Parque Santa Olga contará con innovadora pasarela de madera que culmina con un muelle voladizo

StaOlga

13 de Enero, 2020

El nuevo Parque Santa Olga, ubicado en la localidad del mismo nombre que fue devastada por el incendio de 2017, es un proyecto auspiciado por CMPC y diseñado por la oficina del arquitecto Matías Zegers. Esta propuesta incluye una plaza, un sendero y una innovadora pasarela de madera que culmina en un muelle sobre la quebrada del lugar.

Luego del gran incendio de 2017 que destruyó la localidad de Santa Olga en la región del Maule, el arquitecto Matías Zegers fue invitado por la Universidad San Sebastián (USS) a dictar un taller que estuviera asociado a alguna iniciativa real con impacto social. Fue ahí cuando se contactó con CMPC para saber si realizarían algún proyecto o donación para la reconstrucción del lugar, y se encontró con el proyecto de la empresa de construir un parque en la quebrada de la localidad, donde previo a la catástrofe existía una toma de 32 viviendas.

Así comenzó a trabajar con los alumnos de la USS en la primera etapa: estudiar la geografía de la zona y hacer el primer esbozo de la gran pasarela de madera que propusieron para recorrer los tres kilómetros de la quebrada. Ese fue el punto de partida para diseñar el proyecto completo. De ahí en adelante el arquitecto trabajó solo con su oficina, principalmente porque los tiempos y continuidad de la obra no compatibilizaban con los de la universidad.

La pasarela de madera cuenta con una gran particularidad: la creación de un muelle, compuesto por una estructura de 80 metros de largo por cinco de ancho, que termina con un voladizo a 40 metros de altura sobre el fondo de la quebrada. La propuesta nace desde la idea de que éste sea un lugar de encuentro, donde las personas puedan reunirse y hacer comunidad.


Registro nocturno de la pasarela iluminada  / Vicente Fernandez

“Este muelle tiene que ser habitable, siempre lo pensamos desde ahí, cómo se ocupa esto, cómo se transforma en un lugar de emociones. Por ello, junto a las paisajistas pensamos en convertirlo en un túnel verde, para lo que diseñamos una especie de canasto de madera que se va a tupir con plantas. Esto es posible gracias a la tecnología existente, ya que el diseño es un tejido de madera que tiene uniones en todos los sentidos”, explica Zegers.

En su construcción utilizaron laminado de pino para las vigas y paneles de CLT, y eucalipto termotratado para el deck de la pasarela y las barandas, con el fin de proteger la estructura de la intemperie, especialmente del agua. “Utilizamos la madera con las tecnologías que están empezando a ser más comunes, aunque son muy nuevas. Creo que hacer losas de CLT en espacios públicos es toda una novedad, tomando todos los resguardos para que dure y no se deteriore”, cuenta el arquitecto.

Parque Santa Olga: espacio público y ecológico

El Parque Santa Olga contempla la pasarela con su muelle, una plaza de 400 metros de superficie con cuerpo de madera y elevada 40 metros sobre el río, y un sendero que finaliza en un parque.

Como explica Zegers, para proyectar todo este espacio público, decidieron junto a las paisajistas hacerlo de la manera más sustentable posible, además de con una visión educativa que ayude a relacionarnos con la naturaleza y sus procesos orgánicos.


Detalle del entramado superior de la pasarela / Vicente Fernandez

El recorrido del lugar comienza desde la plaza, desde donde es posible dirigirse a la pasarela ubicada a 30 metros de distancia. Para visitar el parque se accede bajando por el muro de hormigón que envuelve a la plaza. El sendero que lo antecede recorre lugares donde antes hubo casas y que en algunos casos mantienen ciertos bolsones con las plantaciones de los jardines de cada vivienda, que se presentan como lugares más íntimos en los que las personas pueden parar y sentarse a descansar. Finalizado el recorrido, en el plano ubicado a orillas del río, construyeron una plataforma de piedra con graderías.

La respuesta de la comunidad ha sido muy positiva, incluso han tenido sesiones de plantación conjunta. “Este parque es de estándar muy alto en términos de diseño y de espacio público. Es primera vez que trabajo en un proyecto así, lo que es muy potente, porque como arquitecto lo más entretenido e interesante es hacer cosas que toquen la vida de mucha gente, no solo de una familia. Esa es una gran retribución”, concluye el arquitecto.


Escrito por Josefa Torres
Fotografías cortesía de Vicente Fernandez

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