En el año 2006 se nos encarga construir una casa de verano en un condominio, ubicado cercano al Parque Nacional Villarica. Es un lugar de montaña, donde cae nieve y no se puede acceder en invierno, por lo que la casa se piensa como una casa de verano que queda cerrada en el invierno.
El lugar de emplazamiento del proyecto es el cajón de un río, flanqueado por altos acantilados. Los deslindes del sitio son completamente artificiales y no geográficos, por lo que se opta por armar un proyecto que conforma los cerramientos y constituye el sitio dentro del condominio, logrando generar un espacio domesticado y aislado de los vecinos.
Todo el espacio delante de la casa será arquitecturizado con terrazas y pasarelas a partir de un paisajismo natural que el lugar tiene dado por árboles escultóricos caídos de un antiguo incendio.
Los dueños de casa, han tenido como costumbre hacer camping. Esta cualidad particular de la familia es la que da forma al proyecto. Se piensa en armar un espacio carpa permanente, donde la cualidad del espacio es un gran espacio unitario bajo un manto. Se diseña un gran manto de madera que envuelva la casa y de cabida al habitar comunitario.
El antes de la casa se construye con un gran muro curvo que recibe y se traspasa. Es el gesto de las manos en la distancia exacta, en que aún mantiene una relación, que quiere dar cuenta del ‘aire invisible que mantiene las moléculas cohesionadas y conforma la materia’.
Se diseña una casa considerando una carga de nieve máxima de 1.80 mts., que ha sido el promedio de los últimos 80 años. Ese invierno, caen 3.00 mts. de nieve y obliga al calculista a sobre estructurar la casa, para lograr mantener el vacío unitario en el interior. El proyecto se sale de presupuesto.
Se decide replantear el partido arquitectónico a partir del mismo gesto inicial, conformar el terreno con la arquitectura, esta vez abriéndose hacia el sitio y las vistas, en vez de contenerse. Se opta por un sistema estructural que independiza la cubierta de los muros perimetrales, para poder desarrollar dos construcciones en paralelo.
Fundaciones y cubierta en el lugar, muros de cerramiento con el sistema prefabricado de Termocret, en Santiago. Esta estrategia permite ganar tiempo de construcción y lograr dejar la obra gruesa terminada antes que llegue el invierno.
El cambio de estrategia en la forma a partir del cambio en el partido arquitectónico, permitió lograr el costo de obra estipulados por los propietarios y acortar el tiempo de construcción.
Fotografía: AIRA arquitectos /Imágenes digitales: Francisco García-Huidobro
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