Isabella Plimon: “Debería ser posible implementar una estrategia de bioeconomía en todas partes, pero será diferente en cada lugar”

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La directora de Bioeconomía y Tecnologías de Innovación de Austria comenta la importancia de la bioeconomía en todos los sectores económicos y que, debido a las fortalezas de cada territorio, tendrá un desarrollo diferente dependiendo del país. Concretamente en Austria tienen una estrategia de bioeconomía –actualmente en fase de implementación– mediante la cual tratan de reemplazar los recursos fósiles por renovables, entre otras acciones como cambiar la forma en la que consumimos y generamos residuos. En definitiva, una estrategia para ser más conscientes con el medio ambiente, ya que su economía está muy ligada al sector forestal.

Isabella Plimon, directora de Bioeconomía y Tecnologías de Innovación del Ministerio Federal de Austria para la Sustentabilidad y Turismo, estará presente en la Semana de la Madera impartiendo una charla en el seminario sobre bioeconomía, tema central en el evento de este 2019. Comentará las políticas implementadas en el caso austríaco y la estrategia de bioeconomía en la Unión Europea.

La lucha contra el cambio climático, por conseguir recursos más amigables con el medio ambiente, es primordial en la actualidad, y no es específico de un sector. Por ello, Plimon comenta que aunque la industria forestal es el uno de los principales sectores económicos de Austria, y que están trabajando en su relación con la bioeconomía, “no es el único sector. También tenemos que mirar a nuestros residuos porque tenemos que ser más eficientes con el uso de nuestros recursos, y creemos que realmente lo que podría considerarse un desperdicio hoy podría ser realmente un gran recurso tal vez en el futuro”.

Actualmente, la estrategia de bioeconomía viene directamente del Gobierno en Austria, teniendo ministerios de investigación como principales socios, pero también existen universidades, centros de investigación y empresas para que “todo el mundo pueda dar las mejores ideas sobre qué debemos implementar en Austria y cómo la estrategia tiene sentido para nosotros”.

Gracias a la investigación en este país, se han creado instalaciones para ayudar a las personas a entender este nuevo concepto, por ejemplo, para ayudar a los agricultores con información sobre lo que crecerá bien en el futuro. “Tenemos un centro de bioeconomía establecido que funciona desde hace un año. Se están enfocando en temas relacionados con la silvicultura, el uso de la tierra… Vemos que esto ayuda a  personas que necesitan información, porque es más fácil contactar e informarse si saben que hay un centro de bioeconomía allí”.

¿Cuáles son los motores de la bioeconomía?

Pensamos que es la bioeconomía es una forma de actuar contra el cambio climático, ayudar al medioambiente y también de que puede ayudar a comunidades rurales a generar crecimiento. Ahora básicamente estamos trabajando en reemplazar los recursos fósiles por recursos renovables. El cambio climático es uno de nuestros principales motores, pero también pensamos que se puede crear valor añadido en regiones. Además, revisando la estrategia de bioeconomía en Europa, uno de los grandes impulsores de la bioeconomía, además de la política climática y energética, es el uso de recursos de forma eficiente. Tratamos básicamente de tener pautas para lo estamos haciendo en función de los objetivos de desarrollo sostenible.

¿En qué punto se encuentra la estrategia de la bioeconomía en Europa?

La Comisión Europea relanzó la estrategia de bioeconomía existente el año pasado. Antes era más la bioeconomía basada en el conocimiento, centrada realmente en la investigación, el desarrollo y la innovación, y ahora dieron el paso hacia la implementación. Para mí, lo nuevo en la estrategia de bioeconomía fue que se encontraran proyectos concretos también en regiones, es decir, hacer que también las regiones trabajen en el concepto de la bioeconomía.

A nivel europeo, la estrategia empezó con un fondo para la bioeconomía. Empezaron todo un mecanismo de financiamiento como hace medio año donde anunciaron que creaban este mecanismo. Ahora podemos ver cómo la bioeconomía es un concepto que también está apareciendo en los nuevos mecanismos de financiación.

