capsula de cuentos

Cápsula de cuentos

Ubicación: Newmarket, Canadá
Área : 5m²
Fecha de finalización: 2015
Arquitectos: Akb Architects: Kelly Buffey, Robert Kastelic, and Aaron Finbow
Líder de proyecto y donaciones: HollisWealth: Scott Munro, Bill McTavish, and Ted Kurello
Cliente: Town of Newmarket: Mark Agnoletto
Donaciones de libros: Scholastic Canada y Newmarket Public Library

Cápsula de cuentos (Story Pod) es una biblioteca de intercambio de libros (net-zero) respaldada por la comunidad, diseñada para la ciudad de Newmarket para promover la alfabetización, la inclusión y el intercambio social. Ubicada en el borde de una plaza cívica prominente, la cápsula continúa el plan de la Municipalidad de usar un diseño ecológico contemporáneo como un medio para crear un centro público animado e innovador para el intercambio comunitario.

Cápsula de cuentos se originó en una asociación público-privada entre la Municipalidad de Newmarket y la empresa local HollisWealth. La visión del equipo era construir dentro de la esfera pública y fomentar los valores de compartir y la inclusión. Akb Architects donó tiempo para el esfuerzo comunitario, HollisWealth donó todos los materiales de construcción y la editorial, Scholastic, y la biblioteca pública local de Newmarket proporcionaron el suministro inicial de libros. El pabellón fue construido y sigue siendo mantenido por el departamento de Obras Públicas de la Ciudad.

Utiliza una forma pura para maximizar la capacidad y el impacto. Basado en las pautas del proyecto -compacidad, transportabilidad, eficiencia energética, economía y facilidad de construcción- el diseño es un volumen negro simple (de unos dos metros y medio por dos metros y medio; por unos tres metros de altura). A medida que los ciudadanos se mueven alrededor de la cápsula, el ritmo de sus listones negros verticales cambia. El espaciado más estrecho articula muros opacos; los huecos más grandes, respaldados por policarbonato transparente, permiten que la luz se filtre; y las aberturas más amplias muestran las pilas de libros, lo que genera más intriga.

Durante el día, dos muros se abren mediante bisagras diseñadas a medida, lo que anima a la gente a entrar. En su transformación, el exterior de madera oscura da paso a un interior cuidadosamente detallado revestido en madera cálida, que contiene un muro lleno de libros y niveles de asientos integrados. Con ambos muros abiertos, el espacio de la cápsula se extiende hacia afuera para involucrar a los visitantes individuales a tomar o dejar un libro, al mismo tiempo que apoya reuniones más grandes y sesiones de lectura con estudiantes y maestros. Por la noche, con las puertas cerradas, los LED empotrados de bajo consumo que funcionan con paneles solares ocultos en la azotea, brillan a través de los listones exteriores, proporcionando el ambiente idóneo para las actividades nocturnas. Durante el invierno, la cápsula se almacena fuera del sitio, los canales ocultos en su base acomodan una carretilla elevadora estándar para un transporte eficiente.

Cápsula de cuentos es un éxito sin precedentes para la comunidad de Newmarket. Ha cosechado elogios del público y ha recibido premios nacionales e internacionales y la atención de los medios. A nivel local, la respuesta positiva es visible en el nivel de participación de la comunidad, incluido un flujo continuo de libros donados y alineaciones informadas cada mañana antes de la apertura de la cápsula. Además, y como resultado de este éxito, se ha forjado una asociación internacional para construir múltiples cápsulas de cuentos en Corea del Sur.

Se trata de un hermoso ejemplo del valor de las asociaciones público-privadas y el tremendo impacto que una estructura arquitectónica canadiense pequeña puede tener a escala internacional y urbana, fortaleciendo las relaciones cívicas y comunitarias a nivel local y en el extranjero. Este concepto modesto tiene profundas implicaciones de cómo activamos los espacios públicos con un enfoque simple e innovador de la infraestructura urbana que emana una cualidad mágica de inclusión y asombro.


Fotografía cortesía de Shai Gil y Bob Gundu

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