De estudiante a profesor: el paso del chileno Gerardo Armanet por el Wood Program de Finlandia

EL PASO DEL CHILENO GERARDO ARMANET POR EL WOOD PROGRAM DE FINLANDIA

El arquitecto UC participó del Wood Program de la Universidad Aalto, un postgrado intensivo de un año que ofrece especialización en diseño y construcción en madera. Al finalizar el curso, el director del programa le ofreció a Armanet quedarse como profesor, por lo que su estadía en Finlandia se alargó. De su experiencia lo que más destaca es la enseñanza: basada en aprender desde los errores y en la autonomía de los estudiantes para proponer ideas.

Café y libros. Esos gustos se ven reflejados en la oficina que ocupa Gerardo Armanet, donde la pared –alta, blanca– alberga una repisa de cinco filas repleta de libros sobre arte, diseño y arquitectura en diferentes idiomas, además de dos cafeteras. El espacio se ubica en la casa de su hermana, Sofía Armanet, quien junto a su esposo, Tomás Folch, son dueños del antiguo y remodelado lugar en Providencia, el que también funciona como oficina de la firma de ambos.

El arquitecto de la Universidad Católica llegó hace tres meses a Chile. Estuvo de 2017 a 2019 en Finlandia participando del Wood Program. Mientras concede esta entrevista, apoyado sobre un amplio mesón blanco donde está su computador y también un tazón con café, muestra las fotos de lo que fue su experiencia en este postgrado. Se pueden apreciar los talleres, las pruebas de prototipos 1:1, 1:10 y 1:20, prueba de uniones en el laboratorio. También se puede ver la dinámica grupal: todos muestran sus maquetas y los avances más concretos.

En cuanto a la especialización en madera, previamente había cursado un diplomado en construcción civil en la UC. Su motivación por aprender más lo llevó al Wood Program. Al finalizar el año de duración, el director de la carrera le pidió que se quedara como profesor y sacara adelante el proyecto que presentan los estudiantes. Armanet se sorprendió porque no tenía dicha experiencia previa. Estuvo dos años y regresó a Chile “porque el clima era demasiado duro”.

Lo que más destaca de Finlandia es el método de enseñanza de aprender desde el error. “No existe una idea que por sí misma venga solucionada”, señala. También le sorprendió el hecho de que le pidieran continuar como docente: “Eso te habla de la mentalidad del finlandés. Si ven a alguien con las capacidades le van a dar una oportunidad. No son prejuiciosos, no les importa el estatus de la persona. No me preguntaron nada más de lo que vieron en mi CV y portafolio”.

Ejerce desde 2004, pero en 2009 fundó la oficina Altamirano Armanet, con su socio Andrés Altamirano, también arquitecto de la UC. Lleva 20 años trabajando con la madera y afirma que desde ese entonces ha sido un camino difícil. “Hemos construido todo lo que hemos diseñado”, dice.

En su experiencia, ¿cómo ha ido enfrentando el escepticismo la madera?

–Aprender a diseñar en madera requiere especialización y, por parte nuestra, ha habido una trayectoria de ensayo y error, sobre todo cuando íbamos saliendo de la universidad. En la norma de construcción ha habido (y hay) varios aspectos al debe, pero actualmente el de incendios es bastante claro, además del rotulado de madera, que se está viendo. También ha ayudado mucho el mirar hacia afuera, lo que otros países están haciendo.

De los primeros proyectos diseñados y ejecutados en madera, ¿cuál lo marcó más?

–La aproximación a la madera fue más de piel, de guata. Me fui dando cuenta en la experiencia de una eficiencia en la construcción. Había una satisfacción en el equipo de trabajo y en el cliente. Y también nosotros quedábamos más contentos porque la madera te da muchas posibilidades desde el punto de vista del diseño. El primer proyecto que más recuerdo es de 2004: nos lanzamos con una casa en la playa con mi socio y tuvimos que investigar un montón.

Aprender desde el error: la filosofía del Wood Program

Es un postgrado en arquitectura, pero que en la práctica también ha sido cursado por profesionales de la construcción, ingeniería e incluso escultura. La Universidad Aalto, cuyo nombre es en honor al diseñador y arquitecto finlandés Alvar Aalto, se ubica en Helsinki y lleva 25 años impartiendo este magíster. Es internacional: priman que exista gente de todos los continentes. Es intensivo: según Armanet los estudiantes están de lunes a domingo, por eso le dicen “el reality de la madera”. Existe un ramo principal, que es el taller, donde convergen los otros ramos teóricos que van desde cursos sobre sustentabilidad, propiedades de la madera, historia de la madera en Finlandia, entre otros. En el taller práctico, al final del curso, los estudiantes construyen un proyecto dentro del país. Primero hay un concurso interno con los estudiantes del taller y el proyecto ganador es el que se realiza entre todos. Hacen ejercicios de construcción, van probando modelos y diseñando el del proyecto final.

