Código de equipo: ARQ466
Universidad: Universidad del Desarrollo
Sede: Santiago
País: Chile
Ciudad: Santiago
Equipo:
Dominga Martínez
Josefa Muñoz
Ana Hung
Profesores guía:
Álvaro Parraguez
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DOCUMENTOS ADJUNTOS
© Derechos reservados por sus autores intelectuales.
Descripción general
El proyecto “Articulador modular” es un pabellón conformado por 44 módulos de madera curvados hacia el interior, diseñados para contener y abrir simultáneamente. Cada módulo posee dos solapas que configuran su estructura autoportante y espacialidad propia: una inferior como apoyo y una superior como cubierta. Los módulos se articulan mediante un sistema de uniones espejadas que permiten la continuidad estructural y visual. Su disposición espacial —dos filas de 16 módulos y dos filas centrales de 6— define un interior fragmentado pero continuo, con visualidades filtradas y condiciones de privacidad sin encierro. Pensado como vivero/taller de jardinería, el proyecto se emplaza en el patio de la Casa Cultural de Providencia a través de una estructura permeable y adaptable, el pabellón opera como conector entre arquitectura y paisaje, prolongando el jardín en un gesto que es constructivo, programático y material.
Fundamentación del proyecto
Se desarrolla como respuesta a una necesidad concreta: incorporar la jardinería como programa dentro de la Casa Cultural de Providencia. La elección del módulo como unidad estructural y espacial permite articular una lógica coherente entre forma, función y material. La configuración repetitiva pero flexible de los módulos genera un sistema que define espacios sin clausurarlos, facilitando tanto el flujo como la contención. Su cualidad adaptable permite usos diversos, manteniendo una coherencia formal y programática. Esta lógica modular se fundamenta en principios de racionalización productiva y sensibilidad material, referenciando posturas como la de Claudio Vásquez en torno a los módulos absolutos y relativos. A través de la exploración empírica de la madera curvada, el proyecto alcanza coherencia entre pensamiento proyectual, proceso constructivo e intención programática, convirtiéndose en un soporte arquitectónico que equilibra lo estructural con lo experiencial
Estrategia de localización, emplazamiento y resolución programática y espacial
El proyecto se emplaza en el patio de la Casa Cultural de Providencia, donde detecta la ausencia de un espacio dedicado a la jardinería. Su ubicación y forma permiten una integración respetuosa con el entorno natural, sin interrumpirlo, sino conteniéndolo y prolongándolo. La organización espacial, basada en un cuadrado virtual, establece dos filas paralelas de 16 módulos y dos filas internas de 6 módulos, generando un vacío central parcialmente oculto. Esta disposición favorece la privacidad sin encierro, ideal para el trabajo colaborativo propio del programa vivero/taller. El flujo interno se resuelve con mesas de trabajo dispuestas en línea, sin obstruir la circulación, y una visual principal orientada al área del instructor. Así, el emplazamiento responde al contexto físico y programático, mientras que la espacialidad fragmentada pero continua potencia tanto la funcionalidad como la experiencia del usuario dentro del entorno natural.
Propuesta arquitectónica desde el material
El uso de madera curvada define la propuesta arquitectónica del proyecto. Cada módulo parte de una misma plancha que, mediante procesos de curvado, adquiere una geometría espacial con cualidades estructurales y experienciales. La madera no solo actúa como materia prima, sino como motor de exploración: se experimenta con sus límites físicos hasta alcanzar curvaturas estables y repetibles. Esta investigación proyectual remite al concepto de “latencia” de Toshiko Mori, al revelar propiedades emergentes del material durante el proceso constructivo. El módulo, compuesto por solapas que se pliegan desde una misma pieza, optimiza el uso del recurso y minimiza residuos, al tiempo que posibilita un ensamblaje rápido y desmontable. La relación entre curvatura, apoyo y cubierta genera unidades autoportantes que, al repetirse, construyen un sistema espacial complejo a partir de una lógica material sencilla, articulando arquitectura y naturaleza sin imponerse sobre el entorno.
Innovación de la propuesta
La innovación del “Articulador modular” radica en la integración entre forma, materialidad y sistema constructivo mediante una exploración empírica con madera curvada. El proyecto introduce un sistema modular que, a partir de dos uniones simples, permite configurar una estructura lineal y fragmentada, adaptable a distintos usos. Esta lógica se basa en reglas de repetición que permiten variabilidad espacial sin modificar el módulo base. Además, se propone un diseño que desde el “no saber” proyectual asume la prueba y error como método de avance, en sintonía con la filosofía de Alejandro Lüer Rieken. El uso de curvatura controlada en madera laminada, junto con un montaje sin anclajes permanentes, otorga al proyecto un carácter efímero y transportable. Así, el pabellón no solo responde a un programa específico, sino que también propone un modo de hacer arquitectura basado en el ingenio constructivo, la economía de medios y la apertura programática.
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