En “Translations from Drawing to Building” Robin Evans se refiere a la permanente separación, existente en arquitectura, entre los métodos tradicionales de diseño, el dibujo, y su objetivo o resultado final, la construcción material. Esta relación entre diseño y construcción plantea ciertas problemáticas, que permiten abrir nuevos campos de investigación y experimentación en relación a la generación de la forma en arquitectura.
El diseño de una edificación que tenga como principio el cómo ésta se construye, y una construcción determinada por la simulación y una manipulación formal previa, posibilita manejar ciertos aspectos de la forma, generar variaciones y crecimientos de acuerdo a procedimientos constructivos abiertos que permitan adaptabilidad.
El Diseño y la Construcción de una Infraestructura complementaria a un Centro de Producción Acuícola, una Cobertizo y un Galpón, propone dos sistemas constructivos genéricos que se adaptan formalmente a los requerimientos del programa y a las condiciones del terreno. El Cobertizo se adapta a la forma irregular de la planta que presenta un quiebre central.
Se compone por dos estructuras que se encuentran desfasadas en dicho quiebre y se unen al girar una de las aguas de una posición a la otra de manera progresiva. El Galpón relaciona una estructura tradicional a dos aguas con una forma ortogonal que permita que sus caras se abran completamente. Se compone por cerchas que conforman marcos triarticulados que, al variar la crujía, giran y cambian deposición.
Las Reglas. La relación entre diseño y construcción es directa: la forma es resultado de los procedimientos de montaje. Su diseño digital se realiza de la misma forma que su construcción material, a partir de reglas de relación que permiten el cambio de posición entre unidades constructivas idénticas en repetición. La traslación del diseño a la construcción se produce por indicación de reglas, la planimetría tradicional es sólo referencial. Lo importante son las partes, sus medidas y como éstas se relacionan entre sí.
La Deformación. Las partes o unidades constructivas son, en ambos casos, cerchas de madera. Las uniones entre ellas son rotulas que definen un punto de fijación que mantiene un grado de libertad durante el montaje: el giro. El movimiento o el cambio de posición de cada parte permite la variación formal y por tanto la adaptabilidad de la estructura, la repetición de dicho proceso su crecimiento.
La Estructura. Los sistemas se fijan por geometría y las variaciones definen un rango de estabilidad estructural: entre la estabilidad óptima y el punto de colapso. Entre estas dos posiciones las variaciones son infinitas. Por lo tanto las características de cada parte o unidad constructiva se encuentran determinadas por el cálculo de la posición estructural más desfavorable (o menos óptima).
El proyecto es genérico y su aplicación específica. Podría ser desarmado y vuelto a montar de forma distinta, o aplicado a otro contexto de acuerdo a variables programáticas diversas. Todas las partes son finitas, rígidas e idénticas y la forma se construye -digital y materialmente- de acuerdo a reglas: los procedimientos de montaje.
Fotografía: Daniel Rosenberg y Rosario Montero
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