–¿Cómo fue la postulación?

Postulé entre abril y mayo del año anterior, o sea 2016. Te piden tu CV, portafolio y una carta con tus motivaciones. Seis meses tarda la respuesta. Les interesa mucho que tengas experiencia en oficina, en construcción con madera.

–¿Cuáles fueron los ramos que más le gustaron?

Además del taller principal, de los paralelos me gustó mucho “Herramientas para un diseño constructivo sustentable”, donde te enseñaban a usar un software para desgranar el edificio y calcular la huella de carbón. E “Introducción a las propiedades de la madera”, que la impartía la facultad de ingeniería.

–Al programa le interesa contar con participación internacional estudiantil, ¿qué imagen tienen de Sudamérica, de Chile?

En Finlandia hay una referencia de Chile. Los finlandeses se sienten en el extremo del mundo y buscan el otro extremo y están al tanto de Chile. Saben que hay bosques, que hay minería, aspectos comunes con Finlandia. Los arquitectos chilenos son conocidos en Europa, por ende se ha dado espacio a un reconocimiento.

–¿Qué fue lo que más le gustó del sistema educacional finlandés?

La pedagogía de Aalto es que los profesores no pueden dar una idea, los estudiantes proponen. Lo principal es el error. La filosofía finlandesa es que los estudiantes aprenden gracias a la memoria corporal: hacer cosas, equivocarse y volverlo hacer. En el diseño y en el armado de prototipos, se equivocan y vuelven a corregir. Llegan a un excelente resultado. Los estudiantes en Chile esperan mucho la instrucción. Allá el estudiante define y el profesor lo guía.

El proyecto final: un paradero para una estación de trenes

Tras la petición de quedarse un año más como profesor, Armanet guió el proyecto de los estudiantes de la generación 2018-2019. “Ferrocarriles de Finlandia necesitaba construir nuevos paraderos, con el apoyo del gobierno finlandés, quienes sabemos potencian mucho el uso en madera. Ferrocarriles le pidió a Aalto el desarrollo de un prototipo replicable. Así surgió la idea. El paradero se ubica en la ciudad de Koria, a dos horas desde Helsinki”, explica.

En los últimos dos meses del primer semestre se comenzó el concurso del proyecto. Primero se seleccionaron cuatro. Siguieron trabajando una ronda más y finalmente se seleccionó la propuesta que pertenecía a una estudiante japonesa. El segundo semestre, en tanto, consistió en concretar la obra: fabricación de los elementos, revisión de planos, montaje de prueba en la universidad, testeo en los laboratorios de los puntos críticos, cortar las partes con CNC. En Finlandia el semestre finaliza en mayo, por lo que el paradero se montó oficialmente la primera semana de junio de 2019. Participaron 18 estudiantes, quienes viajaron dos horas desde Helsinki a Koria y demoraron ocho en la construcción.

El paradero, gracias a su forma geométrica, recrea un bosque finlandés. La estructura está compuesta por tres módulos más el techo. Dada la forma irregular, el alto va variando entre 4 metros y 2,5. Posee dos bancas, un sector para estacionar bicicletas y otro que funcionará como boletería. El material principal es spruce, madera que proviene de una conífera, mejor conocida como pino finlandés.

–¿Cómo fue el recibimiento?

Muy bueno, sobre todo en la comunidad. En este caso es un tren que pasa dos o tres veces al día y están poco tiempo esperando. Tienen que haber diferentes tipos de modelo para que pueda desarrollarse en otros lados de Finlandia.

–¿Algo así en Chile tendría lugar?

Aquí también hay skaters. Fui al mes a ver y ya había marcas. Este es un prototipo universitario, pero con mejoras podría ser replicable. Yo creo que cuando a la comunidad le gusta, lo cuida. En Chile pasaría lo mismo si la gente se siente dueña y fue parte del proceso.

Actualmente, Gerardo Armanet está impartiendo clases en la Universidad Católica de Temuco. Dice que intenta incorporar en el taller algunos conceptos aprendidos en el Wood Program. En paralelo, sigue diseñando y desarrollando proyectos en madera en su oficina.


Escrito por Diego Zúñiga
Fotografías cortesía de Tuomas Uusheimo
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