Y en el caso concreto de Austria, ¿en qué se encuentra la estrategia de bioeconomía en el momento?

En Austria vamos hacia la implementación en nuestra estrategia de bioeconomía. Pero estamos aún en proceso porque en septiembre tenemos una elección de nuevo Gobierno, y como yo estoy trabajando para un ministerio, ahora estamos en este periodo de transición.

¿Cuál fue el punto de partida en Austria?

Para nosotros el punto principal de partida de la estrategia se basa en nuestros objetivos climáticos y energéticos para 2030, por lo que tenemos leyes de la UE muy estrictas que debemos cumplir como país. Lo llamamos nuestra misión 2030, donde básicamente tenemos esquemas de cómo estamos tratando de reducir nuestras emisiones de C2, mejorar las energías renovables y mejorar la eficiencia energética. Esta estrategia tiene 12 proyectos específicos, diría proyectos faros. Uno de ellos fue la bioeconomía, y para nosotros fue el inicio.

¿Cuál es el próximo paso en su país?

Lo que ahora estamos tratando de hacer es analizar las leyes que tenemos en este momento en Austria, para saber realmente qué podría tentar al uso de recursos renovables, porque a veces las leyes existentes (ni siquiera intencionalmente) no apoyan estos recursos, sino que está basado principalmente en recursos fósiles establecidos. Así que echaremos un vistazo a las leyes, para ver si hay algún cambio necesario.

Y lo otro, aunque no está directamente relacionado con la bioeconomía, es la discusión sobre los plásticos en el océano. Austria implementará una prohibición de las bolsas de plástico. Esto comenzará en 2020. Por lo tanto, este es un ejemplo del gobierno para decir: “Por favor no use los recursos fósiles, intente ser ​​más sostenible en la forma en que consume”.

¿Cuáles han sido algunas de las acciones particulares para desarrollar esta estrategia?

Lo que realmente estamos trabajando ahora es especialmente con respecto a las energías renovables. Los sectores de la vivienda también ofrecen incentivos a las personas para usar recursos renovables porque, por supuesto, también en Austria tenemos el problema de que la mayoría de las veces son más caros que los regulares.

Así pues las acciones concretas se están realizando en el sector de la vivienda.

Ahora tenemos una campaña que se llama “Get ride of fusel fuel”, donde personas que usan sus viejas máquinas de gas implementan una nueva forma de calentarse que incluye biomasa, reciben una ayuda. También tenemos en un nivel más general leyes implementadas que apoyan a las compañías de energía que, por ejemplo, se basan en la enseñanza sobre biomasa.

¿Entonces la bioeconomía está enfocada hacia unos sectores determinados?

La bioeconomía no está solamente enfocada en un sector, sino que es transversal, ya que el foco está puesto en dónde podemos realmente reemplazar los recursos fósiles. Tenemos que examinar lo forestal, la gestión de los residuos… pero también los sectores de la agricultura y el agua. Desde luego, hay algunos productos ya establecidos, pero también hay nuevas soluciones.

¿Antes no era transversal?

Yo creo que, antes de que tuviéramos la estrategia holística, cada sector estaba trabajando específicamente en su campo de experiencia, y ahora lo que realmente estamos tratando de hacer es conectar a los diferentes actores de los distintos sectores, tratando de obtener una visión general de lo que está sucediendo. Porque la bioeconomía necesita recursos renovables, y los recursos renovables son limitados, así que tenemos que prestar atención a nuestro patrón de consumo. No está vinculado a un sector, sino que necesitas que todos los actores entren la discusión, y este es uno de los mayores desafíos para convertirnos en eficientes con los recursos.

¿Cómo se ve el cambio en los sectores ya establecidos?

Hemos estado construyendo casas hechas de madera desde hace cientos de años, pero ahora por ejemplo -concretamente hace un par de meses- hemos construido el rascacielos más alto de madera en Vienna. Esto es definitivamente una evolución en la forma que vemos que está desarrollándose la innovación incluso en los sectores establecidos. Desde mi punto de vista, también es un desafío porque el término bioeconomía no es algo irreal. Está ahí fuera. Creo que hay muy buenos ejemplos como el rascacielos de madera recién inaugurado a través de los cuales la gente ahora puede decir que de verdad estamos trabajando en ello.

