Partió como una empresa de arquitectura y construcción en 2000. Más tarde se transformó en un estudio interdisciplinario que abarcaba también proyectos de gestión territorial, turismo, energías renovables y diseños de productos corporativos. Hoy la empresa Factoría se destaca por mantener una fuerte identidad territorial que desde Concepción se proyecta hacia nuevos mercados.
Cuando la arquitecto Susana Herrara volvió a Chile en 2000, tras 12 años de residencia entre Estados Unidos y España, jamás pensó que estaría a cargo de Factoría, un empresa de arquitectura, diseño e innovación. Hoy Factoría ha abierto nuevas unidades de negocios, incorporando nuevos servicios de asesoría y el desarrollo de nuevos productos junto a su socio Kassian Obkircher, ingeniero de la Politécnico de Milán, y su equipo interdisciplinario desde Concepción.
Y es que levantar un proyecto de estas características desde regiones no es tarea fácil. Llegar a las empresas y entregarles una propuesta innovadora, con una mirada integradora de nuestras culturas, materiales e identidades locales tampoco lo es.
Pero Herrera dice no rehuir de los desafíos y por eso Factoría es una invitación a salirse de la zona de confort. “Salir del esquema clásico de todas las empresas y apostar por un producto único, como un mobiliario y arquitectura hecho por mano de obra chilena, con diseños únicos en su estilo”, dice.
Han trabajado con varios jóvenes diseñadores de distintas especialidades, apoyando estratégicamente a exitosos proyectos innovadores en Chile. Y por este aporte al diseño y a la formación de futuros profesionales en 2012 recibieron el premio Capital Humano otorgado por DUOC UC. Sus productos y proyectos, además, han sido exhibidos en la Asociación de diseñadores de Madrid (DIMAD) y en la Bienal de Diseño.
─¿Y qué es lo que los distingue?
Hacer las cosas bien y atreverse a innovar, asegura Herrera. “Nos sentimos comprometidos a ser voceros de un futuro próspero donde los creativos y emprendedores encuentren en la madera una posibilidad concreta”, agrega.
─¿Y por qué madera?
“Porque la nuestra es una región principalmente forestal, entonces naturalmente es la madera nuestro principal material de construcción, diseño y exploración. Un material que está también en la tradición de la mano de obra local y es parte de la identidad y saberes locales”, explica.
─¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo con este material? ¿La prefieren a otros materiales o depende del tipo de proyecto?
Lo nuestro es el “lujo de la madera y lo hecho a mano”. Si miras nuestros proyectos, prácticamente en todos la madera está presente. Y si bien hace años atrás usamos la madera nativa, hoy la gran mayoría de lo que hacemos en madera lo hacemos con Pino radiata, dándole un giro a este material. Hacemos lujo de un material común, porque sabemos que el pino es una madera blanda, pero que justamente esto nos permite otras prestaciones que nos permiten dar formas orgánicas y lúdicas a nuestros diseños.
─¿Qué técnicas usan para trabajar la madera de pino radiata?
Nosotros hace ya varios años conocimos a un gran artista y artesano de la madera, Lucien Burquier, y con él aprendimos que el pino es un gran material. A diferencia de cómo se corta el palo de madera, nosotros hacemos el corte lateral y lo laminamos. Utilizamos las antiguas técnicas de embarcaciones de lujo de yates y las transformamos en nuestros productos. Creamos valor, innovamos y contribuimos a preservar nuestro entorno.
─¿Por qué decidieron atreverse por este material?
Entendemos que la madera es de los pocos materiales de construcción biológica renovable y por tanto altamente tecnológica. Además, contamos en la región con centros de investigación y universidades con gran experiencia en la investigación de este material y todo ese conocimiento debe volcarse a la comunidad.
Creemos que hay una tradición en la madera que debemos preservar y generar más oportunidades de desarrollo tecnológico para la pequeña industria y para la manufactura chilena, que sabemos puede lograr una excelente calidad. Y nosotros queremos ser una voz viva y participativa de lo que se está haciendo en regiones respecto a la madera.
─¿Cuáles son sus proyectos más destacados?
Para nosotros el Centro Turístico Quelén representa uno de los proyectos que hoy se consolida como un hito de la provincia de Arauco. Es una propuesta arquitectónica y turística que pone en valor la identidad del lugar con una impronta de diseño contemporáneo, un verdadero laboratorio de experimentación de la madera y un desafío constructivo total. Lo conforman el Hotel de Energías Renovables, cuatro departamentos, cuatro cabañas, la emblemática Arca Quelén (Catamarán Boutique) hecha enteramente de madera con un diseño que se integra al paisaje, tres salones de alto diseño y el recientemente inaugurado observatorio astronómico Yepún.
─A propósito de Yepún, ¿Qué significó para ustedes construir un observatorio completamente de madera?
Era re-pensar un espacio de intercambio educativo de manera amable y agradable en torno a una actividad experiencial transversal con una arquitectura local, donde la madera y la construcción artesanal lo diferenciaran de las cúpulas metálicas o las construcciones técnicas habituales para este tipo de observatorios. Acá la identidad local estaba ya impresa en las construcciones de Quelén, y esta nueva pieza remodelada, debía ser parte de ese contexto y de esta manera de hacer.
─¿Qué esperan de Factoría para los próximos años?
Nuestras expectativas y sueños son ambiciosos. Queremos liderar en nuestra región una forma sostenible de hacer y construir con madera, con alto diseño e innovación desde una visión más endémica, identitaria y propia. Nos interesa ser líderes regionales para que otros también se animen a encontrar en la madera una oportunidad de desarrollo sostenible de imagen país. Pero también nos interesa salir con servicios de arquitectura e ingeniería para empresas que deseen diferenciarse y emprender una visión más sostenible.
Hoy gran parte de nuestros sueños están en la búsqueda de nuevos mercados, no solo en Chile, sino también en el extranjero. Llegar, por ejemplo, al mercado nórdico, un mercado que valora mucho todo lo de madera y lo sostenible. Allí queremos llegar y mostrar lo que somos capaces de hacer. Estamos trabajando junto con ProChile para internacionalizarnos, partiendo con productos y luego con servicios.
