El proyecto se funda en la idea del simbolismo de los emplazamientos rurales de Chiloé, acogiendo de esta manera un arraigo, una manera de habitar y pertenecer al lugar al cual hoy concierne. Este simbolismo se hace presente en la común unión de los volúmenes a partir de uno mayor, ordenador y otros menores acogidos a su orden creando en si mismos, una unidad única, creadora de lugar.
De esta manera, el conjunto de volúmenes se ordena siguiendo la loma de su topografía y naturaleza alcanzando desde lo alto, las vistas que el lugar otorga, armando en sus perspectivas una vigilia de su entorno en movimiento.
Esta conformidad de apartar los volúmenes permite generar diversas esclusas entre los recintos, evitando las perdidas calóricas y optimizando el núcleo calórico a partir de una propuesta arquitectónica flexible, la cual se ordena a los requerimientos de las ocasiones de uso.
Casa Koñimo, esta construida íntegramente en maderas nobles entregadas con planes de manejo sustentable CONAF, concibiendo las características de las maderas a su uso.
