3 de Febrero, 2021

Moda sustentable: marcas de todo el mundo innovan al incorporar en su fabricación fibras en base a madera

La mayoría de los textiles del rubro son fabricados en base a polímeros sintéticos, lo que dificulta su biodegradación. No obstante, distintas marcas (desde grandes empresas a pequeños emprendimientos) están combatiendo los negativos efectos de los desechos lineales al optar por fibras en base a celulosa, pulpa y otros componentes presentes en la madera. Además, la ropa de este tipo supera a la convencional por ser más suave, antiséptica y con mayor resistencia a la humedad.

Producto de la crisis climática, la ciudadanía ha comenzado a cuestionarse y replantearse los modelos productivos que articulan las distintas industrias y servicios que habitan su día a día. La moda no ha estado exenta de ello. Al rubro textil se le cuestionan muchos aspectos, como las relaciones laborales precarias que entabla con las comunidades donde se inserta; un proceso de fabricación muy dañino para el medioambiente por la contaminación que produce en ríos y fuentes de agua potable por los colorantes y otros químicos tóxicos usados en el proceso; así como la moda de mala calidad que se genera bajo el sello fast fashion (moda rápida) que es fabricar ropa  desechable.

Sin embargo, a nivel mundial son muchas las marcas de vestuario que desde hace un tiempo están fabricando con fibras plant based, cuya materia prima es de origen biobasado. Es decir, las prendas que comercializan están hechas con telas compuestas por fibras en base a polímeros que se pueden extraer de algún desecho maderero o agrícola. Estas son algunas de las empresas que están liderando la transición de lo sintético a lo biodegradable.

Biofaber

Piel sintética ecológica Green Skin / Biofaber

Fundada en Apulia (Italia) en 2015, Biofaber es un emprendimiento que ofrece su más grande logro: Green Skin, una piel sintética de origen bacteriano totalmente ecológico. Si bien la celulosa es el polímero más abundante en las plantas, también puede ser producido por ciertas bacterias. En cuanto a las aplicaciones del tejido, hasta el momento la startup italiana ha desarrollado una mascarilla facial, bandas curativas y un canasto “tejido”. Pero además de los campos de la cosmética, biomedicina y diseño, este ecocuero puede ser aplicado en accesorios (relojes, billeteras) y en textiles para vestuario.

En su sitio web la startup afirma que buscan ser una industria productiva y sostenible, propósito que se sostiene en respetar los territorios y en “la ·sustentabilidad social, ética y ambiental sin olvidar la económica”. Mariangela Stoppa, investigadora, ecodiseñadora y CEO de Biofaber, con experiencia en obtener primeros lugares en distintos concursos de innovación, destaca mucho el valor multidisciplinario de su equipo: “Me considero muy afortunada de estar rodeada de médicos y biólogos: para mí es una gran oportunidad poder desarrollar, gracias a su colaboración, un proyecto que solo con mis habilidades no hubiese podido realizar”.

Spinnova

Fibras textiles a base de madera de forma mecánica / Spinnova

Finlandia es la sede de Spinnova, emprendimiento que partió en 2019 y que ofrece fibras textiles a partir de materiales a base de madera de forma mecánica. En su proceso, la pulpa de madera blanda se transforma en un material como la lana de oveja sin utilizar “un solo químico”. Según su sitio web, en su proceso se utiliza un 99 % menos de agua que en la producción de fibras de algodón.

Las fibras se caracterizan por ser resistentes, libres de químicos, biodegradables, respirables y suaves. Han sido ampliamente valoradas y como empresa no se sienten disminuidos frente a la competencia de los textiles sintéticos. Algunas marcas que están trabajando con Spinnova son Bergans (mochilas y bolsos) y Marimekko (ropa), las que han conquistado a sus consumidores con diseño original y sustentabilidad.

Lyocell

Fibra Lyocell hecha con celulosa / Lenzing

Lyocell es el nombre genérico de la fibra celulósica, la que se obtiene al “hilar” la pulpa de madera con un disolvente orgánico. Creada en 1988 por la empresa Courtaulds Textiles, en 1992 el grupo austriaco Lenzing adquirió las patentes de investigación y producción, y desde entonces el lyocell se vende bajo el nombre de TENCEL ™.

Lenzing produce tres tipos de fibras, y según las combinaciones con otras fibras se puede generar una amplia variedad de tejidos. De TENCEL ™ derivan los siguientes productos: Denim (mezclilla), Íntimo (ropa interior), Active (ropa deportiva), Luxe (alta costura), Calzado (calzado) y Hogar (sábanas, toallas). Los tejidos creados aportan mayor resistencia, comodidad, suavidad y absorción en comparación con los convencionales basados en polímeros.

