En el contexto chileno, los grupos humanos que han habitado el territorio han aplicado diferentes estrategias de adaptación, por medio de las cuales han accedido a recursos vitales necesarios para la vida en comunidad. Estrategias ancestrales se reinterpretan para ser aplicadas en el proyecto, se resalta la importancia del paisaje cercano y lejano, de las nubes en los cerros y la montaña y del agua como elemento esencial para la vida y a la vez escaso en el contexto del proyecto. Por esta razón, el uso y aprovechamiento del recurso hídrico existente desde herramientas de bajo impacto son el punto de partida para definir la espacialidad y funcionamiento adecuado del edificio.
EL proyecto está planteado desde un enfoque de adaptabilidad en cuanto a usos y configuración de espacios, como respuesta a las dinámicas cambiantes asociadas a la labor educativa. Dentro de las estrategias planteadas para lograr esta adaptación en el momento que sea necesario, se encuentra el diseño y ubicación del mobiliario propuesto. Los volúmenes se adaptan a la topografía, los módulos surgen en referencia a las viviendas indígenas de las tribus, como geometría principal se hace uso de la sección aurea complementándose de paralelas a las circunferencias y radio.
En el proyecto, el uso de la madera como material para la construcción de espacios habitables está ligado con las ideas y cosmogonía de los grupos sociales ancestrales que han habitado el planeta entero, su uso ha estado relacionado a distintas actividades productivas colectivas e individuales y/o familiares asociadas a la identidad y permanencia de las comunidades en medio de un paisaje natural determinado.
Para desarrollar el proyecto se tuvieron en cuenta las características de la unidad territorial de Chañaral, la cual está asociada a la minería y a las actividades relativas al transporte, carga y descarga de insumos metalúrgicos y pétreos, adoptando de esta manera una dinámica de extracción y de servicios de transporte. Debido a esto se hace necesario adelantar procesos que reconozcan los diversos saber, prácticas, del conocimiento y la educación técnica, ya que es una ciudad que no cuenta con una óptima cobertura estudiantil, y de esta manera incidir en el crecimiento e innovación de la ciudad, donde se completen aspectos operativos necesarios en el uso adecuado de los recursos de la zona y la economía, generando eficiencia en el camino hacia la mejora profesional, incentivando al estudio por medio de un liceo técnico profesional.
La respuesta arquitectónica y de emplazamiento urbano aporta a la calidad en uso y cobertura de infraestructura educativa en Chañaral, adicionalmente, desde la oferta de programas en temas relacionados con la agricultura se aporta en la diversificación de los sistemas productivos a nivel local. La conceptualización del proyecto nace del reconocimiento y exaltación de los ciclos ecosistémicos del lugar, y el uso de la madera como material revolucionario que se adapta a diferentes necesidades cumple con las especificaciones técnicas requeridas y transmite valores culturales y sociales, además de la variedad de posibilidades estéticas, desde la reinterpretación de códigos culturales locales.
