15 de Noviembre, 2017

Cómo las tradicionales tejuelas de madera siguen siendo utilizadas en la actualidad

Se trata de una técnica que se ha desarrollado en diversas partes del mundo. En Chile fue fundamental para la estética y cultura chilota y hoy aún se mantiene vigente a través del trabajo de fabricantes que han permitido que esta tradición perdure en el tiempo.

Trozos rectangulares de madera, superpuestos uno al lado del otro para revestir fachadas de casas e iglesias. Es imagen se repite una y otra vez en diversas construcciones del sur de Chile, siendo la isla de Chiloé reconocida por usarlas mayormente.

Sin embargo, este elemento también está presente en la arquitectura europea. Si bien no existen registros de cuándo comenzó su fabricación sí posible encontrar construcciones medievales rusas que cuentan con tejuelas en las cúpulas de algunas construcciones.

La historia chilena de una reconocida estética

La tradición del trabajo en madera en Chiloé es el resultado de la mixtura entre las culturas prehispánicas y aquellas que colonizaron el territorio, así ha hacia el siglo XIX es posible observar soluciones constructivas en que este material da una solución al clima y así nace la tejuela.

Y es que las tejuelas de madera además de resultar ser una solución estética también cumplen una función muy importante: proteger techos y fachadas del frío y la lluvia. Esto incluso ha permitido que casas con más de 100 años hayan podido sobrevivir hasta la actualidad.

En ese sentido, las tejuelas deben cumplir ciertas características tanto en su materialidad como en sus dimensiones. El mañío, el raulí, y sobre todo alerce, fueron las principales maderas con las que tradicionalmente se fabricaban.

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Respecto a la dimensión tradicionalmente podían alcanzar los 20 cm. de ancho, 1 cm. de espesor, e incluso los 90 cm de largo, de los cuales un tercio quedaba visible. Sin embargo, con el paso del tiempo, por razones económicas, de escasez de material o modificación en las técnicas de construcción, estos elementos redujeron su tamaño. La forma suele ser rectangular, aunque también es posible encontrar cóncavas y redondeadas.

Con el paso del tiempo, y sumado a la escasez de bosque nativo y al desarrollo de nuevas tecnologías, la fabricación de tejuelas comenzó a decaer. Y si antes la tejuela era usada para aumentar la durabilidad de la vivienda, en la actualidad es común encontrarla en base a materiales sintéticos como el PVC o fibrocemento que, a diferencia de la madera original, no tiene la misma durabilidad, por lo que ya no cumplen esa función de preservar una construcción por siglos.

Las tejuelas en la arquitectura contemporánea

La tradición aún se mantiene presente de manera activa en la fabricación de las tejuelas de madera. De hecho es posible encontrarlas en diversos edificios en Norteamérica y Europa con madera de cedro y pino.

Además gracias a la fabricación industrial, ya no existe un tamaño uniformado y las dimensiones pueden varias de acuerdo a las necesidades de cada cliente.

En Chile, empresas como Maderera Valdivia, quienes en 2014 comenzaron una producción, pero esta vez con pino radiata modificado térmicamente, para luego aserrarlo y así fabricar las piezas.

“Nuestra oferta de tejuelas ha buscado apoyar la cultura de construcción en madera que existe; principalmente en el sur de nuestro país y en donde la oferta es cada vez más limitada debido a la escasez de maderas nativas”, explican Tomas Decap, Brand Manager de la empresa que en su mayoría distribuye este producto a clientes particulares, aunque reconoce que cada vez más son las instituciones públicas en el sur del país que muestran interés.

Así esta maderera ofrece un producto que al estar tratado con altas temperaturas, tiene repelencia a la humedad y además su ciclo de vida es más largo, durando hasta 25 años sometido a condiciones extremas de exposición. Además no utiliza químicos.


Imagen principal: © Daniela Galdames / Plataforma Arquitectura

Imagen secundaria: Iglesias de Chiloé

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