3 de Abril, 2019

Relojes de madera fabricados en Chile destacan por su diseño y sustentabilidad

Desde 2014 el chileno Ángel Andraca, junto a su socio Maximiliano Klapp, puso en marcha la marca Ttanti, que en lengua kunza significa “semilla”. La maquinaría de los relojes se fabrica en Suiza, mientras que la correa y anillo (de madera) en Chile. Partieron con un modelo y hoy comercializan seis, destacando por su elegancia y diseño.

Mientras en 2012 cursaba el magíster en innovación y diseño de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), el ingeniero comercial de 31 años, Ángel Andraca, comenzó a familiarizarse con el software y máquinas para cortar madera. Lo que partió como actividades prácticas en los laboratorios de la UAI, terminó por despertar su curiosidad. “El primer reloj fue hecho por mí y 100 % de madera. No quedó bonito, pero la idea estaba clara: era posible hacerlo”, recuerda. Luego vino el segundo, lo posteó en Facebook y recibió el apoyo de familiares y amigos.

Relojes de madera Tanti

A finales de 2014, gracias a un capital de Corfo, logró producir 200 relojes junto a su socio Maximiliano Klapp. Ese fue el puntapié inicial de la marca que en lengua kunza significa semilla. “Los relojes cumplen un rol esencial en el mundo de la moda, pero aun así en Chile no existía una propuesta autoral, que destacara en diseño y tuviese incorporada la sustentabilidad”, detalla Andraca sobre su visión inicial. .

En diciembre de 2015 comenzaron una campaña para obtener financiamiento a través de Kickstarter. La particularidad de esta plataforma es que permite que el fondo se obtenga a través de una especie de trueque: la persona que dona (desde cualquier parte del mundo) obtiene un regalo del emprendimiento que está apoyando. “Los montos de las donaciones iban desde los US$ 5 a los US$ 10 mil. En el primer caso, la recompensa era más bien simbólica y consistía en recibir información periódica acerca del proyecto, mientras que quienes dieran US$10 mil recibían la colección completa de seis relojes y 12 correas, además de un viaje a la Patagonia. Por un solo reloj, el aporte debía ser de US$189”, recuerda Andraca.

Ese paso no solo les sirvió para obtener dinero, sino también para mostrar su producto frente a otros actores de la industria y posicionarse en los mercados estadounidense y europeo. También para recibir críticas o sugerencias de marcas que ya llevaban años en el negocio.

Para las primeras colecciones, Andraca y su socio tomaron referencias de reconocidas marcas de relojes que estaban experimentando con madera como Tissot, Nomos y Cartier. De manera más local, pidieron consejos sobre el trabajo en cuero a las marcas chilenas Coyote Bags y Mr&Ms. Y en cuanto a madera, a lentes Karün.

Hoy cuentan con seis modelos donde el roble, la lenga y el aromo son los protagonistas, todos de diseño propio. La maquinaria del reloj la fabrican en Suiza, mientras la correa y el anillo se realizan en Chile. No cuentan con taller propio, sino que externalizan la manufactura con la fábrica NoOrdinaryThings.

Haciendo un balance, Andraca dice que han tenido éxito, pero que les ha costado llegar al consumidor final. “Es difícil seducirlo”, asegura. Es por esto que han invertido mucho en campañas de marketing digital. Aún no hay un punto de venta físico, por lo que están entablando conversaciones para vender en retail o tener una tienda propia. De momento solo lo hacen a través de su sitio web.

Patagonia, diseño y viaje

Para concursar por el financiamiento en Kickstarter, Andraca tuvo que producir un video explicando su idea. Para él no fue una tarea fácil. “Había que identificar los pilares de nuestra empresa y lo que nos hacía diferentes. Luego de elegirlos, había que saber comunicarlos”, recuerda.

Los tres conceptos que definió sobre su proyecto fueron “Patagonia”, “diseño” y “viaje”, y se inspiró en las travesías de los viajeros que cruzaron Tierra del Fuego. “No era solo ofrecer relojes de madera, sino una nueva manera de ver la vida. Una nueva mentalidad, basada en el estilo de vida de la gente de la Patagonia: donde el tiempo pasa más lento y todo gira en torno a las experiencias en el camino”, explica.

También destaca la importancia de que una marca cuente con sitio web y con alguna red social como Instagram o Facebook.Relojes de madera Tanti

Para la parte de madera de los relojes, hecha con roble, lenga o aromo, recogen retazos de madera en la Patagonia o seleccionan madera proveniente de bosques de manejo certificado por el Forest Stewardship Council (FSC). Luego, en el taller, se cepilla y deja lisa para dar forma a las piezas del reloj utilizando una máquina CNC para hacer los cortes. Posteriormente, las piezas son lijadas y ensambladas manualmente y se les aplica sellante certificado para mantener el estado óptimo de la madera. Finalmente se inserta la maquinaria del reloj, los accesorios y las correas de cuero.

Respecto a las ventas, su balance es que ha sido difícil, pero tiene esperanzas. También le gustaría que surgieran más proyectos como Ttanti. “Se necesitan más marcas que se comprometan con la economía circular, la sustentabilidad, el cuidado al medio ambiente y el respeto a los pequeños productores”, agrega.

Ha notado que para los chilenos el precio de los relojes es alto, pero para Ángel Andraca eso no es un problema porque el mercado al que apunta está afuera. Por ejemplo en Japón les ha ido muy bien debido a que los productos con madera resultan muy innovadores. “El e-commerce permite que vendamos en Europa, Estados Unidos y Asia con un solo click. Esto es muy positivo, porque nos hará llegar aún más al consumidor que queremos conquistar, a aquel que valora realmente el componente de la sustentabilidad”, concluye.

Relojes de madera Tanti

Escrito por Diego Zúñiga


Fotografía cortesía de Ttanti
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