Las tres etapas para obtener el lyocell son: disolución de la celulosa, hilatura y tratamiento de las fibras, y recuperación del disolvente y reciclado. La celulosa se obtiene de árboles de eucalipto, provenientes de bosques con manejo sustentable.

Lentejuela bio iridiscente

Lentejuela realizada a base de celulosa natural / Elissa Brunato

Un producto de una estética muy elevada es lo que logró la diseñadora Elissa Brunato. Se trata de la lentejuela bio iridiscente, cuya fabricación es con bioplástico en base a celulosa natural de los árboles. Además, por su composición y forma, la lentejuela brilla sin necesidad de incorporar un químico.

El acierto de Brunato fue posible gracias al aporte de los científicos Hjalmar Granberg y Tiffany Abitbol ​​del Instituto de Investigación de Suecia. Las lentejuelas aún están en fase de prueba, por lo que todavía ninguna marca ha decidido usarlas. No obstante, la diseñadora ha recibido ofertas de distintas casas de moda. Sin duda este producto tendrá un gran éxito, ya que además de ser bello, se alinea con la consciencia adquirida en el diseño de vestuario por la fabricación de prendas más sustentables.

Ioncell

Fibra de tejido Ioncell a base de celulosa / Universidad de Aalto

Finlandia demuestra nuevamente que es pionero en el uso de la madera. Esta vez los responsables son un equipo académico y científico de la Universidad de Aalto, quienes desde 2009 se encaminan en el desarrollo de una tecnología, patentada como Ioncell, que crea “fibras de tejido resistentes en base a la celulosa encontrada en madera, periódicos, cartón o algodón de prendas usadas”. Las fibras pueden ser utilizadas para la confección de vestidos, chaquetas, bufandas y fundas para computadores.

El primer paso de la fabricación de esta fibra es la disolución de la celulosa con agua y un químico llamado “líquido iónico”. El siguiente paso es el hilado conocido como “dry-jet wet spinning”. El equipo de Aalto espera comenzar con la producción de pruebas piloto y continúa en la búsqueda de colaboradores para escalar en la producción y comenzar su comercialización.

Vollebak

Camiseta hecha de celulosa y tinta de algas / Vollebak

Un estilo completamente urbano se hace presente con la marca estadounidense Vollebak, fundada por los gemelos Nick y Steve Tidball, que ofrece una chaqueta delgada con capucha a partir de una fibra en base pulpa de eucalipto y madera de haya procedente de bosques gestionados de forma sostenible. Al descontinuar su uso, la prenda puede ser degradada en un máximo de 12 semanas bajo tierra. Además, responde a un verde musgoso porque se ha colorado con cáscara de granada. También cuentan con una camiseta biodegradable hecha de celulosa y tinta de algas completamente compostable en unos tres meses.

La firma de los hermanos Tidball no solo persigue la biodegradación, sino que también que el proceso de fabricación consuma la menor cantidad de recursos posible. La producción de circuito cerrado, aseguran, consume un 99 % menos de agua y el disolvente utilizado es reutilizable.

Reebok

Zapatilla fabricada en base a plantas / Reebok

La zapatilla Forever Floatride Grow de la marca internacional Reebok es “la primera zapatilla para correr con fabricación plant based. Diseñada para la colección “Cotton+Corn” de 2018, este calzado posee una entresuela fabricada con ricino cultivado de manera sostenible, un empeine en base a eucalipto biodegradable y una plantilla hecha de espuma de algas en flor que es “orgánicamente resistente al olor”.

El producto ha sido altamente valorado tanto por deportistas de alto rendimiento como por amateurs, no solo por sus ventajas técnicas sino también porque une en un solo objeto el incentivo a la actividad física, la elección de procesos y materiales más sustentables.

Wijld

Mascarilla facial en base a madera / Wijld

El emprendimiento alemán Wijld viene desde 2016 contribuyendo a una moda más sostenible. Su fundador, Timo Beelow, tuvo la idea luego de reflexionar sobre los negativos efectos de la producción lineal.

Las fibras utilizadas por esta marca son lyocell y se aseguran que en el proceso se utilicen disolventes reutilizables, es decir, no nocivos para el medioambiente. La firma alemana ofrece una amplia gama de ropa y accesorios tanto para hombres como mujeres. Recientemente se llevaron muchos aplausos por la colección de mascarillas faciales en base a madera, la cual fue lanzada en 2020. Para mantener los precios asequibles, Wijld vende sus productos a través de su propia tienda online y solo unos pocos minoristas llevan la marca. También se ofrece moda corporativa.

Sin duda, todas estas marcas nos demuestran que sí es posible una industria de vestuario más sustentable y consciente de los negativos efectos de la huella de carbono.


Escrito por Diego Zúñiga
Fotografía principal cortesía de The Index Project
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en LinkedIn
Compartir en Pinterest
Compartir en correo
Traducir »