24 de Junio, 2020
La industria maderera no se detiene y prueba de ello son las diversas apuestas innovadoras de empresas que llevan al máximo las posibilidades de textura, forma y aplicación que otorga la madera. Estas son las novedades de algunas empresas alrededor del mundo:
La aislación es un ítem importante en una construcción ya que determina el comportamiento de la temperatura y el sonido. Como una alternativa a lo sintético, existen marcas que ofrecen placas aislantes en base a madera. Opción segura, natural y de alto rendimiento. Estas tres marcas destacan por su fabricación innovadora y ecológica.
La empresa alemana Gutex lleva más de 85 años en la industria. Según su sitio web, obtienen el producto de “una mezcla de astillas, virutas de madera recicladas posindustriales y madera molida que ha sido cosechada y cultivada utilizando prácticas sostenibles de gestión forestal”. El producto está compuesto por un 95 % de madera, 1 % de parafina y 4 % de resina poliuretano. Las placas son impermeables y gracias a la parafina “detienen la filtración del agua”. Comercializan siete variedades, de las cuales Ultratherm y Multitherm destacan por su alta capacidad aislante y ser probadas en climas fríos extremos.
La marca austriaca HerakLith, fundada en 1908, también obtiene las placas de aislante al unir y comprimir descartes de madera, provenientes de bosques con origen sostenible. Comercializan cuatro variedades además de elementos de fijación (tornillos, anclajes, etc). En el sitio web enumeran los posibles usos del producto, como estacionamientos subterráneos, escuelas, oficinas, sótanos, teatros, gimnasios e incluso barreras de sonido de trenes. Algunos de las obras que destacan son la línea sur del metro de Ámsterdam y un bar de cerveza Heineken en Dubái.
Con foco en el comercio justo, es decir, en potenciar a los pequeños y medianos productores, la marca estadounidense GO Lab utiliza los residuos que se acumulan diariamente en pequeños aserraderos, para luego triturarlos y compactarlos. Con tres variedades de placas aislantes, busca competir contra lo sintético y con las marcas extranjeras, potenciando a los productos locales.
El aislante en base a madera en estas tres marcas presenta múltiples propiedades: aislación térmica, absorción del ruido, resistencia al fuego, durabilidad y estética.
El arquitecto francés Timothée Boitouzet desarrolló esta innovación en 2016 tras estudiar biología molecular en la Universidad de Harvard. También eliminó la lignina y la reemplazó por polímeros que le otorgan a la madera mayor resistencia a la pudrición, tres veces más rígida que la madera original, más resistente al fuego y translúcida. También, esta modificación genera que el material posea la mitad de huella de carbono que el hormigón, 17 veces menos que el vidrio y 130 veces menos que el acero.
En medio de la crisis medioambiental y de déficit habitacional que sufre el mundo, la “súper madera” sin duda sería una gran solución constructiva. Según detalla el sitio web Technology View, desde 2017 Boitouzet comenzó con la comercialización de este producto para diseño de interiores, y recientemente se encuentra investigando para ampliarlo a materiales estructurales como vigas y tableros CLT.
En el sitio web mencionado también lo premiaron como uno de los diez innovadores menores de 35 años, por crear “madera translúcida, resistente y sostenible para construir los edificios del futuro”.
Al extraer la lignina, uno de los componentes de la estructura molecular de la madera que le otorga rigidez, y reemplazarlo por un polímero transparente, esta puede alcanzar un nivel de transparencia. Dicho experimento lo llevaron a cabo en 2016 investigadores del Royal Institute of Technology de Estocolmo. La composición modificada permite obtener un 85 % más de transparencia, mayor resistencia que el vidrio y biodegradabilidad que el plástico.
Uno de sus potenciales usos podrían ser las ventanas “privadas”, es decir, vidrios que no son 100 % transparentes, pero sí permiten el paso de luz.
No obstante, desde el Royal Institute of Technology continúan investigando aplicaciones innovadoras para este material. En 2018, el profesor Lars Berglund comenzó el proyecto Wood NanoTech, donde uno de los principales descubrimientos ha sido “la integración de dispositivos electrónicos sensibles al tacto”, lo permitiría una apertura al mundo automotriz y al de la tecnología en general. También, por su apariencia translúcida, esta madera podría servir para luminarias al reemplazar las ampolletas tradicionales. Y en el caso del polímero por el cual se reemplace la lignina, esta madera transparente podría servir incluso como batería o almacenadores de energía.
