12 de Abril, 2018

Proyecto de innovación social busca cambiarle la cara a la vivienda de emergencia

Creada por profesionales y estudiantes de las áreas de ingeniería y arquitectura de Concepción, Nexo+ impulsa un desafío constructivo que llama a las nuevas generaciones a pensar en una solución según características geográficas, sociales y climáticas, donde la madera se ajusta al contexto y a los requisitos de un concurso que reúne a distintos actores sociales.

En 2015 los voluntarios de Techo Gonzalo Chacón, Gustavo Fuentes y Esteban González viajaron desde Concepción hasta Diego de Almagro para levantar viviendas de emergencia entregadas por el Estado, tras el aluvión que afectó a la región de Atacama el 25 de marzo. En 2017 ayudaron a construir casas de emergencia luego de los incendios en Maule y Biobío. A mediados de ese mismo año llegaron hasta Molina y al sector de Radal Siete Tazas, región del Maule, para apoyar en labores de construcción en medio de 70 centímetros de nieve. De regreso en Concepción confirmaron una idea, de extremo a extremo del país las viviendas de emergencia que habían levantado eran las mismas, con igual materialidad, obviando cambios climáticos o necesidades de sus residentes según ubicación geográfica.

Es así como estos tres estudiantes pusieron todo en la balanza y decidieron impulsar un cambio. “Teníamos que dejar de ser solo el voluntario que tiene rabia, que tiene impotencia, y hacer algo concreto. Si tenemos la capacidad de hacerlo, hagámoslo”, relata Chacón al hablar de los comienzos de Nexo+,  la organización con la que buscan crear ecosistemas regionales para solucionar problemáticas nacionales.

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En forma paralela, estos tres amigos crearon Divem, el primer Desafío Innovación en Viviendas de Emergencia del país enfocado a estudiantes. Para poner los cimientos realizaron un estudio en el que midieron las capacidades del Biobío. Contaron cerca de 20 casas de estudio, más de 150 mil alumnos disponibles para diseñar, además de un 36% de producción maderera que sale desde la región. A eso sumaron el poder de gestión estatal, las ONG que responden a catástrofes, las empresas y claro, los afectados que tienen la experiencia del desastre y saben de consecuencias.

“Entonces ahí dijimos ‘los tenemos a todos’, hagamos un desafío de innovación en vivienda de emergencia pero que responda a las necesidades territoriales de la región del Biobío, y cómo lo haremos, trabajando todos en conjunto”, cuenta Chacón.

Esteban y Gonzalo, ambos estudiantes de arquitectura de la Universidad del Biobío y Gustavo Fuentes, ingeniero civil en biotecnología de la Universidad San Sebastián, mezclaron sus conocimientos, la experiencia de ser voluntarios en Techo y la necesidad de la juventud por hacer un cambio social.

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Se reunieron con la Onemi, Techo, Fundación Vivienda, Desafío Levantemos Chile, con todas las universidades de la región, con las empresas relacionadas a la construcción de materiales y con distintas ONG. A todos les presentaron la propuesta de Nexo + como organización y Divem como su primer desafío.

Después de meses de gestión el proyecto tomó forma. El lanzamiento de Divem fue este 4 de abril con un Seminario de Antecedentes y Normativa de Emergencia. Participaron todas las organizaciones con las que buscaron trabajar, incluyendo organismos estatales como la Onemi. Fue un espacio en que las autoridades informaron sobre lo que ocurre antes y durante una emergencia, además de cómo se responde. Mientras los afectados relataron cómo recibieron las viviendas y qué necesidades no estaban cubiertas en esas estructuras. Todo ante la mirada atenta de los estudiantes que participarán en el concurso.

“Cambia la cosa cuando se hace un proyecto desde abajo, desde las necesidades esenciales de las familias, que cuando lo solucionan desde el escritorio. De esa manera nace el trabajo en terreno, conociendo a las familias y Nexo nace desde una voluntad de tres amigos por querer mejorar la calidad de vida de esas personas”, agrega el joven.

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DIVEM

El desafío generó gran interés en la región, por eso Nexo+ puso un límite de tres equipos por universidad con un máximo de 12 concursantes por grupo. Hasta ahora hay inscritos unos 20 equipos de las distintas instituciones educacionales del Biobío. El requisito es diseñar una casa con un presupuesto de 4 millones de pesos, 2 millones 800 mil pesos para la casa y 1 millón 200 mil pesos para el baño, elemento importante porque el baño no está contemplado en las viviendas de emergencia.

Los organizadores estiman que las obras que se presentarán serán un 90% en madera ya que las bases ponen el acento en la aislación térmica, resistencia al fuego y metros cuadrados. Además los equipos deben estar compuestos por estudiantes de distintas áreas como salud, finanzas, ingeniería civil, diseño y arquitectura. “Es muy necesario que desde la universidad empecemos a entender que necesitamos trabajar con otras profesiones para poder desarrollar proyectos integrales” agrega el representante de Nexo+, quien también participó en la Semana de la Madera 2016 con un proyecto guiado por su universidad.

Para consolidar esas nuevas alianzas el calendario está completo. El 8 y 9 de mayo se realizará un Workshop destinado a la producción de los proyectos. Dentro de los invitados está Grupo Talca, especialistas en diseño con materiales locales y Nina Hormazábal, directora de Casa Fénix, uno de los proyectos más grandes de Chile en vivienda de emergencia.

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Finalmente el 5 septiembre, en el Encuentro de Construcción Universitaria (ECU) organizado por la CDT de la Cámara Chilena de la Construcción, cerrarán la actividad luego de exhibir todos los proyectos e informar la lista de ganadores.

El equipo busca que los trabajos realizados por los estudiantes no queden solo en la premiación, por eso proyectan exponer los prototipos en la feria Comad. Esperan que luego los tres primeros lugares sean construidos y se queden en distintos puntos de la región ya que recibirán becas de mentoría en emprendimiento para que pase de un proyecto a un negocio, eso además de publicaciones a nivel nacional e internacional y dinero en efectivo.

Para el siguiente año esperan que Divem (Desafío de Innovación en Vivienda de Emergencia) se convierta en Disem (Desafío de Innovación en Solución de Emergencia) la modificación obedece a la justicia de la palabra “vivienda”. “Hemos conversado con distintos expertos y pensamos que si estás hablando de vivienda no estás hablando de lo que se está entregando hasta ahora, no podemos confundir, vamos a tener que empezar a cuidar ciertos conceptos para que no se vayan deteriorando en el pensar colectivo”, señala el estudiante de arquitectura, quien aclara que se trata de solucionar un problema y por eso la necesidad de precisión.

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Con el tiempo esperan expandir la iniciativa a otras regiones y que sus proyectos no sólo respondan a la necesidad inmediata de una catástrofe nacional, sino que la casa también tenga la capacidad de responder a necesidades puntuales, según Chacón: “La idea es que todo Chile en algún minuto llegue a tener casas que respondan a su territorio, a sus necesidades específicas”.

En medio de esto difunden una fórmula que creen necesaria a través del ejemplo, fusionar conocimientos en un mismo proyecto. Con el tiempo han integrado a estudiantes y profesionales de distintas carreras, se sumaron la periodista Manuela Vásquez como directora de contenido, Dominique Benitez en apoyo de producción arquitectura de la Universidad del Biobío, Gabriel Venegas director de finanza comercial de la Universidad Católica de Concepción, y Job Cruz ingeniero comercial de la Universidad San Sebastián está en apoyo de gestión. Una mezcla de conocimiento con el que pretenden continuar trabajando a través de Nexo+ para impulsar un cambio social en el país.


Fotografías: © Nexo+

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