillo.
El objetivo de esta renovación era justamente animar a nuevos visitantes a que recorrieran las ruinas de la Abadía medieval de Rievaulx que actualmente se constituye como una de las que está en mejores condiciones en toda Gran Bretaña.
La estructura de madera que se instaló conforma un marco y crea un nuevo espacio que antes no existía y que ahora da la bienvenida a todas las personas que ingresen a este centro. Por lo tanto, esta renovación arquitectónica aporta al diseño y a la experiencia de usuario, entregando tranquilidad, simpleza y orden.
Una de las novedades de dicha estructura es que hace referencia directa a las columnas y arcos existentes en las ruinas. En ese sentido, cada uno de los marcos que la conforman están conectados por una chapa de CLT y además se dispuso una viga en el techo donde se ubica la iluminación del espacio.
Inaugurado en julio de 2016, este proyecto tuvo una serie de restricciones presupuestarias y de utilización del lugar. Por esa razón, se mantuvo la antigua estructura que también era de madera pero, gracias a la renovación, esta construcción ahora adquiere un rol más protagónico y cualquier persona que lo vea reconoce con mayor claridad que es un sitio de bienvenida.
En este espacio de entrada, el público que visite la abadía puede acceder además a una cafetería y a una tienda de recuerdos. Junto con esto, es un lugar pensado para presentar a los visitantes el recorrido que harán más tarde a través de una exposición artística.
Lo anterior se debe a que este centro está rodeado por amplios ventanales, lo cual permite orientar continuamente la atención de las personas hacia las ruinas. Además, una gran ventana permite la salida a una terraza para los meses más cálidos.
Y junto con haber logrado el objetivo propuesto, este proyecto está siendo reconocido mundialmente ya que es uno de las 34 propuestas finalistas de los Wood Awards, un galardón que premia lo mejor del diseño y arquitectura de Reino Unido y que el próximo mes de noviembre anunciará a los ganadores de su versión 2017.
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