Actualmente la principal barrera es el grosor que se logra obtener y el tipo de polímero con el cual se reemplace la lignina, porque pueden ser varios según el uso que se le quiera dar.
En la misma línea de modificar la estructura química de la madera al reemplazar la lignina, los investigadores de la Universidad de Maryland en Washington, Lianbing Hu y Teng Li, desarrollaron hace un par de años este material que —según el sitio web Materials Today— promete ser “12 veces más resistente que la madera natural”, ofreciendo a su vez una alternativa “más barata y liviana” que los aceros.
La eliminación de la lignina, explican los investigadores, es gradual debido a que “si no se elimina la lignina, las paredes celulares serán demasiado rígidas, pero si se elimina demasiada, la madera se desmoronará bajo presión”. Para separar la lignina de los otros dos componentes de la madera (fibras de celulosa, hemicelulosa) utilizaron un líquido blanco de sulfito de sodio e hidróxido de sodio. Finalmente se añade una resina “sintética termoestable”.
“Los resultados de esta investigación no solo demuestran propiedades mecánicas notablemente mejoradas de la madera natural, sino que también arrojan luz sobre una solución prometedora hacia materiales estructurales sostenibles de alto rendimiento, bajo costo”, señaló Teng Li.
La marca finlandesa Koskisen, reconocida por trabajar con madera contrachapada, presentó en 2018 KoskiPly, un nuevo tablero “eco transparente” de contrachapado fino, recubierto, resistente y duradero, en base a abedul finlandés. El carácter distintivo, señalan en su web, es la delgadez de solo 5mm de grosor. Esto lo convierte en un excelente aliado para revestimiento interior y fabricación de muebles y pequeños juguetes por ser “ideal para corte por láser y mecanizado CNC”.
Además, este producto viene tratado con Ecocolour, un impregnante de la misma marca que le otorga a la madera resistencia, durabilidad, protección a manchas y rayones, y la mantención del color natural del abedul. Su peso ligero también será una ventaja en la logística y precios de envío.
La marca sueca con sede en Estocolmo, BAUX, lleva ocho años innovando en el ámbito del diseño y comportamiento acústico. La “pulpa acústica” es la base de los productos que ofrecen y está hecha de “abetos y pinos suecos cosechados de forma sostenible, agua reciclada, salvado de trigo sin OMG, almidón de patata, cera derivada de plantas y cáscaras de cítricos”. Todo sin productos químicos.
Apuesta por un material reciclable y respetuoso con el medio ambiente, rompiendo el paradigma de los materiales basados en fósiles, los cuales “se han convertido en la norma y el estándar para productos acústicos en las industrias de diseño de interiores y construcción”.
La empresa sueca posee una gama de tres productos. Una de ellos, los azulejos de madera acústica, que están disponibles en siete formas: hexagonal, rectangular (horizontal y vertical), circular, cuadrada, triangular y romboide. Además, las dimensiones pueden ser configuradas de forma online.
Los paneles, que están disponibles en siete patrones (acolchado, cuadros, rayas, líneas, diagonal, arco y curva), poseen propiedades de resistencia al fuego, regulación de humedad y absorción de sonido. Y por último, la línea 3D Pixel, que es lo mismo que los azulejos pero con volumen.
El estudio de diseño sueco Form Us With Love desarrolló esta especie de cerámicas con forma hexagonal en base a “lana de madera”. El diseño estuvo a cargo de Baux y la fabricación de la empresa sueca Träullit. Dicha lana o fibra de madera está hecha a partir de astillas de madera de abeto provenientes de aserraderos con certificación de bosque sustentable, mezcladas con cemento y agua.
En un nombre más técnico, estos “revestimientos modulares” cumplen una doble función en la pared donde se instalan: absorber el sonido y otorgarle un diseño dinámico y colorido.
Esta reciente apuesta ha sido bien recibida desde el mundo de la arquitectura, diseño y construcción. Los murales geométricos no solo cumplen con la función de aislar el ruido, sino que también son decorativos y resistentes al fuego y la humedad.
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