6 de Noviembre, 2024
El 5 de noviembre fue lanzado, como parte de una primera prueba del uso de la madera en la indagación lunar y de Marte, marcando el inicio de una exploración más sostenible, que probará la durabilidad de la madera en el exigente ambiente espacial durante los próximos seis meses..
Lanzado desde el Kennedy Space Center de la Nasa y a bordo de un cohete Falcon 9, el LignoSat orbita la Tierra como el primer intento de demostrar que materiales biodegradables pueden cambiar la forma de explorar el espacio. Si este proyecto resulta exitoso, la visión de una exploración limpia y sostenible podría llevar a que satélites de metal, tan comunes en el espacio actual, terminen siendo cosa del pasado.
Takao Doi sostiene un modelo de ingeniería de LignoSat durante una entrevista con Reuters en su laboratorio de la Universidad de Kioto en Kioto.
LignoSat es pequeño, ligero y construido de una forma única. Mide tan solo 10 centímetros de lado y pesa menos de un kilogramo. A pesar de su reducido tamaño, su diseño es innovador, no emplea tornillos ni adhesivos, sino que se basa en un ensamblaje de piezas de madera de magnolia ajustadas como un rompecabezas, utilizando el tradicional método de uniones japonés. Su estructura incluye paneles de madera de entre 4 y 5,5 milímetros de espesor, con un marco de aluminio que soporta algunos paneles solares estratégicamente colocados para su alimentación.
El satélite lleva un pequeño computador para registrar el campo magnético de la Tierra, lo que le permitirá recopilar datos relevantes y, al mismo tiempo, comprobar si la madera es capaz de proteger los sistemas internos contra las duras condiciones espaciales.
Imágen Universidad de Kioto – Japón
El satélite de madera
Conocido como “sonda LignoSat”, cuyo nombre proviene de la combinación de las palabras ligno – prefijo del latín que significa madera- y satélite, es el primero de su tipo biodegradable. Fue construido por científicos japoneses quienes, en colaboración con la empresa forestal japonesa Sumitomo Forestry – acreditada por su gestión forestal sostenible con certificación PEFC-, descubrieron que la madera de magnolia es la alternativa ideal a los metales contaminantes de la tierra utilizados en los satélites.
La elección de la madera puede sonar insólita para una misión espacial, pero está lejos de ser una ocurrencia aleatoria. En el espacio, la madera se enfrenta a condiciones de radiación intensa y temperaturas extremas, pero sin oxígeno ni humedad, dos factores que causan su degradación en la Tierra. Por esta razón, los científicos creen que materiales como la madera de magnolia, seleccionada para el LignoSat, pueden ser más resistentes de lo que parece en ausencia de sus amenazas naturales.
Un equipo de estudiantes prepara una prueba de vibración en LignoSat en el centro de pruebas de microsatélites del Instituto de Tecnología de Kyushu, Japón. (Crédito de la foto: Takao Doi)
La madera de magnolia fue elegida por su capacidad para soportar condiciones extremas, algo que los científicos descubrieron en pruebas iniciales en la Estación Espacial Internacional (EEI). Sin oxígeno ni vida microbiana que acelere la degradación, la madera se mantiene estable y no se deteriora de manera significativa en el vacío espacial, lo que ha sido confirmado por investigaciones recientes.
La resistencia de la madera no solo ayuda a reducir los costos de construcción, sino que también permite que los satélites pequeños, como los CubeSats, se diseñen de manera más eficiente. Este material facilita la penetración de ondas electromagnéticas, haciendo que componentes como las antenas puedan situarse dentro de la estructura sin necesidad de elementos externos que aumenten el tamaño o peso del satélite.
La NASA ha creado una imagen CGI para visualizar la cantidad de desechos en la órbita baja de la Tierra . Además de millones de piezas de desechos, esto incluye más de 34.000 unidades más grandes, como etapas de cohetes desechadas y 2.550 de los 5.850 satélites de la Tierra, que ahora están fuera de servicio
Además, este material tiene una ventaja ambiental significativa, al término de su vida útil, un satélite de madera como el LignoSat simplemente se quemará al reingresar en la atmósfera, evitando la acumulación de escombros espaciales. Con millones de fragmentos de satélites y piezas flotando actualmente en la órbita terrestre, la madera podría ofrecer una alternativa menos contaminante y reducir la proliferación de residuos metálicos.
La promesa de un futuro más “verde” en el espacio
La propuesta detrás del LignoSat va más allá de probar la resistencia de la madera. La industria espacial ha comenzado a explorar alternativas para reducir los desechos, y la madera se perfila como una solución innovadora. A diferencia de los satélites de metal, que en su reingreso a la atmósfera generan partículas contaminantes, un satélite de madera se quema por completo sin dejar residuos tóxicos. Esto, junto a sus otras propiedades, ha generado interés en empresas como SpaceX, para quienes la construcción de satélites sustentables podría convertirse en una prioridad.
Si la madera demuestra su resistencia y eficacia, podría cambiar radicalmente la manera en que se construyen los satélites. En una década en la que se espera el lanzamiento de más de dos mil satélites anuales, el uso de materiales sostenibles como la madera podría reducir significativamente la huella ambiental de la exploración espacial. Además, este desarrollo abre la puerta a aplicaciones futuras, como la construcción de viviendas o estructuras en la Luna o Marte, en donde la madera podría convertirse en un recurso viable y ecológico.
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