19 de Marzo, 2019

Tablas de surf: la madera llega a disputar el largo reinado de las resinas y otros materiales sintéticos.

Kunkava, Canvas Boarding y Wingka son tres marcas chilenas que debutan en esta aplicación de la madera. En un deporte que está asociado al aire libre y la naturaleza pero que, paradójicamente, genera muchos contaminantes en la producción de sus equipos. Pero deben sortear una ola difícil: muchas de las maderas más apropiadas aún no se producen en Chile.

El primer registro hecho por europeos de alguien parado sobre una tabla deslizándose sobre las olas corresponde al realizado por la tripulación del Capitán Cook en Hawaii, en 1767, cuando contemplaron asombrados como los nativos ejecutaban con singular destreza esta insólita actividad. Según los testimonios, sólo los nobles podían deslizarse en las mejores playas y que era el jefe quien tenía la mejor tabla, la que estaba hecha con la mejor madera disponible en el archipiélago.

La masificación del surf tomaría casi dos siglos, hasta la década de 1960, cuando comenzaría a experimentar un auge tanto en su Hawaii natal como también en California, Australia y Perú, principalmente. La popularización del deporte trajo consigo el remplazo de la madera por distintos tipos de plásticos, resinas, fibra de vidrio y otros materiales sintéticos, los que ha reinado por largo tiempo, debido a su bajo costo y relativa facilidad de fabricación.

Otra tendencia comienza a observarse, sin embargo, en esta industria desde hace un tiempo: el regreso a la madera, su material ancestral.

Tabla hecha de maderaTabla Kunkava, en proceso de fabricación.

Kunkava y la pawlonia

En un viaje a España en 2016, Sebastián Smith Bize, arquitecto y fundador de Kunkava Surf, conoció la paulownia, la segunda madera más liviana después de la madera de balsa, pero el doble de fuerte. Y que, además, tiene la ventaja de que se puede laminar, sin necesidad de usar poliéster ni fibra de vidrio para sellarla.

Desde hace unos años que en Chile se está dando la tendencia en el surf de reemplazar los componentes tóxicos de las tablas y preferir productos más amigables con el medio ambiente. “Es un deporte muy ligado a la naturaleza, pero contradictoriamente genera muchos desechos como polietileno y resinas”, señala Sebastián.

Este arquitecto nació en Santiago, pero vive hace 10 años en Arica. Comenzó a fabricar tablas de madera hace 6 años, probando con distintos tipos, pero les entraba agua. Hasta que en 2016 compró madera de paulownia traida desde Asia y comprobó que resistía bien al agua de mar, sin podrirse. “Una tabla convencional dura 3 años máximo. Una de madera puede durar toda una vida”, destaca. Otro beneficio es que su árbol es de muy rápido crecimientoy no daña los suelos (de hecho, los regenera). Además, al ser cortado no muere, pudiendo rebrotar hasta 5 veces.

Originaria de China, la paulownia no crece en Chile. Hay algunos cultivos actualmente, pero son aún experimentales y talvez dentro de 5 a 10 años pueda producirse localmente. Otra desventaja es la competencia con las grandes marcas extranjeras que se comercializan en el país. “El chileno es un mercado chico, pero teniendo la madera aquí, se haría más fácil la producción”, dice Smith. Otra dificultad es la tecnología para fabricar estas tablas, la cual “es un poco desconocida en Chile”. Por otra parte, los pegamentos resistentes al agua son importados, pues tampoco existe todavía una industria chilena que los fabrique.

Su taller está en Arica. “Utilizamos una router CNC de 240 x 120 para cortar las piezas, adhesivos de cola de poliuretano, que se vende habitualmente para la construcción y no para este uso”, explica. El paso a paso de la fabricación incluye cortar, laminar al vacío, unir las piezas manualmente y pintarlas. Los diseños de sus tablas se caracterizan por usar iconografía local, que refleja lo rupestre y la vida de los pescadores. “Las tablas tienen más trabajo al ser artesanales. Pero la idea es bajar el precio, democratizarlo un poco para que sea más accesible”, plantea el dueño de Kunkava.

