26 de Abril, 2018
Una máscara de la Fiesta de la Tirana, Violeta Parra y hasta un indio pícaro. Cualquiera de estas imágenes nos lleva a la delgada franja de tierra al sur del planeta, con geografía única, paisajes reconocidos mundialmente y un sinnúmero de tradiciones. Esa parte de la imagen de Chile es la que una diseñadora y un comunicador audiovisual y han decidido plasmar en originales souvenirs.
María Sara Rivas y Fernando Daza dieron vida al Rey del Pin, un emprendimiento que desarrolla piochas de madera con diseños originales que representan al país, a través de su lenguaje pictórico característico.
“Consideramos que potenciar las distintas imágenes representativas de Chile, contribuye al creciente desarrollo turístico nacional, siendo además un formato de souvenir no explotado y de alta conexión con quienes lo adquieran”, afirman en su sitio web los creadores de este emprendimiento.
A partir de maderas nativas de raulí, mañío, caoba y coihue, estos objetos tienen carácter coleccionable, y están hechos para ser usados también como joyas. La idea es rescatar personajes, tradiciones y todos aquellos elementos característicos del imaginario cultural para luego difundirlo y explicarlo de manera sencilla.
Pero además, la madera en sí misma, aparte de constituir la materialidad de estos objetos y sin duda aportar a una mayor durabilidad, también se constituye como un valor agregado. Esto porque es un material presente en todo nuestro país, en distintos tipos y según la región de referencia, enriqueciendo cada zona geográfica e impulsando también una base de industria nacional.
Las piochas talladas son de un tamaño fácil de transportar. Para fabricarlas se rebaja la madera a 3 mm y luego se hacen los cortes con un láser para, finalmente, pegar los broches. Además, cuentan con un packaging explicativo que entrega detalles de cada una de ellas, de las características principales del ícono que fue seleccionado, su historia y por qué representa al país.
¿Por qué optaron por diseñar piochas? Fernando explica que se dieron cuenta de que el mercado aún no las ofrecía. “Vimos la poca explotación del formato pin y la poca variedad de nuestra cultura en el formato souvenir”, destaca.
Cada una de las piochas revela los íconos del país y están ordenadas en tres grupos: zona norte, centro y sur. En cada uno de estos grupos se pueden ver representados lugares turísticos, flora, fauna, objetos y personajes.
De esta forma, es posible encontrar piochas con cactus de copiapoa con el flamenco chileno, otras donde es representado un kultrún, el rostro de Pablo Neruda, San Pedro de Atacama a través de su iglesia o Valparaíso a partir de los míticos ascensores que se desplazan por los cerros.
“Apostamos a que existirá una identificación con el uso de la piocha como souvenir cultural informativo, decorativo y multiuso, además de ser accesible a un gran público por su precio y calidad que lo hace durable”, explican Fernando y María Sara.
Además de estos originales pin, sus creadores tienen puesta la mirada en el futuro. Las imágenes representativas de Chile tienen un gran potencial, por lo que podrían expandirse a otros soportes como llaveros, postales u otros productos de merchandising.
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