¿La gente entiende la necesidad de este nuevo modelo?

Nosotros como equipo también estamos trabajando muy de cerca en el programa de financiación que respalda los sistemas de calefacción renovables, y tuvimos personas quieren hacerlo. Así que creo que hay gente que quiere cambiar, pero tenemos el problema que es costoso sustituir el sistema de calefacción. Entonces, es la cantidad de recursos que tienes a los que se pueden dar fondos, cuánto apoyo necesita la gente, y creo que esta es la discusión que estamos llevando a cabo. Así que creo que las personas quieren cambiar pero, por supuesto, también necesitan el dinero para montar su antiguo calentador de aceite, por ejemplo, y obtener un nuevo sistema renovable. No es gratis.

¿Hay algunos sectores más recelosos que otros al cambio?

Con respecto a la bioeconomía, desde luego que hay algunos sectores que temen que este nuevo concepto no sea bueno para el negocio, por así decirlo, y creo que el principal desafío para todos los que trabajan en este campo es centrarse principalmente en las oportunidades y no tener tanto miedo de lo que pueda pasar. Creo que es algo en lo que realmente deberíamos centrarnos en las oportunidades de algunas tecnologías realmente buenas que ya existen y con las que realmente podemos crear áreas de ganancias que no podrían haber existido antes.

Concretamente la industria forestal es una parte principal de la estrategia de bioeconomía en Austria. ¿En Europa, cuáles son las áreas principales?

Para nosotros la silvicultura en Austria es una de nuestras fortalezas. Austria es un país sin salida al mar, así que para nosotros, la economía azul nunca es tan importante como en otros países. También sabemos que, por ejemplo, Finlandia y Suecia están muy basados ​​en la industria forestal, que tienen un enfoque realmente específico en la silvicultura. Pero por ejemplo en la estrategia de bioeconomía alemana, se centran más en la industria química basada en lo que está sucediendo allí. Por eso creo que realmente todos los países tratan de construir una fortaleza al desarrollar una estrategia de bioeconomía.

¿Cómo pueden implementar estrategias de bioeconomía en otros países como en Chile?

No tenemos un tamaño único que se ajuste a todos, por lo que todos los países que quieran trabajar en esa área probablemente deberían considerar qué tipo de recursos, productos e innovaciones ya se pueden construir en el país. Como entiendo, son 17 millones de kilómetros cuadrados de madera en Chile, así que eso es mucho. Simplemente creo que cada país necesita echar un vistazo a qué tiene, cuáles son los recursos naturales en los que podemos construir y luego tomarlo desde allí. Así que creo que debería ser posible implementar una estrategia de bioeconomía en todas partes, pero será diferente en cada lugar. Como dije antes, Austria es un país sin litoral, nunca tendremos una bioeconomía azul, nunca será el gran sector para nosotros, por lo que cada país tendría que adaptarse a los recursos que tenga.

¿Cuál es el desafío concreto para la industria forestal?

Creo que el problema de los recursos naturales, la eficiencia en su uso y la sustentabilidad es algo que todos los sectores deben tratar o tratar de abordar cuando se trata de la bioeconomía. Y especialmente con respecto a los sectores forestales. Tenemos leyes muy estrictas sobre el manejo forestal sostenible en Austria, y también estamos trabajando muy duro para lograr que esta forma sostenible sea aprobada a nivel europeo. Y estaremos muy contentos si podemos discutirlo a nivel internacional, porque si queremos usar eso como un recurso en el futuro, estamos convencidos de que tenemos que asegurarnos de que haya una producción sostenible detrás. Definitivamente creo que el gran reto de la industria es la adaptación al cambio climático.


Escrito por Raquel Lop
Fotografía cortesía de Paul Gruber /BMNT. Interior: Paul GilmoreUnsplash
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