5 de Abril, 2023
En octubre pasado, el concurso de diseño de Madera21 en el marco de la Semana de la Madera lo ganó el proyecto Tree_Cycle del equipo de la Universidad Adolfo Ibáñez compuesto por Lukas Yunge, Luca Dalbosco y Camilo Paredes, guiados por el profesor Felipe Véliz.
La idea de Tree_Cycle fue rescatar los retazos de la tala de madera para la fabricación de una bicicleta. Se utilizaron secciones de árbol donde existía una bifurcación, luego fueron escaneados, mecanizados y conectados a segmentos longitudinales de madera para así formar el marco de la bicicleta.
A unos meses de convertirse en ganadores con un proyecto que revaloriza a través del diseño y la fabricación digital, un elemento que en la industria maderera se suele subutilizar, los estudiantes reflexionan sobre el proceso que vivieron para finalmente ganar el primer lugar del Concurso de Diseño de Madera21. También sacan lecciones y las comparten con los concursantes de este año.
“Lo más importante de haber ganado el concurso fue todo el aprendizaje con el que nos quedamos como equipo. Aprendimos en detalle sobre un tema en particular, la madera, y su composición para usarla con fines estructurales. Además, aprendimos mucho sobre la gestión que implica liderar un proyecto por nuestra cuenta. Ya que, hasta ese momento, los proyectos que realizábamos eran para algún ramo de la universidad. Por una nota”, resume Lukas Yunge, uno de los integrantes de Tree_Cycle.
El prototipo de la bicicleta realizada por los estudiantes de diseño fue hecha con la poda de los nogales del padre de una amiga. Jorge Bueno.
Lukas Yunge lo explica: “la idea de fabricar un marco de bicicleta con madera fue previa a la idea de usar los nogales de Jorge Bueno en particular. El nogal es una madera dura, por lo que ha sido ideal para la realización del marco de una bicicleta. Pero, al mismo tiempo, puede ser un poco difícil de conseguir en la capital, a no ser que tengas la plata para comprarla, que no era nuestro caso. Fue así que tuvimos que ingeniar cómo conseguir despuntes de esta madera, y justo calzó que el papá de una muy buena amiga nuestra, Javiera Bueno, trabajaba con nogales en Linares. Nos pusimos en contacto con él y nos dio todo su apoyo”.
Desde el principio Pedro Bueno apoyó completamente, incluso sin ver el prototipo. Es una persona preocupada por el medio ambiente y siempre trata de darle un uso a los despuntes de su trabajo. “Finalmente, cuando se enteró que ganamos el concurso, viajó a Santiago para ver la exposición en vivo en la Semana de la Madera, estaba muy contento”, contó Lukas Yunge.
El proceso de diseñar el prototipo de la bicicleta Tree_Cycle no fue fácil. Los estudiantes debieron sortear las dificultades que presenta la fabricación de un dispositivo desde cero con tecnología de última generación.
“Principalmente la complejidad estuvo en la fabricación ya que se trabajó con un router CNC de 3 ejes, el cual típicamente trabaja de forma óptima y cómoda, sobre piezas de material en formatos de planchas uniformes, lo cual dista mucho de la geometría natural de un tronco. Además, este tipo de herramienta CNC genera cortes en 2D y 2.5D, por lo que para lograr mecanizar las formas que se requerían, hubo que fabricar ciertas guías auxiliares y configurar rutinas un poco más complejas. En este proceso llevamos un poco al límite las capacidades del software y la máquina, sin embargo, nos pareció valioso probarlo en un router CNC de 3 ejes, porque si bien no es una herramienta barata, es mucho más accesible que una con más ejes o un brazo robótico, lo cual es muy importante pensando en que estos métodos puedan aplicarse en Chile en bajas escalas de producción”, explicó Camilo Paredes, también integrante del equipo Tree_Cycle.
Al desarrollar el prototipo, los estudiantes del equipo ganador consiguieron varios aprendizajes relevantes para su carrera. Lo aprendido lo resume Luca Dalbosco: “A los participantes de este año, les diría que no subestimen el tiempo que tienen. El tiempo que uno dedica hace una enorme diferencia en el resultado, y uno tiende a aplazar cosas o ignorar potenciales imprevistos (que siempre ocurren). Además, recomendamos hacer una investigación previa a su proyecto, en la que hablen con expertos que entiendan la madera y su comportamiento en detalle. Esto sirve no solo para este concurso, sino también para proyectos de diseño en general, donde tenemos la capacidad de desarrollar en áreas fuera de nuestro conocimiento, pero con bases empíricas que otorgan quienes sí se encuentran en dichas áreas”.
La importancia de participar en concursos como el de Madera21, Lica Dalbosco la recomienda para crecer profesionalmente: “La experiencia actuó como una prueba para nuestros conocimientos, para profundizar nuestras habilidades trabajando en equipo, y para tener la confianza de desarrollar proyectos que uno no acostumbra a hacer por cuenta propia. Se traduce así, en un paso más dentro de la disciplina y de la academia. Definitivamente lo recomendamos”.
Camilo Paredes dice que que procesos como los desarrollados por Tree_Cycle pueden irse aplicando en la industria chilena de la madera, tanto desde la escala de productos hasta estructuras más grandes o complejas.
“En el caso de estudio que trabajamos se enfocó en el cuadro de una bicicleta, sin embargo, sería increíble que llegue a otros casos, saliendo un poco de lo experimental e introduciéndose de una forma más aplicada en la industria”, propone el estudiante.
Como inspiración para crear, Camilo Paredes recomienda revisar periódicamente contenido impreso relativo al diseño, porque “más allá de la romantización del acto de leer en papel, en el ámbito de diseño existe mucho contenido que no está disponible de forma digital, o por lo menos no con el detalle o las formas del impreso”.
Por otro lado, agrega que si bien es fundamental conocer a los grandes referentes del mundo del diseño, arte, arquitectura, hay que ser cuidadoso de no quedarse solo con esto: “si no que buscar constantemente, ciertos casos menos conocidos pero que poseen obras increíbles. Finalmente, también es importante nutrirse desde otros ámbitos como la poesía, literatura, cine, entre otras, entendiendo que las barreras entre estas etiquetas disciplinarias, son en realidad bastante difusas”, concluyó el joven estudiante.
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