Hof van Duivenvoorde es el centro de visitantes que pertenece al castillo y la finca Duivenvoorde, un monumento nacional en la ciudad de Voorschoten. La fundación Duivenvoorde fue la comisaria y pidió a 70F Architecture que creara un edificio que pareciera un granero pero que al mismo tiempo fuera transparente y tuviera un ambiente acogedor.
“En 2017/2018 diseñamos un centro de visitantes que “vive”. Hof van Duivenvoorde, tiene nueve partes móviles de la fachada que abren el edificio por la mañana y lo cierran por la noche. Cuando la fachada está abierta el edificio es un restaurante ligero, cuando está cerrado se convierte en un modesto granero que desaparece en sus alrededores”, explica el estudio de arquitectura.
La solución, con sus partes móviles de la fachada, resultó difícil de ejecutar. Ningún productor de escotillas o proveedor de bisagras estaba preparado para el desafío. Bas ten Brinke, propietario de la 70F arquitecture, decidió hacer la ingeniería él mismo.
En Hof van Duivenvoorde habita un restaurante, una tienda del museo y un espacio para los voluntarios que realizan visitas guiadas en el castillo y alrededor de la finca. El edificio es relativamente pequeño, 6 x 30 metros, pero se siente espacioso debido a la alta transparencia. Se puede mirar de un lado al otro del edificio. El espacio sobre la cocina (en el extremo más alejado del edificio) y la unidad sanitaria (en el medio) se dejan abiertos, mostrando así el techo y su construcción en su totalidad. Algunas de las ventanas fijas continúan sobre la cumbrera del techo hacia el plano del techo trasero, en dirección al monumental muro del jardín.
El edificio es un ejemplo de arquitectura moderna, encajando a la perfección en su entorno del siglo XIII definido por el castillo.
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