Proyecto de la Universidad de Concepción modifica químicamente la madera para retardar su combustión

Carbonato de calcio. Limestone

Varias pruebas con pino radiata, bajo la norma chilena NCH1974, han comprobado que el carbonato de calcio puede formar una barrera que limita la degradación térmica producida por el fuego. Aunque no es solo eso: también puede mejorar las propiedades mecánicas de la madera y evitar la presencia de termitas. Conversamos con Vicente Hernández, investigador a cargo de este proyecto, para saber más de estos estudios y sobre cómo se puede introducir este mineral en la materia prima.

Uno de los prejuicios más comunes a la hora de construir con madera es la combustión. Una alerta que no deja a nadie indiferente y por la que un grupo de investigación trabaja para modificar esta materia prima de manera química. El objetivo es retardar el efecto de las llamas con la posibilidad de que ese fuego pueda incluso ser beneficioso para el medio ambiente. ¿Cómo se lograría eso? Con carbonato de calcio, un mineral inorgánico presente en la naturaleza.

“Con este compuesto químico buscamos incrementar el desempeño y desarrollar productos mejorados, de mayor valor agregado”, introduce Vicente Hernández, especialista en ciencia y tecnología de la madera que lidera esta investigación desde la Universidad de Concepción.

El investigador del proyecto, el doctor Vicente Hernández / Vicente Hernández

El doctor en Ciencias Forestales es académico de la mencionada casa de estudios, institución donde ha podido continuar una línea de trabajo enfocada en la protección de la madera a través de un Proyecto PAI 77180054, de Conicyt. A partir de varias pruebas con pino radiata –análisis hechos bajo la norma chilena NCH1974–, se ha comprobado su efecto positivo en la materia prima, aletargando la degradación térmica producida por el fuego.

“El carbonato de calcio es capaz de formar una barrera física que limita, hasta cierto rango, el efecto de la llama. También es capaz de descomponer ese calor, ya que al retrasar el fuego no se ven afectadas las fibras de este material, provocando un desvío en el proceso de incineración”, declaró.

Esta investigación –que actualmente se encuentra en etapa de patentamiento– introduce los compuestos que forman el carbonato de calcio, para que este se genere tanto al interior de la fibra como entre las distintas células de la madera.

“La particularidad es que esto no es considerado un proceso preservante, como los que ya existen en el mercado. Aquí no introducimos sustancias que pueden ser tóxicas, sino que modificamos la madera sin eliminar ningún elemento nocivo para el medio ambiente o las personas”, continuó.

Pese a que Hernández lidera este proyecto, reconoce que este es un trabajo a la par con la encargada de laboratorio, Nicole Sagredo. A esto se le suma el aporte de distintos docentes de la institución penquista y de estudiantes de pregrado provenientes de las carreras más ligadas al área maderera, como ingeniería forestal, civil química y en biotecnología vegetal.

Estructuras semiesféricas (parte del carbonato de calcio sintenizado) al interior de una estructura tipo panal de abejas (células de madera) / Vicente Hernández

Esta interdisciplinariedad, comenta, no solo ha permitido encontrar una nueva alternativa de tratamientos retardantes del fuego.

“En el marco de nuestra investigación tenemos indicios de que hay propiedades mecánicas de la madera que podrían verse incrementadas por la presencia del carbonato, además de que la abrasividad de este material podría tener un efecto negativo sobre las termitas. Ambos puntos están dentro de distintos elementos que estaremos investigando en los próximos dos años, tiempo que dura el financiamiento. Si llegamos a conclusiones positivas, podríamos estar hablando de un súper material”.

Con este último punto se refiere a que la madera podría tomar mayor protagonismo en distintas industrias de nuestro país. “Esto, por ejemplo, lo podríamos incorporar en las construcciones con un efecto sumamente positivo, ya que aumentaría el valor agregado de lo que estamos haciendo en Chile”.

–¿De qué forma? ¿Cómo convencerías a un actor relevante de esa industria para que opte por lo que ustedes están desarrollando?

–Primero explicaría que este es un proceso limpio y que puede utilizar la infraestructura ya presente en la industria, como los cilindros de impregnación y las cámaras de secado. Otra de las características es que, en referencia al fuego, la madera tratada podría acumular aún más CO2 del que ya puede contener esta materia prima, por lo que su incorporación se utilizaría como un reservorio adicional que mejoraría la actual huella de carbono. Esto sería muy positivo, pues en nuestros tiempos ya se ha declarado a la madera como el material del futuro por su impacto positivo en el medio ambiente. Esto vendría a potenciar esa afirmación.

Ensayos en cámara de fuego de acuerdo a la norma NCH 1974 / Vicente Hernández

Escrito por Marcelo Salazar Medina
Fotografía principal cortesía de curforum.com
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en LinkedIn
Compartir en Pinterest
Compartir en correo
Traducir »