El proyecto se ubica en el Valle de Lonco, Chiguayante, en el sur de Chile. Se plantea una versión más plana de la casa de techo a dos aguas, tipología típica de latitudes lluviosas y frías como la Región del Bío-Bío. La casa está rodeada de cerros y bosques y se encuentra frente a una plaza de barrio que tiene grandes árboles.
Su construcción se realizó completamente en madera reutilizando los tablones de alerce que revestían la casa original. Sus 130m2 interiores se dividen en un área pública que incorpora una cocina abierta, living y comedor y otra área privada donde se encuentran los dormitorios y baños. Incorpora un patio interior frente al acceso que configura el programa, ilumina todo el sector sur de la casa y permite ventilar todos los recintos húmedos de manera natural.
La volumetría pura de la casa, marcada por el revestimiento uniforme de tablones machihembrados de “4 y 6”, se abre y se retrae para generar aleros en puertas y ventanas. Como elemento característico, se incorpora una claraboya triangular en forma de bocina, que nace del corredor de circulación interior y se proyecta hacia afuera, enmarcando las copas de los árboles de la plaza al otro lado de la calle.
Para mejorar el confort térmico, se incorporaron técnicas pasivas de arquitectura sostenible. Se crearon bodegas y bancas exteriores que generan una doble fachada y se incorporó cubierta ventilada para facilitar el enfriamiento de los espacios interiores en verano.
