26 de Abril, 2018

Inspirados en la obra de Theo Jansen crean “Caminante de Madera” en Talca

Académicos y estudiantes de diseño de la Universidad de Talca tomaron uno de los planos originales del escultor cinético, quien actualmente realiza una muestra en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos.

El grupo de 12 personas, escoltadas por carabineros, atraparon miradas en las calles de Talca a comienzos de octubre del año pasado. La razón, las dimensiones del “bicho”, como llaman de cariño sus creadores a la estructura que sobrepasó las medidas esperadas para un vehículo convencional.

Es que la Escuela de Diseño de la Universidad de Talca decidió romper con las convenciones y arriesgarse a montar una estructura en madera basada en Animaris Rhinoceros de Theo Jansen, escultor cinético radicado en Holanda, quien actualmente realiza una muestra en Santiago, en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos (CNACC)

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La obra que construyeron en Talca estaba destinada a sorprender, y el paso por las 12 calles fue el último esfuerzo del equipo después de tres semanas ininterrumpidas de trabajo, de día y de noche. Todo comenzó cuando la municipalidad invitó a la universidad a ser parte de la Fiesta de la Primavera de Talca, con la fabricación de un carro alegórico. El mismo llamado se había replicado en otras casas de estudio, pero la perspectiva de la escuela de diseño rompió el esquema.

“No queríamos hacer un carro alegórico convencional tirado por un camión, con globos y con una reina arriba. Queríamos hacer algo que no fuese motorizado, dejar abierta la pregunta de ‘qué es este aparato en la ciudad’”, relata Raimundo Hamilton, director de la escuela de diseño de la Universidad de Talca y profundo admirador de la genialidad de Theo Jansen.

Entonces planificaron un Animaris Talquinus, basado en los números liberados por Jansen para que su obra sea replicada en las proporciones correctas. Para la construcción eligieron madera laminada, todo un desafío al considerar que el artista realiza sus estructuras con elementos livianos como el metal o tubos de PVC.

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La preferencia de material tiene relación con la facilidad para obtener madera en esa zona, su maleabilidad y el acceso a maquinaría apta como la cortadora CNC. Además planearon mostrar un producto lejano a la contaminación de un camión y movido por la fuerza de las personas trabajando en conjunto.

Desde el inicio fue un trabajo colaborativo, consiguieron apoyo de Maderas Prosperidad, que auspició parte del proyecto. El terciado de 15 milímetros fue cortado con CNC en la Facultad de Arquitectura, Música y Diseño de la universidad, tras realizar el dibujo en conversión explícita (cast) bidimensionalmente. El equipo se enfocó en cortar 70 planchas de madera, en los planos según el modelo 3D, los ejes de metal y luego armado.

Hamilton lideró las labores en compañía de profesores, plantel administrativo, un grupo permanente de seis alumnos, además de otro equipo dedicado a la propuesta visual que iría en torno al carro alegórico. El proceso fue colectivo, era un proyecto de barrio donde representantes de la comunidad se turnaron para ensamblar, sellar la madera, poner los tornillos, mover, ubicar, cargar y levantar.

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El resultado, una estructura de cuatro metros de ancho y unos dos y medio de largo, con un peso cercano a los 300 kilos. “Fue un sueño y una locura, todo simultáneo, bien quijotesco pensando que Jansen demora un año. El día antes de presentar, cuando estábamos todos desesperados por terminar, busqué en unos foros y vi que la empresa que fabricó el Animaris Rhinoceros se demoró dos años y nosotros nos estábamos demorando tres semanas. Fue una locura entretenida muy desgastante, pero terminamos todos tremendamente felices”, cuenta Hamilton.

El día del desfile confirmaron que 12 personas debían manipular al Caminante de Madera, mientras la reina debía caminar cerca de él por seguridad, ya que era primera vez que se arriesgaban con un proyecto de este tipo. Otra apuesta para el equipo que se presentaba en la Fiesta de la Primavera de Talca, la que comenzó a principios de siglo 20 y se perdió en los años 70.

“Ya en la calle cada uno movía una parte y todo se movía en conjunto. Los que trabajamos seguíamos ahí. Fue un apoyo bastante importante y estaban todos felices porque estaba muy lejos de ser un carro alegórico convencional” agrega Hamilton, quien explica que Carabineros los escoltó debido a que las medidas sobrepasaban el ancho permitido para un vehículo.

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El público lo recibió con sorpresa, “no sabían qué era”, explica quien impulsó el proyecto. El “bicho” atravesó la calle principal del comercio talquino y quienes lo guiaban notaron la curiosidad de los asistentes. A pesar de la expectación por la novedad el premio del jurado no favoreció al Caminante de Madera ni a su reina, por no cumplir con el estándar de carro alegórico que lleva a la candidata sobre la estructura.

El equipo asumió que su apuesta fue aventurada pero llamativa, distinta e inolvidable, tanto para quienes lo construyeron como para quienes vieron solo el resultado final, el mismo jurado que no pudo premiarlos los felicitó por el trabajo y valentía. Según Hamilton: “Fue más la puesta en escena de hacer este aparato caminante maravilloso. En el fondo fue un regalo de la universidad a la ciudad donde todos quedaron bastante sorprendidos por lo poco convencional de la propuesta”.

Sin embargo, con esta iniciativa abrieron la puerta para un nuevo desafío. “Esa era la idea, lograr que el carro alegórico fuese mucho más ecológico y complejo, que fuese un reto totalmente diferente que mezcla el arte y la ciencia, ese que ese es el gran valor”, agrega.

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Este carro alegórico poco convencional finalmente fue desarmado, y de volver a construir otro ya saben que deberán bajar la escala y mantener el sistema de rótulas en el que atravesaron los ejes con tubos de fierro para conseguir el movimiento de la madera terciada.

Hamilton señala que en esas jornadas se unieron como escuela y con la comunidad. “Éramos como unos personajes raros trabajando en un galpón de la universidad todo el día y la noches. Como escuela de diseño para nosotros es importante participar en estos retos que son una mezcla de arte y ciencia porque creemos que de alguna manera hay que desarrollar la disciplina más allá de lo convencional”.

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