En 2017, Sebastián obtuvo un fondo de Corfo. Actualmente vende por internet y en Arica, a través de las tiendas Cleta Bros Bike & Board y Kayla Design. Ahora está gestionando que algunos surfistas locales prueben y promocionen sus tablas. “Un surfista profesional puede competir con estas tablas”, agrega. En un futuro aspira a que todos sus materiales sean reciclados y a que la madera pueda ser obtenida en Chile, sin tener que traerla del extranjero. También aspira a exportar las tablas a países vecinos como Perú, Ecuador y Brasil.

Canvas Boarding y las maderas nativas

Al igual que Sebastián, Daniel Phillips y su esposa Natalia Véliz también estaban pensando en proteger el medio ambiente en 2016 cuando crearon Canvas, una marca que no sólo vende tablas de surf, sino también de skate y snowboard.

Nacidos en Colombia, ambos estudiaron administración de empresas y, antes de Chile, habían vivido en California, además de su tierra natal. “Nos gustó Chile porque sus características geográficas permiten, simultáneamente, el desarrollo del surf, skate y snowboard”, relatan. Al igual que las otras marcas mencionadas, también persiguen la eficiencia energética, sustentabilidad y modelos de negocio colaborativos.

Tabla Canvas, en proceso de fabricación.

A Daniel, fanático de deportes extremos, le preocupa mucho la contaminación que genera la fabricación de tablas de surf. “En la universidad investigué sobre materiales alternativos, innovadores y locales que sustituyeran al bambú chino y al maple canadiense, que son muy usados por las grandes marcas extranjeras para fabricar sus tablas, pero con procesos que generan muchos desechos”. En Colombia hicieron algunos experimentos con guadua, un bambú neotropical distribuido en América del Sur. En Chile han experimentado y fabricado con tepa, lenga y raulí, maderas que después impermeabilizan con resinas de muy baja toxicidad. También estás interesados en fabricar con coligue.

Coincide en que es un problema la carencia de una producción local de materia prima y cree que la diversidad maderera de América Latina, y de Chile en particular, es una tremenda oportunidad. “Queremos promover el diseño y consumo sustentables. La idea es hacerlo a través del deporte, y la inspiración que ofrecen las maderas locales”, concluye.

Longboards marca Canvas.

De Hualpén llega Wingka Boards

Mientras JoaquínFuentes y Álvaro Viveros, fundadores de Wingka Boards, pasean por la playa Rinconada en Cobquerura, la gente les comenta que nunca habían visto una tabla de madera. “Nos preguntan quién la hizo. Cuando les comentamos que nosotros, en Hualpén, se caen de espaldas”.

Tiene 29 años y estudió ingeniería civil mecánica en Valparaíso y pedagogía en educación básica en Concepción. “No terminé ninguna de las 2 carreras, pero al menos viví la experiencia”, dice.

Fabricó su primera tabla con un amigo con quien practicaba surf. Las primeras dos las financiaron vendiendo sus instrumentos musicales y las dos siguientes, echando mano de algunos ahorros de él y su socio. Desde ahí en adelante, contaron con los fodos de un Capital Semilla, de Corfo, al que llegaron luego de haber participado en varios talleres de emprendimiento y negocios sustentables. Para él, fabricar tablas aún no es un negocio rentable porque “sigue siendo un mercado emergente”.

Tablas de Winka Boards, en proceso de fabricación.

Eligió la madera por su afinidad con el material, debido a que previamente había construido muebles para su casa, tenía herramientas, y le molestaba el que después de su vida útil, la tabla de surf convencional solo contaminaba.

Para promocionar el producto consiguió que John Suazo, quien practica stand up paddle, y Matías Concha, surfista local, probaran las tablas y las validaron técnicamente. Además de darle el visto bueno a sus propiedades, los deportistas destacaron lo atractivo del diseño y de las  terminaciones. “Nos queda mucho por avanzar, pero el producto que tenemos es único”, comenta Joaquín.

“Son tablas huecas y a medida que van avanzando en la ola, se va generando una caja de resonancia”, explica. Cada tabla se diseña computacionalmente y se corta con máquinaria CNC. Actualmente, utilizan álamo para la parte exterior y cedro para el esqueleto, pero en el futuro quieren probar con madera de balsa y paulownia, por sus ya mencionadas resistencia y resistencia a la humedad.

Escrito por Diego Zúñiga


Foto Portada: Álvaro Viveros y Joaquín Fuentes, fundadores de Winka Boards.
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