Puente memorial Chaitén

Código de equipo: ARQ3886

Universidad: Universidad Diego Portales

Sede:  FAAD

País:  Chile

Ciudad: Santiago

Equipo: Bastián Soto, Antonia Madariaga, Catalina Gonzalez, Daniela Vegas, Diego Melero

Profesores guía:

Nicolas Stutzin

Rafael Hevia

DOCUMENTOS ADJUNTOS

© Derechos reservados por sus autores intelectuales.

Descripción general

El proyecto del Puente de Madera en Chaitén surge como una respuesta arquitectónica y social a la fractura que la erupción del volcán Chaitén y el subsecuente aluvión causaron en esta ciudad. Este fenómeno natural no solo alteró el curso del río Blanco, sino que también destruyó una gran parte de la infraestructura urbana, separando físicamente a sus habitantes.

El puente, por lo tanto, no es solo una obra de arquitectura, sino un símbolo de resiliencia y reconstrucción comunitaria, un monumento viviente que simboliza la capacidad de una comunidad para superar la adversidad.

El Puente de Madera es un símbolo poderoso de la resiliencia de Chaitén, proporciona una vía de comunicación vital que restaura las conexiones entre los habitantes, al tiempo que fomenta un sentido renovado de comunidad. Es un lugar donde los ciudadanos pueden reunirse, compartir historias y recordar a aquellos que se vieron afectados por la tragedia.

Al reconectar la ciudad, no solo en términos geográficos sino también sociales y emocionales, el puente se erige como un testimonio del espíritu humano y la importancia de la memoria colectiva.

Fundamentación del proyecto

La luz sobre la que se proyecta el puente es muy grande, de aprox 90 metros y no puede tener apoyos intermedios debido al riesgo de que el río los destruya. Esta dificultad técnica se resuelve mediante dos principales operaciones: Una operación topográfica a ambos lados que respeta el curso del río y acorta la distancia de 90 a 60 metros. Un entramado de tensores que permiten que el puente se mantenga suspendido sin la necesidad de contar con apoyos dentro del lecho del río. Nuestro objetivo es coser nuevamente los dos lados de Chaitén, generando áreas públicas que sirvan como puntos de encuentro y memoria. Este puente no solo resolverá la desconexión física, sino que también reforzará el sentido de comunidad y pertenencia entre los habitantes de Chaitén.

Estrategia de localización, emplazamiento y resolución programática y espacial

El proyecto se centra en la ciudad de Chaitén, afectada profundamente por,  un aluvión en 2008 provocada por la erupción del volcán Chaitén que desvió el curso del río blanco y dividió la ciudad en dos sectores, destruyendo una fila completa de manzanas. Esta catástrofe dejó a la ciudad físicamente separada, afectando la trama urbana y la vida diaria de sus habitantes. La única forma de cruzar entre los dos sectores actualmente es mediante la Carretera Austral, una solución poco práctica y distante. Después del aluvión, la ciudad fue evacuada, y se consideró la posibilidad de refundarla en otro lugar. Sin embargo, los habitantes del sector sur decidieron quedarse, debido a su sentido de pertenencia y arraigo, a pesar de las difíciles condiciones de vida y la falta de recursos básicos. Esta decisión generó una desconexión no solo física, sino también social y cultural.

Propuesta arquitectónica desde el material

El puente ha sido diseñado con una estructura mixta que considera conjuntos de tensores axiales colaborativos entre sí, que permiten una tensión continua de ambos lados y soportan marcos rígidos de madera que adecúan su morfología según la tensión de los cables, conformados por cerchas y vigas para estructurar a su vez el envigado de piso. Este conjunto genera áreas transitables que funcionan como plazas y espacios públicos. Para garantizar el contrapeso de las fuerzas axiales que soportan la estructura, el tensor se ancla a un bloque de hormigón ubicado en los bordes del río, generando estabilidad y un cruce despejado desde los bordes hacia el puente.

Innovación de la propuesta

La luz sobre la que se proyecta el puente es de aprox 90 metros y no puede tener apoyos intermedios debido al riesgo de que el río los destruya. Esta dificultad técnica se resuelve mediante dos principales operaciones: Una operación topográfica a ambos lados que respeta el curso del río y acorta la distancia de 90 a 60 metros. Un entramado de tensores que permiten que el puente se mantenga suspendido sin la necesidad de contar con apoyos dentro del lecho del río. En conclusión, se consideran soluciones tanto desde el contexto como desde la estructura del proyecto para generar una sinergia entre ambos.

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