Código de equipo: ARQ520
Universidad: Universidad del Desarrollo
Sede: Santiago
País: Chile
Ciudad: Santiago
Equipo:
Emilia Miranda
Isidora Martínez
Isidora Casamayor
Profesores guía:
Nicolás Cruz
DOCUMENTOS ADJUNTOS
© Derechos reservados por sus autores intelectuales.
Descripción general
Ubicado en el Jardín Botánico de Viña del Mar , el pabellón surge como una respuesta sensible y crítica frente a los incendios forestales que han marcado el territorio. Más que una obra contemplativa, es un gesto arquitectónico que busca visibilizar el daño ecológico y activar una reflexión colectiva en torno a la resiliencia ambiental. Su forma circular, su abertura simbólica y su relación con el entorno natural configuran una experiencia inmersiva que apela a los sentidos y la memoria. La arquitectura aquí se entiende como mediadora entre el cuerpo, la naturaleza y la conciencia ecológica.
Fundamentación del proyecto
El proyecto se fundamenta en la urgencia de generar conciencia sobre los impactos de los incendios forestales. Desde su concepción, el pabellón responde a de manera coherente a esa intención, tanto a través de su forma circular como por el uso de materiales renovables y sistemas constructivos reversibles. Cada decisión proyectual - desde el gesto espacial hasta el montaje desmontable- fortalece el mensaje de respeto y regeneración del paisaje. La experiencia del visitante es central: se convierte en testigo activo de una arquitectura que interpela y moviliza.
Estrategia de localización, emplazamiento y resolución programática y espacial
El emplazamiento en una zona quemada del Jardín Botánico no es casual: se sitúa en un terreno herido que, mediante el diseño, se convierte en espacio de memoria y sanación. La geometría circular se alinea con los vientos predominantes, permitiendo una ventilación cruzada y una experiencia sensorial dinámica. Su apertura hacia el noroeste canaliza la luz y la atención hacia la naturaleza, evocando una herida abierta que, al mismo tiempo, conecta con el cielo. El programa es abierto y simbólico: el pabellón no aloja funciones cerradas, sino que actúa como dispositivo de reflexión ambiental.
Propuesta arquitectónica desde el material
La madera laminada, protagonista estructural del pabellón, se dispone radialmente para reforzar la idea de centro y colectividad. Este material fue elegido por su bajo impacto material, su capacidad de desmontaje y su resistencia. Completamente con telas tensadas y celosías móviles de chapa de madera, la propuesta crea un entorno vivo, donde la arquitectura responde a los estímulos naturales. El uso de pinturas intumescentes y aceites ecológicos refuerza la dimensión responsable del proyecto, integrando protección con estética. La materialidad aquí no solo construye, sino tambiéen comunica.
Innovación de la propuesta
La innovación del proyecto radica en su capacidad de combinar poética espacial con responsabilidad ecológica. Lejos de recurrir a tecnologías invasivas, la propuesta apuesta por lo sensorial: el vacío, el movimiento del viento, la luz natural y el sonido del entorno como elementos activadores del espacio. La estructura modular y desmontable, junto con el uso de materiales sostenibles, evidencian una arquitectura consciente con el presente. Además, convierte a cada visitante en parte activa del mensaje, rompiendo con la idea de espectador pasivo. Es una obra que dialoga con su entorno y con el tiempo.
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