Situado en el Parque Nacional Conguillio en la IX Región, se solicita ampliar el actual restorán y lugar de convivencia de los turistas que habitan las cabañas del lugar.
El nuevo programa consistió en seis habitaciones con sus respectivos baños, un sauna y una pequeña sala de masajes.
La estrategia fue “envolver” parcialmente la actual construcción, creando una galería que complementa la actividad del restorán y ofreciendo una nueva cara al conjunto.
Las habitaciones se plantean en una tira en base a un módulo base que al desplazarse uno a otro no pierde jamás la vista a los cerros y araucarias cercanas, el corredor que unifica el conjunto sigue la pendiente del terreno natural y se abre hacia una zona de jardín “interior”.
La visita con el maestro del lugar a la barraca de Melipeuco, determinan el material a utilizar, los tablones se disponen traslapados en forma vertical y con planchas de aislación intermedia, el conjunto se monta de una vez haciéndose estructura y revestimiento a la vez.
Las ventanas son los espacios resultantes del hecho de no cerrarse al exterior y las vistas, estas, de forma vertical recogen la vista desde la base a la cima de los cerros.
El color gris originado por la vejez de la madera, dialoga con el paisaje de lava volcánica y roca del lugar.
