Este proyecto nace de la búsqueda por llevar a la práctica cuatro principios esenciales de la arquitectura: Funcionalidad / Eficiencia en el uso de recursos / Correcto uso de las energías pasivas y / el reconocimiento del lugar, como comprensión de un territorio y cultura.
Reconocimiento del lugar:
Morfológicamente el proyecto aparece como un volumen a dos agua, un pequeño galpón, hermético y cerrado hacia el espacio exterior de acceso, para que solo una vez desde el interior de la vivienda, exista un re encuentro con el lugar, a través de una fachada acristalada, en forma de muro cortina, de piso a cielo, que deja como protagonista la belleza del lugar en su totalidad.
Funcionalidad:
La vivienda se piensa desde la optimización de los metros cuadrados, la comodidad y privacidad de los recintos. Para esto último, los dos dormitorios se ubicaron en los extremos de la vivienda, como polos habitados, conservando su intimidad con el resto de la vivienda.
El baño, junto con la cocina, conforma un único núcleo húmedo y estructural, colindante al dormitorio principal, sirviendo de paso al resto de la vivienda.
Esta distribución deja al espacio público completamente integrado en el centro de la vivienda y vinculado directamente con la cocina, comedor, estar y terraza techada de forma translucida, que permite disfrutar del exterior de forma protegida de las fuertes lluvias.
El acceso principal, resguardado del volumen central, se abre desde el sur, evitando la exposición norte de las lluvias y vientos, a través de una rampa de acceso, facilitando el acceso a personas con discapacidad.
Correcto uso de las energías pasivas:
Con el fin de lograr mayor confort y optimizar las energías pasivas, la vivienda a través de una fachada completamente vidriada, permite recibir y captar al máximo el recorrido del sol en su fachada norte, al mismo tiempo que se cierra de forma hermética como un muro cortina, para evitar las fuertes lluvias.
Opuesto a la fachada norte, la fachada sur, es la encargada de ventilar la vivienda, a través de ventanas específicas como cañones de viento, para ventilar y refrescar de forma natural el interior de la vivienda los meses de primavera y verano.
Por su parte la lluvia, a través de dos canaletas en cada una de sus aguas, desarrolladas en toda la longitud de la vivienda permiten recuperar y acumularla para diversos usos.
Materialidad: Eficiencia en el uso de los recursos
La optimización del uso de los recursos, permitió lograr construir esta vivienda solo 2 meses, a un bajo precio por m2 y disminuir a casi a cero la cantidad de desechos durante la construcción.
Para lograr lo anterior la vivienda fue diseñada en virtud de los materiales a utilizar: Planchas de terciado para pisos, revestimientos y muebles 244/122, maderas para estructuras 360 cm, y planchas de zinc pre pintado negro, que permite absorber calor en una zona fría, al mismo tiempo que logra que la obra se mimetice con el lugar.
Por último, para completar la sostenibilidad del proyecto, se construye enteramente con madera renovable utilizando mano de obra local.
Fotografías Ortuzargebauer Arquitectos
