Este proyecto forma parte de un largo proceso de investigación y experiencias sobre las posibilidades constructivas que ofrece la madera, buscando resultados espaciales interesantes, estructuralmente eficientes, amigables con el medio ambiente y económicamente viables.
La historia del lugar entrelaza culturas de inmigrantes y pueblos originarios. Desde siempre el material tradicional de construcción fue la madera, en sus principios nativa y hoy mayoritariamente especies foráneas implantadas; y a pesar de contar con una fuerte presencia de la actividad foresto-industrial, notamos que el uso de la madera es subestimado en proyectos de mayor escala.
En la localidad de Ruiz de Montoya existen 16 comunidades de pueblos originarios Mbya Guaraní. “Takuapí” es una de las más antiguas del lugar. Su “Escuela Intercultural Bilingüe Takuapí” no contaba con un espacio para usos múltiples y allí nace la propuesta para el “Patio cubierto escolar” donde el equipo tuvo la posibilidad de desarrollar y materializar varios de los conceptos de su investigación.
Desde la instancia del proyecto, como visión general, se consideró el cuidado de los recursos económicos principalmente en estos aspectos: El uso de la madera con el menor maquinado posible, el acero (en gran parte reciclado) con un uso racional y no abuso del mismo, métodos y sistemas constructivos acordes al recurso humano local, las herramientas y equipos fueron diseñados y fabricados específicamente para facilitar el armado y montaje prescindiendo de equipos sofisticados y costosos.
La evolvente se conforma básicamente de 4 partes:
Los fustes de hormigón (bases) elevan los apoyos evitando que entren en contacto con la humedad del suelo, característica en esta zona.
Los apoyos aparecen como una “retícula espacial” de troncos y tensores, con una disposición tal que los elementos de madera se ubiquen hacia el interior, protegidos de la intemperie, y los metálicos hacia el exterior cerrando el sistema.
Los arcos de madera laminada in situ, que sostienen a toda la cubierta, presentan un radio de curvatura que responde a un ajustado equilibrio entre los límites elásticos de la madera y las escuadrías adoptadas, esto posibilitó unir a los faldones rectos con una curva obteniendo una evolvente espacial continua.
Los vínculos metálicos “rótulas” diseñados específicamente para este sistema, facilitan la unión entre todas las partes de manera sencilla y segura adaptándose a distintas situaciones angulares, sin necesidad de cortar los troncos y/o elementos de unión en ángulos complejos.
