La casa se ubica en un sitio de 160 x 30 metros y un desnivel de 36 metros, en la ribera norte del Lago Rupanco.
Se construyen dos volúmenes paralelos en un claro dejado por la vegetación, abiertos en sus extremos y perforados por los costados. Hacia la parte alta, un bosque de arrayanes y laureles. Hacia el frente, la vista entre las copas de los árboles y el lago.
Para construir disponíamos de una mano de obra rudimentaria, aunque acostumbrada al trabajo y técnica de la madera. Esto, sumado a la lejanía del terreno, hace que optemos por este sistema constructivo (con sus respectivos detalles) conocido y probado. La estructura es de pino, las fachadas de pino impregnado pintado con carbolíneo y los revestimientos interiores de madera de mañío y ulmo dejada al natural.
Con el tiempo las fachadas se irán deslavando, la construcción se irá asentando, llegando a confundirse, con un poco de suerte, con las otras edificaciones del lugar.
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