Puente mirador: equipamientos para trabajo, ocio y recreación en la ciudad de Coyhaique

Puente Mirador: equipamiento para trabajo, ocio y recreación en la ciudad de Coyhaique. 

La ciudad de Coyhaique (región de Aysén). Se ha caracterizado por estar rodeado de un entorno de abundante naturaleza, ubicado entre valles formados por los ríos Simpson y Coyhaique. 

La propuesta, se enmarca en el anhelo de la ciudadanía y las autoridades por propiciar una integración entre la trama urbana y su paisaje hidrográfico, frente a uno de los elementos más representativos como es el límite con el río Simpson.

Por las condiciones del emplazamiento, es decir, una ciudad en altura y la hoya hidrográfica del río Simpson en una cota inferior considerable, en la práctica no se ha logrado desarrollar un vínculo entre comunidad y la ribera, por la escasa conectividad para el peatón que se desplaza desde la ciudad. Asimismo, se suma a lo anterior un conjunto de dimensiones insatisfechas en el plano educativo, laboral, infraestructural, de servicios, recreación y ocio, así como escasez de áreas de esparcimiento y falta de oferta cultural comunal. Estas dificultades generan mecanismos de expulsión entre la juventud (ver CENSO, 2017; Rodríguez, 2021) y dificultades para mantener masa crítica y atraer profesionales (op.cit.)    

En base a esta exploración definida por la escasa disponibilidad de servicios, surge la necesidad de crear una infraestructura que responda a la evidencia: 1) que permita aumentar la oferta y prolongar la ciudad de Coyhaique hacia el Río Simpson, como forma de fortalecer en el imaginario colectivo el potencial del emplazamiento e incorporarlo en sus habitantes; 2) que facilite la ocupación de espacios nuevos y flexibles que permitan desarrollar diversas actividades y favorecer los atractivos y la prosperidad de la comuna; 3) incorporar espacios de resguardo continuo e integrado para hacer frente a condiciones climáticas; 4) ayudar a la comuna a contener procesos de expulsión de población por falta oferta de infraestructura y atractivos.

La propuesta de nueva infraestructura, por una parte, significa aumento de servicios y la incorporación de recursos materiales para la flexibilidad del trabajo entre los ciudadanos y, por otra, integra dentro de la flexibilidad del recinto, la posibilidad de combinar aditivamente ocio y recreación como experiencia lúdica con trabajo intelectual y productivo. De este modo, flexibilidad significa reunir en un mismo espacio una dimensión urbana de conectividad con usos diversos y multipropósito de una infraestructura nueva, eficiente, que favorece la colaboración, la integración societal y la diversificación de actividades, en un contexto físico que prescinde de lugares rígidos para conformarlos como móviles. Con ello, el proyecto de arquitectura propuesto para la ciudad viene a contribuir a satisfacer el déficit de infraestructura, operando de manera complementaria y aditiva a obras existentes. Esta vinculación  multiprogramática para el trabajo, el ocio y la recreación, corrigen en parte la desigualdad  del centralismo nacional para generar sinergias en su complemento.

Se trata de un proyecto que refuerza la conectividad con la ciudad, ya que construye un vínculo al conducir a un lugar que ofrece una integración orgánica con la naturaleza, hasta ahora inexistente. La necesidad programática converge en la espacialidad del edificio, que por un lado refleja espacios contenidos para programas; y, por otro, espacios liberados o de transición para la circulación. Ofreciendo a través de la continuidad espacios para todos los grupos etarios, con características de privados, salas de reunión, talleres de trabajo colectivo, de capacitación y para artes escénicas, los que son definidos como espacios amplios y flexibles; y espacios liberados, que se despliegan de forma perimetral en el edificio, ofreciendo una circulación que pretende recorrerlo en su totalidad y fomentar el encuentro social espontáneo. 

En cuanto a la estructura del edificio pensado como un puente, adquiere un rol fundamental entonces en la consolidación de la propuesta, y se presenta como una oportunidad para conectar, pero además que debe considerar las condiciones naturales del emplazamiento, por lo que se toma la decisión de incorporar un núcleo importante de hormigón que aterrice el proyecto, y en contraposición un volumen liviano de madera que se pose sobre el edificio y que formalmente responda a las adversidades características del lugar, como el viento, la nieve y la escasez de luz. Para mantener la amabilidad del mismo, se ha considerado la eficiencia energética del edificio. Su emplazamiento con cercanía al Río es crucial, ya que se pretende avanzar en energías hídricas renovables que puedan aportar en el mantenimiento del edificio de forma limpia, frente a la paradoja de que Coyhaique es una de las tres ciudades más contaminadas de Chile y una de las más contaminadas del mundo.