El proyecto se ubica dentro de la zona núcleo de la reserva de la biosfera, en el sector Cajón Grande, en la localidad de Olmué, región de Valparaíso.
El encargo consiste en realizar un lugar que ponga en valor este patrimonio natural, en donde se puedan realizar actividades en la naturaleza con fines educativos, deportivos y terapéuticos.
Para ello el principal cuidado era el de generar una arquitectura cuyo diseño permitiese distintas formas de interacción entre quien habita la obra construida y el entorno natural donde se emplaza el proyecto, como un referente de sostenibilidad y bajo impacto en la zona.
Para lograr este objetivo, había que pensar un sistema modular con el cual poder hacer distintas unidades de tipologías y tamaño, pero con una misma “información genética”.
Basado en la cúpula diseñada y construida por el mandante (escultor), en su vivienda particular, cuya estructura estaba generada por un elipsoide oblongo, se propuso incorporar al proyecto este conocimiento adquirido para desarrollar las unidades destinadas al refugio, habitaciones, baños, camarines, muro de escalada.
Para ello se construyó una matriz única de madera, en la cual se producían las distintas piezas para los anillos estructurales, sus conectores y las bases de los módulos de habitación, los cuales están simplemente apoyados sobre el terreno para evitar cimentaciones de cemento dentro del bosque nativo. Para la producción de estas estructuras se utilizó pino cepillado seco de 1`x6`, 2`x8`, 2`x10`.
Para el refugio se utilizó troncos de ciprés, abandonados, los cuales fueron rescatados, y aserrados para la estructura, y el mobiliario del proyecto, poniendo en valor un material que estuvo durante años inerte, al igual que los revestimientos exteriores, incorporando el reciclaje de madera en la obra.
Los revestimientos exteriores e interiores de los módulos de habitación y torre de escalada, al igual que su mobiliario han sido construidos con terciado de roble, para mejorar su resistencia a la humedad y terminación.
El área de piscina cuenta con unas terrazas construidas de forma modular, con madera impregnada con el sistema micro-pro, libre de agentes tóxicos.
Toda la mano de obra utilizada para este proyecto ha sido local, dando trabajo a personas del lugar, promoviendo el desarrollo sostenible de proyectos de interés medioambiental.
El proyecto cuenta con una planta de tratamiento que recupera el 98% de las aguas las cuales serán utilizadas para riego, en una zona declarada en riesgo de sequía, evitando el uso de las fuentes de agua para consumo humano, haciendo un uso eficiente de este recurso y bien escaso.
Caminos y senderos han sido habilitados, cuidando y protegiendo los árboles existentes.
Todos estos trabajos se realizaron la mayoría con madera, sin cortar un solo árbol del lugar.
Ver más sobre: