El encargo consistía en crear un prototipo que pueda insertarse en una geografía extrema y que a través de la repetición de módulos permita su crecimiento en el tiempo sin afectar su identidad y geometría.
La génesis del proyecto responde a las inclemencias climáticas de la zona. Lluvias por sobre los 3000 mm anuales promedio dan como resultado la construcción de un gran cubierta bajo la cual se disponen a modo de cajas de maderas continuas los diferentes programas. Esta piel exterior impermeable se separa del suelo permitiendo la ventilación requerida, conformando espacios exteriores, intermedios e interiores interconectados.
Se utiliza un sistema repetitivo de marcos de madera cada 3,2 metros, que van estructurando cubierta, módulos y divisiones simultáneamente en sentido longitudinal. Esta estandarización del proceso constructivo facilita su crecimiento y rápida construcción en el tiempo.
Un objeto en el paisaje, que se quiebra para en la vegetación del lugar. El quiebre disgrega los programas, dejando en un volumen pesebreras y en otro salas de alimentos, remedios y oficinas. El espacio intermedio cubierto resultante entre ambos volúmenes conforma el área de ensillado, coches y circulaciones.
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