Lonquimay se encuentra en un sector cordillerano, con una geografía accidentada entre volcanes y ríos que le da una riqueza paisajística que beneficia su potencial turístico y gastronómico. La inclemencia del clima hace que la actividad productiva más desarrollada sea la ganadería ovina.
Existe un porcentaje importante de población rural con una carga cultural única que proviene de un sincretismo entre mundos indígenas y modernos que aún conservan el saber ancestral pehuenche. Estas comunidades quedan aisladas en invierno, por lo que es necesario un espacio de habitar pehuenche en la ciudad, para que los jóvenes no se queden sin acceso a la educación durante las intensas nevazones que se producen en esta estación.
El proyecto busca potenciar la actividad económica, sin perder la identidad local y revalorizar la cultura pehuenche. Contará con 4 especialidades técnicas, que son las siguientes: Gastronomía, Carpintería, Turismo y Técnico pecuario.
El Liceo se fundamenta a raíz de 3 patrones del habitar Pehuenche; el asentamiento irregular de sus construcciones y la relación de estos en un espacio exterior común, el corral como elemento limite y conector del espacio externo y la reunión en torno al fogón como instancia jerárquica de aprendizaje informal. El trazado de estos espacios es de manera regular, pero la disposición de ellos está definida por la relación que se tiene con el exterior y el exterior-interior.
La galería es el espacio que articula cada situación del edificio bajo una cubierta a dos aguas y es el receptor de casi todas las actividades fuera de horario escolar en invierno. Todos los volúmenes convergen hacia el interior, para que este patio sea una ventana hacia el cielo que resguarde la cultura pehuenche.
La entrada al edificio se inicia desde la plaza de acceso configurada entre los volúmenes de mayor masividad (gimnasio y auditorio) para suplir la falta de espacios comunitarios y enfrentándose a unos de los pocos espacio verdes de la localidad. Una vez dentro, el hall de acceso se configura alrededor de un fogón que acoge la llegada de los estudiantes en una atmosfera cálida, en una instancia previa al inicio de la jornada escolar.
Desde el Fogón hacia el norte, se ubica el volumen de salas de clases y en el sur, se articulan las áreas administrativas y talleres de especialidades. Todos los espacios se conectan mediante la galería que se vuelca constantemente hacia el interior del patio. Por lo que el patio se organiza en torno a un pehuén, este está contenido por medio de unos entramados de madera que conformaran espacios de descanso y conversación. La organización del patio se ve reflejada sobre la reunión en torno al fogón, que es visible constantemente desde el patio.
El internado y el casino quedan en la zona más alejada del acceso principal y en su remate se vinculan visualmente con el bosque proveniente del cerro por medio de la galería acristalada. El bosque desciende filtrándose en el Proyecto protegiéndolo del sol y del programa adyacente creando así un ambiente idóneo para el habitar pehuenche en la ciudad.
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