El hotel está ubicado en Maranza, en la región italiana del Tirol del Sur. Los prados y los campos rodean la montaña bien formada del pequeño pueblo alpino, justo encima del valle de Puster, un destino turístico muy conocido por sus maravillosas rutas de trekking. La ubicación del proyecto se caracteriza por su paisaje único e impresionantes vistas panorámicas de las montañas Dolomitas.
La nueva estructura del hotel está fragmentada en cuatro volúmenes desplazados para desglosar la escala de toda la estructura y, al mismo tiempo, respetar la escala de los edificios circundantes. La composición está inspirada en la arquitectura vernácula de la región y el clásico granero de madera, reinventando con una reinterpretación contemporánea esta tipología.
La forma curva de la fachada del exoesqueleto está inspirada en la horqueta utilizada por los agricultores locales. Maranza es un pequeño pueblo del Tirol del Sur con un trasfondo agrícola significativo.
Los interiores son simples y funcionales, un estilo alpino atemporal. La madera de fresno se combina con los típicos textiles de loden verde, agregando un toque de color que da continuidad a la paleta natural del paisaje circundante. La madera es la principal protagonista del proyecto, tanto en el exterior como en el interior, creándose un contraste entre la madera ennegrecida exterior y la madera clara interior.
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