Colección de tablas, repisas y percheros de espino logra diseños firmes, estéticos y conscientes de su origen natural

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24 de Diciembre, 2021

La propuesta del estudio chileno The Andes House se enfoca en un manejo sustentable de los recursos madereros, al igual que una investigación sobre sus propiedades, para lograr objetos de gran valor funcional y decorativo. Conversamos con su director sobre esta colección y sus esfuerzos porque la naturalidad siempre esté presente en sus productos.

Lo suyo se define como un rescate del espino, usado tradicionalmente para hacer carbón, con el fin de fabricar objetos de uso doméstico bajo criterios estéticos y que respeten el carácter de esta madera.

Para lograrlo, tienen un plan de manejo que compromete desde la poda del árbol hasta el manejo más adecuado para el diseño, surgiendo elementos que relucen por su apariencia y armonía en los espacios. Nos referimos a “Espino”, de The Andes House, y a sus repisas, tablas y percheros.

El estudio chileno lanzó esta colección en 2020, con primeras exploraciones en elementos funcionales y decorativos. Dedicados tanto al diseño como a la arquitectura, su equipo mantiene un análisis sesudo de cada materia prima con que trabajan y también de las mejores opciones de fabricación, siendo constantes en la investigación y en el desarrollo de materiales y procesos que permitan los mejores resultados. Así logran resolver problemáticas propias de la industria y de paso, aprovechar las bondades de esta madera como su dureza y drástico cambio de tonos. 

Diseños gruesos y curvos

Su trabajo comienza por el análisis de los troncos y ramas de espino que utilizan / The Andes House

Cristián Domínguez, fundador y director de The Andes House, comenta que “Espino” surgió por un problema: la inquietud por ocupar los restos de la poda en un campo de Marchihue (Región de O’Higgins), comúnmente utilizado para elaborar carbón. Él indica que luego de una investigación sobre sus características y potencialidades, donde encontraron un gran potencial por su apariencia y peso —semejante al mármol, lo compara— brotó el interés por rescatar estos elementos y desarrollar una propuesta que hoy se materializa en esta colección.

Repisas que contienen varios libros o productos decorativos; tablas que decoran mesas y otros mobiliarios del hogar; percheros que sostienen bolsas de género y otros elementos de uso cotidiano, al igual que otros tipos de aplicaciones, destacan al conocer su catálogo. Desde este estudio se asegura que esta alternativa significó algo más allá que una oportunidad comercial. Su director lo explica. 

“Uno de los primeros aprendizajes que obtuvimos fue que esta madera ‘sigue trabajando’ en el tiempo, por lo que los primeros objetos planos que se diseñaron se deformaban a corto plazo. Es por eso que finalmente llegamos a diseños más gruesos y curvos, en los que el espino se comporta de manera más estable”, dice.

Y continúa. “Como estudio siempre nos planteamos todos los diseños desde el uso. Deben ser objetos simples, que aporten calidez y funcionalidad en ambientes domésticos, sin lujos ni pretensiones. Nos interesa diseñar objetos de alta calidad para espacios cotidianos y comunes”. 

Ante la consulta, Domínguez dice que uno de los principales atributos de “Espino” son las propiedades del material con que se elabora. Define a esta madera como particular, dadas sus vetas marcadas y sus cambios drásticos entre un tono y otro, los que navegan entre colores rojizos y de arena. 

Su peso, claramente mayor a otros ejemplares, también es un punto a favor, entre otras cualidades que al diseñador lo hacen definir este camino como “sorprendente”, por el hecho de redescubrir esta materia prima valiosa y única por medio de un árbol conocido para elaborar carbón y leña. 

Troncos y ramas

“Como estudio siempre nos planteamos todos los diseños desde el uso”, dice su director / The Andes House

Este trabajo de The Andes House comienza por el análisis de los troncos y ramas de espino que utilizan, las que son limpiadas y luego analizadas en sus características. Escogen las piezas con mayor diámetro, con el fin de calcular la cantidad de trozos y partes que pueden obtener de cada una para sus propósitos. 

Todo lo obtienen como poda por ganadería, donde Domínguez asegura un plan de manejo forestal, autorizado por CONAF, con el que se hacen de la materia prima. 

“Las cosechas se obtienen a través de la poda de ejemplares que están en el campo y pueden ser peligrosas para el ganado que habita en el lugar, ya sea por quedar atrapados o por sobrepoblación de espinos. De esa forma, una parte de esos troncos son destinados a la elaboración de carbón, y otra parte es seleccionada por nosotros para la fabricación de nuestros productos”, dice.

Luego de la obtención, el equipo comienza con el estudio de la materia prima, anteriormente mencionado. En su comienzo, cuando estaban partiendo con esta colección, su fundador dice que todo se transformó en un desafío al entender sus características, las posibilidades de entrega y la comercialización de cada uno de los futuros productos. 

Estos tres puntos hoy les permiten lograr un equilibrio provechoso, ya que los obliga a seguir aprendiendo constantemente de los mejores diseños y así aprovechar mejor la materia prima, ofreciéndoles por un valor justo y con un legado basado en el sentido. En esta ocasión, con tablas, repisas y percheros. 

El estudio lanzó esta colección en 2020 / The Andes House

“Las reflexiones que hoy nos mueven, y se nos aparecen con este tipo de trabajos de investigación, es que las materias primas son parte de un territorio y de una geografía particular. Teniendo eso en cuenta es cómo queremos diseñar, dejando que ese origen esté presente en el resultado final de nuestros productos”, dice.

Bajo un imperativo de análisis y de experimentación de los materiales, con especial sentido de lograr aplicaciones que respondan a su origen, a su propia naturaleza, The Andes House apuesta por una metodología y manufacturación que brinda a sus usuarios la posibilidad de retrotraer la faceta sustentable que tuvo el espino, mientras crecía firme bajo los rayos del sol, pero esta vez con propuestas originales y por las que nuestra mirada seguramente se mantendrá quieta por varios segundos.


Escrito por Marcelo Salazar Medina
Fotografía principal cortesía Carlos Molina

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