Ubicada en Río de Janeiro, Brasil, la obra estuvo a cargo de Mareines Arquitectura. Esta residencia flota sobre el Océano Atlántico desde un monolito de rasgadura de granito entre los concurridos barrios de São Conrado y Barra da Tijuca, en Río de Janeiro.
El terreno donde desarrollamos este proyecto residencial tiene la característica excepcional de estar en el corazón de la ciudad de Río de Janeiro, frente al mar.
Más exactamente a 65 metros sobre el mar, sobre un empinado monolito de granito orientado perfectamente al sur. Esta orientación hace que todas las vistas desde la casa sean sólo al mar.
La compleja geometría de la cubierta con tablas de pino se genera mediante grandes vigas curvas de madera laminada de eucalipto. Estas vigas se apoyan sobre pilares de sección circular fabricados en acero galvanizado.
Es como si la casa fuera un barco surcando las olas en busca del horizonte.
Y fueron estas olas las que sirvieron de inspiración para el diseño del techo que protege el edificio del inclemente sol carioca.
La casa tiene cuatro plantas accesibles mediante escaleras y ascensor de pistón hidráulico de cristal. El nivel de acceso tiene el área de lavandería, cocina y salón/comedor. El nivel inmediatamente superior tiene habitaciones para el personal, una habitación para invitados y una sala de televisión. El nivel inferior al acceso es el contacto directo con la naturaleza.
Una sinuosa piscina infinita separa el mar del jardín de hierba. También disponemos de un árbol (árbol de acerola) y un gran jardín vertical. Un gran salón con zona gourmet, sala de estar, bar, sauna y vestuario completan la planta. Bajando otro tramo de escaleras se llega al piso familiar con tres suites, Family room y playroom.
