AKA Patagonia tiene una geografía que sorprende por su escala, naturaleza salvaje y por la relación que se genera entre el visitante y el paisaje. Es por esto que para afrontar este proyecto fue clave que la arquitectura no compitiera con el entorno, sino que se convirtiera en parte de este.
La madera nos permitió generar esa continuidad entre el paisaje y lo construido: que el visitante se sintiera en una constante conexión con la naturaleza, tanto en el exterior como en el interior del hotel. Es un material ecológico y sustentable que nos conecta con el entorno y crea ambientes cálidos y naturales. Los principios de esta obra se basan en la sustentabilidad, el respeto por el medio ambiente y la activación de la economía local.
Los seis módulos prefabricados en madera se construyeron en un astillero y luego fueron instalados en el sitio, posicionados estratégicamente para enmarcar las vistas y captar la mayor cantidad de luz natural. Toda la construcción fue proyectada sobre pilotes para generar el menor impacto en el terreno existente.
Toda la envolvente del proyecto debió ser madera. No queríamos que existiera otro material a la vista. Se decidió usar una cubierta y fachada ventilada revestida en lengua reciclada, lo que nos permitió no solo crear una excelente barrera de aislamiento frente al clima extremo de la Patagonia, sino que también mimetizarnos con el paisaje.
Debido a lo remoto del lugar, se utilizó madera de pino impregnado, predimensionada para la estructura y la fachada. En el interior, se realizaron trabajos con lenga reciclada.
La lenga está adaptada para crecer en lugares de suelos pobres, climas fríos y fuertes vientos, donde ninguna otra especie suele adaptarse. Para la fachada usamos la lenga natural sin ningún tipo de protección. Su envejecimiento en la fachada es un aspecto clave del proyecto para lograr una fusión entre lo construido y lo natural. La arquitectura busca con el tiempo adaptarse a su entorno.
Este proyecto fue construido en casi tres meses. La prefabricación se realizó en un sector protegido del clima y en coordinación con tecnología BIM, lo que nos permitió ser eficientes con una arquitectura modular responsable con el medio ambiente.
Patagonia es uno de los destinos turísticos más importantes de Chile y el mundo, una geografía que sorprende por su escala, naturaleza salvaje y por la relación que se genera entre el visitante y el paisaje.
El encuentro entre los elementos naturales impacta a primera vista, esa conexión que existe entre agua y glaciar, roca y montaña, árbol y tierra, un contraste de materias, formas y colores, entre lo sólido y lo líquido, entre el quiebre de las montañas y la explanada del valle.
El proyecto nace a partir de este concepto; encuentro y contraste, una arquitectura que emerge de la tierra y se convierte en parte de la naturaleza, quiebres que se levantan como montañas, volcanes y glaciares en el horizonte de Puerto Natales.
Aka Patagonia es un homenaje al paisaje.
El proyecto se emplaza en Puerto Natales en lo alto del valle al final de una suave pendiente con vistas panorámicas, donde el horizonte se ve interrumpido por quiebres naturales que emergen, volcanes, montañas y glaciares.
El encargo consiste en seis módulos de habitaciones privadas y un módulo común de relajación, reunión y cocina.
Los seis módulos prefabricados en madera se construyeron en un astillero y luego fueron instalados en el sitio, posicionados estratégicamente para enmarcar las vistas a las distintas atracciones naturales y obtener la mayor cantidad de luz natural durante el día. Toda la construcción fue proyectada sobre pilotes para generar el menor impacto en el terreno existente.
Los espacios están diseñados para que uno pueda experimentar el flujo continuo de la naturaleza, tanto dentro como fuera.
La lenga es una especie nativa típica de la zona y envuelve el proyecto incluso en las cubiertas, protegiendo la estructura de las extremas condiciones climáticas. La lenga está adaptada para crecer en lugares de suelos pobres, climas fríos y fuertes vientos, donde ninguna otra especie suele adaptarse.
El envejecimiento del material es un aspecto clave del proyecto para lograr una fusión entre lo construido y el paisaje. La arquitectura busca con el tiempo adaptarse a su entorno, sin competencias ni pretensiones, haciéndose parte de ella.
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